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“1001 anécdotas e historias sobre Diego”: cómo, cuándo y por qué

Diego Promenzio
Por Diego Promenzio
Durante los fines de semana de Enero y Febrero, Alerta Digital presentará esta recopilación realizada por Diego Promenzio.

Escribir un libro sobre Diego, después de todo lo que han escrito sobre él, incluso algunas de las grandes plumas de la literatura universal, no podría jamás ser siquiera una posibilidad para mí.

Soy arquitecto no escritor, y, es más, ni siquiera soy un buen lector, cualquier erudito en el arte de la escritura se reiría a carcajadas al conocer la lista de libros que he leído. Peeeeeero… (siempre hay un pero), lo más probable es que ninguno de todos ellos, ni las grandes plumas de la literatura universal ni los eruditos en el arte de la escritura podrán tampoco empardar mi amor y devoción por Diego. Punto para mí. Rescaté un empate al menos.

Dicho esto, y consciente de mis grandes limitaciones retóricas, es que, al pensar en un libro sobre Diego, caí en la cuenta que lo mejor sería que otro hiciera la tarea por mí, sí que lo escriban otros, gente que sea profesional en estas artes. Preferí abocarme más a la tarea de investigación que a la buena literatura en sí. Pero por otro lado también quise que tuviera al menos mi pequeño toque personal, de ahí que nace este pequeño prólogo introductorio a mi propia historia con nuestro eterno 10.

 No podía pedirle a nadie que realice la tarea, así que se me ocurrió buscar, juntar y seleccionar la mayor cantidad de historias y anécdotas que pudiera encontrar en la web desde mi casa. Y, entre otras cosas, de lo primero que me di cuenta es que casi no existe persona famosa en el mundo que no haya tenido alguna historia personal con el Diego. Esto es fácilmente comprobable, si uno tipea la palabra Maradona y el nombre de un famoso cualquiera, instantáneamente aparecerá una nota que hable sobre “ellos dos”.

Ese miércoles 25 de noviembre de 2020 fue, sin dudas, uno de los días más tristes de mi vida. Me enteré que Diego se nos había adelantado, como decía Facundo Cabral, por medio de un escueto mensaje de texto enviado por mi gran amigo de la infancia, Marcelo Toldo, que llegó al grupo de Whatsapp de la famosa La Peña de los Jueves a la cual concurro hace más de 10 años. Manejaba por una desierta calle de tierra cerca de casa. Detuve el auto. Estaba en shock. Todos sabíamos que más temprano que tarde la noticia la íbamos a recibir, pero siempre era… “más adelante”. Diego siempre zafaba. Abrí las páginas web de los principales diarios nacionales y ahí sí, lamentablemente entendí que esta era diferente a otras veces que lo habían dado por muerto. Esta vez no pudo. No supo. No lo dejaron. No lo ayudaron.

Se sabía que Diego venía mal de salud desde hacía algún tiempo. Una situación que, quienes lo queríamos incondicionalmente, habíamos sufrido muchas veces, pero como el D10S inmortal que era, otras tantas, se había salvado. Desgraciadamente ahora, los portales de internet no dejaban lugar ni a una mínima esperanza. Ya no había dudas…se había ido el tipo que, fuera de mis íntimos, más feliz me había hecho en toda mi vida. Y no, no era poco.

Me largué a llorar como un chico, como tantas otras veces lloré por él, muchas de alegría, muchas de emoción, otras de angustia y también de tristeza. Estuve más de una hora a moco tendido en el auto. Me gasté paquetes de pañuelitos descartables. No quería volver a mi casa.

Pensé en la tristeza que esta noticia le provocaría a mi querido viejo, por ese entonces viviendo sus últimos años en un no muy buen estado de salud. Mi viejo, como yo, también lo adoraba. Por esos tiempos yo trataba de que nada afectara su estado anímico, y sabía que la muerte de Diego, le dolería y mucho. Me acuerdo que al otro día fui a su casa, vimos las noticias, callados los dos, no dijimos nada. No era necesario. Cada uno procesaba su dolor por dentro. Lo había visto emocionarse cuando Diego hacía magia en las canchas, y a mi compartir ese sentimiento con él, me hacía muy bien. 

Pensé que tenía que ir a Buenos Aires a despedirlo. Sabía que iba a ser un momento histórico. No fui. Le fallé. Le pido perdón. Perdón Diego.

Ese mismo día me encerré a leer todo lo que se iba publicando, minuto a minuto. Las redes explotaban de noticias sobre su fallecimiento, no se hablaría por días de otra cosa. Todo era Diego. Los medios periodísticos, recordaron su vida entera en viejas notas, la TV mostraba sus videos, sus goles, en todos lados la gente contaba anécdotas vividas con él. Leí todo lo que pude, horas frente a mi notebook, y como era tanta la cantidad de información y no quería ni podía dejar de leer nada, abrí un archivo nuevo en mi notebook. Un archivo Word donde comencé a copiar y pegar historias y anécdotas que distintos personajes, famosos y no tanto, relataban sobre sus vivencias y sentimientos con Diego. Abrí portales de todo el mundo, incluso en otros idiomas.

Esa noche además de todas las notas que leí, logré juntar poco más 100 “para leer mañana”. Los siguientes días seguí sumando vez más historias. Y me enteré de cosas increíbles que aún, un fanático Maradoniano como yo, jamás había escuchado ni leído.

Y así fue como nació esto de las “1001 anécdotas e historias sobre Diego”. El trabajo de investigación y recopilación me llevó mucho más tiempo del que imaginé, con momentos de mayor y menor dedicación. Lo que inicialmente iba a ser algo informal y que probablemente quedaría solamente plasmado en un archivo Word que circularía entre amigos y Maradonianos por las redes, finalmente fue tomando cada vez más volumen y junté más de 1300 anécdotas e historias.

Fueron más de 3 años de leer, leer, leer, de buscar, de seleccionar, y también de descartar notas periodísticas, de verificar que entre las 1001 no haya repetidas, aunque si algunas contadas por diferentes personajes o distintas versiones de un mismo suceso. Años de recopilar historias en absoluto secreto, nadie sabía de este proyecto. Es más, se están enterando en este momento. Historias que siento que me acercaron más a Diego. Terminé entendiendo muchas de sus actitudes, aún las más criticables.

Definitivamente estoy seguro de que no fue fácil ser Maradona. Si bien en principio tiendo a pensar que todos somos iguales, no es lo mismo juzgar a un simple mortal por ciertos dichos o actitudes que a una persona que viniendo de donde vino, llegó donde llegó, y que, además, lamentablemente no tuvo el acompañamiento adecuado en gran parte de su vida. Habría que ver cómo hubieran actuado en sus zapatos y bajo las mismas circunstancias cada uno de los mortales que tanto lo criticaron. No deberíamos haberlo juzgado con la misma vara. No fue justo. Su vida fue casi un Gran Hermano constante, durante más de 40 años, 24 horas los 365 días del año una cámara y un micrófono esperando su resbalón. Nadie podría haberlo soportado y salir ileso de semejante acoso, acoso que en la mayoría de las veces fue malicioso. Es claro que lo malo vende más que lo bueno. Y Diego como cualquier ser humano también tenía sus cosas malas. O es que acaso exista alguna persona en el mundo que pueda decir que nunca ha tenido actitudes despreciables. Demasiado bien la fue llevando.

Su caso fue muy especial. No fue un famoso común, fue EL TIPO MAS FAMOSO DEL MUNDO. Y para colmo sintió la necesidad y quizás el mandato de los sin voz en el concierto mundial de ser la persona que los represente. Y, a su manera, no les falló. A la gente Diego nunca le falló. Siempre enfrentó a los poderosos. Y no se anduvo con chiquitas, entre sus enemigos el tipo puso banca contra presidentes, o contra instituciones corruptas como la Iglesia, la UEFA o la FIFA, e incluso contra países tan poderosos como los EE. UU. y Japón. Y esas peleas sin igual, quijotescas de algún modo, no eran fácil de ganar o salir ileso. Igualmente, el tiempo le dio la razón y la historia se encargó de sacarles la careta a la gran mayoría de sus contrincantes, muchos de ellos, como por ejemplo directivos de FIFA, finalmente fueron presos.

Se dijo siempre que era la persona más conocida del planeta, y en cierta forma lo comprobé en mis viajes por el mundo, donde el: “¿Argentina?, ¡Maradona!” era un clásico. A todos quienes tuvimos la suerte de viajar por otros países eso nos sucedió inevitablemente. Hoy, quizás a otro nivel, eso ocurre con Messi. Es que lo de Diego era extra futbolístico, excedía lo que hacía en las canchas. Diego era noticia a diario, no solo por el partido del domingo.

En diciembre de 1990 por esas cosas del destino en un vetusto avión de Aeroflot, llegué a Moscú, Rusia, país que aún pertenecía a la URSS. Lo primero que noté fue que su población estaba casi totalmente aislada del mundo y por ende poco informada. Pero, así y todo, en un momento entré a un típico mercado estatal de los de la época comunista y lo primero que me llamó la atención fue un poster, en realidad era un calendario, con la imagen de Diego. Por supuesto estaba escrito en cirílico, el alfabeto que usan en el idioma ruso, así que no entendí nada, solo su apellido “Марадона”, pero el crack -como siempre-, aparecía en todos lados y hasta en los lugares más insospechados. Anécdotas como estas me sucedieron en todos lados.

Me viene a la memoria el año 1995, cuando dos ladrones en Marruecos, en pleno robo a mano armada me hablaban de su amor por Diego y Caniggia. Me chorearon igual. Insólito.

Mayormente he viajado solo por el mundo y solía tener la costumbre de cantar (en silencio) canciones de cancha, por supuesto la mayoría de ellas dedicadas a Diego. A fines de los 80´s se hizo muy popular una canción del cantante de cumbia Alcides, que se llamaba “Ay negra, negrita de mi vida”. Una melodía tristona y muy pegadiza que rápidamente fue adaptada e incorporada por las hinchadas del futbol argentino. Ese tema musical, con algún retoque personal mío, porque en realidad no sabía bien la letra que entonaban en las canchas, se convirtió en la canción que me acompañaría en todas partes, y decía algo así como:

“Dieeeeeego, Diego de mi viiiiiida, dame una alegriiiiia quiero ser campeooooon, saaaaaabes todo lo que sieeeeeento, yo te llevo adeeeeeeentro de mi corazooooooon. Dieeeeego para ganar hay que jugar con Dieeeeeego, para ganar para salir primeeeeeeros solo con Diego podremos ganar…!!.

Solo 2 renglones, sí, pero los canté un millón de veces en todos lados. Mas de una vez lagrimeando obvio porque en Diego no estaba jugando por sus problemas extra futbolísticos. (Sé que volviste a releerla entonando esa famosa melodía).

No era mi intención hacer muy extensa la introducción a esta serie de notas sobre anécdotas de Diego, ya que en definitiva lo que todos querrán leer, más que mis sentimientos por Diego, son sus anécdotas e historias. Muchas de ellas les garantizo que jamás las habrán leído ni escuchado. De las 1300…voy a seleccionar algunas de las más interesantes.

Igualmente, gracias por llegar hasta aquí. Los dejo con Diego Armando Maradona, sus anécdotas, su vida y su legado. Pasen y vean…

1001 anécdotas e historias sobre Diego

Hoy compartiremos estas cinco y en la próxima, unas diez del DIEZ. Alerta Digital presentará en exclusiva esta recopilación que luego -posiblemente- sea un libro, durante los fines de semana de Enero y Febrero.

El secreto de la pasión de Maradona por los caballos

MARADONA Y SU PASIÓN POR LOS CABALLOS Y EL RECUERDO DE UNO DE LOS ASADOS CON JOCKEYS Y TRABAJADORES DEL STUD.

En los 90, el astro invirtió con éxito y se involucró en el mundo del turf. “Las carreras me hacen transpirar como si jugara la final del mundo”, supo revelar.

Como toda actividad que encaró, Diego fue un apasionado por los pura sangre de carrera. Cuando sus compromisos futboleros se lo permitieron, el astro concurrió al hipódromo. No lo hizo como aficionado. Fue propietario del stud La Bombonera. Sus caballos corrieron con esos colores. Ganó 4 carreras con Persuasivo Fitz, siempre montado por su amigo Jorge Valdivieso, el mejor jockey argentino de las últimas décadas. Pero la hazaña mayor llegó el 18 de noviembre de 1997 cuando su caballo Diegol ganó el Gran Premio Internacional Joaquín V. González (Grupo 1-1.600m) conducido por Juan Jarcovsky y entrenado por Jorge Mayansky Neer, quien se mantiene en el selecto grupo de entrenadores del turf argentino. Ese día presenció la carrera en su casa de Devoto. Para ese entonces Diego había compartido interminables asados con jockeys, entrenadores y peones.

La historia comienza a escribirse con letras de molde un caluroso sábado 18 de enero de 1992. La presencia de Diego, su esposa Claudia, su suegro Coco y su padre don Diego, no pasó desapercibida en el hipódromo de San Isidro. Claro que el público de la hípica es especial. Diego no tenía que gambetear a nadie. Todo tranquilo. Este escriba fue testigo de lo que sucedió y escribió una crónica. La noticia fue más allá de la presencia de Diego. Con Jorge Valdivieso en postura, Midri, el potrillo hijo de Bold Second, ganó con facilidad, para alegría del crack y toda la banda, que posaron victoriosos en el podio. “Transpiré como si hubiese jugado una final del mundo. Desde que estoy en esta actividad he aprendido un montón de cosas. Aprendí lo difícil que resulta ganar una carrera. Yo compré una ilusión, yo vivo ilusionándome. Esto no lo voy a olvidar”, comentó un Diego pleno.

Diego no la había pasado bien en 1991. Se fue del Napoli, tenía problemas judiciales. Pero el 92 empezó diferente. “Esta fue una alegría distinta -aseguró- una alegría que comparto con mi gente y con todo público que hizo fuerza para que Midri ganara”.

El potrillo que compró Diego había sido bautizado por su criador como Reino Imperial. Pero el 10 no pudo con su genio y le cambió el nombre. Lo rebautizó con el nombre de Midri. ¿Midri? “Mirá, así me dice Claudia cuando se pone mimosa…” confió Diego. Una historia bien Maradoniana.

“El criador Juan Carlos Bagó, propietario del haras Firmamento, nos regaló un caballo, Persuasivo Fitz. Diego, él y yo éramos los socios. Fue un gran caballo. Ganamos 4 carreras. Diego me llamaba siempre desde el lugar que estuviera para ver cómo estaba, primero yo y después el caballo. Una vez quedé internado después de una rodada y apareció en el sanatorio de sorpresa. Cuando me recuperé jugamos fútbol y al paddle”, contó Valdivieso ex jockey y actualmente comisario del hipódromo de San Isidro.

“A mi hijo más chico le puse Diego por él y casi le pongo Diego Armando. Venía al stud con la familia. El día siguiente a la victoria de Diego hizo un asado en el stud y se la pasaba bromeando. Vino a ver el Nacional de 1996 que ganó Refinado Tom con Jorge Valdivieso y se instaló en mi mesa”, apuntó Jorge Mayansky Neer, entrenador e hincha fanático de River.

Quiso el destino que el sábado, el ganador del Nacional Copa Diego Maradona (por 15 cuerpos) fuera Great Escape, entrenado por el citado Mayansky Neer, que trabajaba con los caballos de Pelusa.

Fue intensa la relación de Diego Armando con el mundo de las carreras de caballos. Hizo mucho con sus pingos tan queridos. Hoy estará mirando carreras de reojo con Angelito Labruna, Gardel y Leguisamo.

Nota publicada en Infobae, el 30/11/2020.

«Está Diego y está Maradona»

LA INCREÍBLE RELACIÓN DE MARADONA Y MOURIÑO.

Un José Mourinho emocionado, exentrenador del Real Madrid y del Tottenham entre otros, recordó a Diego luego de su muerte: «Existe Maradona y existe Diego. De Maradona no es necesario que hable porque todo el mundo lo conoce y nadie le olvidará. Diego es distinto». «La gente que era muy amiga de él, los que compartieron con él en vestidores, colegas… son personas privilegiadas», añadió ‘Mou’.

«No puedo decir que fuera mi gran amigo, mi relación con él era por teléfono y nos vimos algunas veces. Tenía un grandísimo corazón. Es al tipo que extrañaré porque su fútbol lo podemos encontrar si le extrañamos en Google, pero a Diego no».

Finalmente contó una de las costumbres que tenía Diego con él: «Pasé todo el día contando historias a mis jugadores sobre él, el tiempo que compartimos. Es al tipo que extrañaré. Siempre extrañaré la llamada que llegaba tras perder. Nunca tras victorias, él sabía que no las necesitaba tras ganar, pero en momentos difíciles siempre estaba ahí. Siempre hablaba tras derrotas y momentos difíciles y decía ‘Mou, no olvides que eres el mejor’. Y siempre fue de esta manera. Extrañaré a Diego». José Mouriño

La serie de «El Chavo del 8», la exigencia de Maradona para dar una entrevista

MARADONA Y GÓMEZ BOLAÑO.

Diego Maradona siempre manifestó su admiración a Roberto Gómez Bolaños, ya que el argentino siempre fue un fiel seguidor de la serie televisiva El Chavo del 8. Sin embargo, recientemente se dio a conocer una peculiar petición para conceder una entrevista cuando se rehabilitaba en Cuba.

Y es que Maradona solicitó a cambio de dar la entrevista al programa «Fugitivos», todas las temporadas de El Chavo del 8, ello fue revelado por el conductor Matías Martín, quien en su momento fue el encargado de solicitarle la charla al ’10’. “Le pidió a la producción todas las temporadas del Chavo del 8 en formato VHS”, confesó Matías Martín, quien explicó que en Cuba era imposible seguir a El Chavo del 8 debido a que solo había TV nacional y no por cable.

Con los años, Diego tuvo un programa en Argentina que llevaba por nombre: «La noche del 10», en él, tuvo como invitado a Roberto Gómez Bolaños, y ahí tuvo la oportunidad de manifestarle toda la admiración que sentía. “He pasado momentos duros en mi vida y cuando quería tener un poco de felicidad interior me ponía los videos de él y me hacía feliz. Lo adoro. Cuando me lo trajeron, era como que tocaba el cielo con las manos, de verdad. Pasarán muchos años y seguirá en mi corazón hasta mis últimos días porque lloro de risa con su humor, me hace mucho bien verlo. Cuando pasé momentos difíciles en mi vida, verlo me relajaba. Por ese motivo es que lo quiero tanto y me parece un genio total. Es de lo mejor”, indicó en aquella charla el ’10’.

Nota publicada en el sitio Mediotiempo.com el 25/11/2020.

Una bicicleta para Diego

“Me acuerdo de que cuando entrenábamos en el Parque Saavedra, los jubilados dejaban de jugar a las bochas para admirarlo -a Diego-. Y cómo lo aplaudían. Uno quedó tan deslumbrado que terminó regalándole su bicicleta. Era una bicicleta vieja pero muy bien cuidada. Seguro que la única que tenía el jubilado. Pelusa no la quería aceptar. Se moría de ganas, pero le daba vergüenza.

No, don, gracias. No puedo – le contestó.

Pero el jubilado insistía:

Agarrala, nene. Es tuya. Te la quiero regalar. Pareces el diablo gambeteando. Acodarte de mí cuando estés en la selección – le dijo, acariciándole la cabeza con ternura.

Al final, Diego me miró, tímido, como pidiéndome permiso. Yo le hice un gesto afirmativo con la cabeza y entonces aceptó.  Esa tarde, después del entrenamiento, nos fuimos hasta Villa Fiorito, con la bicicleta en la caja del Rastrojero de don José. A Pelusa le brillaban los ojos de alegría: no podía creer que su habilidad valiera semejante regalo”. Francisco Cornejo

D10s en el avión

Dice Guillermo Cóppola que en uno de esos miles de viajes en avión entre Nápoles y cualquier ciudad donde se jugara un partido la nave comenzó a moverse. En un momento pareció que perdía altura, que se precipitaba. Luego el comandante con pericia le hacía recobrar altura. La tripulación pedía calma. El vuelo estaba completo. Iba el plantel, los dirigentes y el resto eran hinchas. Gente vomitando, azafatas pidiendo calma, el comandante rogando una y otra vez que permanecieran en sus asientos. El caos dominaba el interior del avión. Ya había llantos, ruegos y desesperación, hasta que un hincha del Napoli se levantó, se puso en la mitad de la cabina de la clase Turista y pidió calma. No lo escuchaban, gritó y seguían sin escucharlo… Entonces se fue hasta el fondo, tomó el teléfono y su voz emergió desde los parlantes del avión. Luego, con serenidad y esperanza, dijo severamente:

Señoras y señores, por favor, basta ya de asustarse. Tengan calma, nada nos va a pasar… Señoras y señores, en el avión viaja Maradona, y eso significa que Dios viene con nosotros. Calma, calma por favor.

Los pasajeros aplaudieron, el comandante logró que la nave recobrara su altura de crucero y por las ventanillas volvió a verse un cielo manso del cual se colgaban millones de estrellas luminosas.

Parte de la nota publicada en Infobae el 09/07/2017.

¡Hasta las próximas!

ATE
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Arquitecto, bahiense y apasionado por los viajes, la naturaleza y la fotografía. Ha recorrido varias veces toda la Patagonia. Fue el creador del espacio Fotos con Historia que se emitió por la radio AM 550 y el canal 24/7 Noticias de Neuquén. Fundó una biblioteca en el Faro del Fin del Mundo en la Isla de los Estados ya partir de esa idea impulsa y dirige el proyecto “Sembrando Bibliotecas” que tiene el objetivo de fundar una biblioteca en cada provincia argentina. (https://www.facebook.com/proyectosembrandobibliotecas/) Además, tiene un canal de Youtube (https://www.youtube.com/@fotosconhistoria-diegoprom7270/) donde se pueden ver los videos con los relatos de viajes por la Patagonia y el mundo.
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