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Adoptarán un invento de Menonitas para evitar la sequía

Redacción
Por Redacción
Los aspectos culturales y religiosos han permitido a estas colonias evitar tormentas políticas y cambios climáticos.

Además de generar intriga sobre cómo viven y qué hacen, las colonias Menonitas en la Argentina han desarrollado una actividad agropecuaria, láctea y metalúrgica que sale ilesa de cambios económicos, adversidades climáticas y/o presiones impositivas. Sus productos se consumen en todo el país sobre bases de calidad y precios competitivos. En la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, tanto los quesos como maquinaria e infraestructura para chacras y campos, se comercializan desde hace décadas y provienen de la colonia ubicada en las localidades pampeanas de Guatraché y Remecó.

Más allá de sus características culturales y religiosas, lo cierto es que han incorporado un sistema de producción que sin los adelantos tecnológicos alcanza los estándares más altos en calidad, cantidad y precios. Todo lo necesario para que ese comercio sea exitoso y que no está dentro de sus parámetros culturales, los tienen “afuera” de esas colonias, especialmente quienes hacen la contabilidad, la publicidad, la comunicación por celulares, la comercialización en otros lugares y provincias.

Productos que ponen a la venta las colonias ubicadas en cuatro provincias argentinas.

En el país, las colonias más importantes (como se detalla más abajo) están en las provincias de La Pampa, San Luis, Salta y Santiago del Estero. En esta última, el propio gobierno provincial acaba de anunciar el impulso de un sistema de almacenamiento de agua, inventado por una de las colonias más grandes de América del Sur, ubicada en Filadelfia, a 400 kilómetros de Asunción del Paraguay.

El invento

La prolongada sequía ocasionada por el fenómeno climático La Niña ha dejado su huella en la industria ganadera durante tres años consecutivos, generando efectos adversos en diversas actividades productivas. Entre las consecuencias más notables se encuentra una disminución en el stock ganadero y una menor tasa de preñez, cuyos efectos se proyectan para la próxima temporada de terneros.

Según José Guillermón, coordinador del programa ganadero de la provincia de Santiago del Estero, la caída del rodeo en esta región alcanzó el 10%, siendo la mayoría de las pérdidas atribuibles a las vacas madres. Guillermón explicó que los criadores optaron por desprenderse de los vientres improductivos o afectados por problemas sanitarios, lo que, a su vez, incrementó el índice de destete del 69% al 72.5%.

No obstante, esta sequía ha brindado lecciones valiosas a los ganaderos y ha despertado la necesidad de encontrar soluciones que prevengan futuras experiencias adversas en condiciones climáticas similares.

En Santiago del Estero, la comunidad ganadera está buscando inspiración en la exitosa experiencia de las colonias menonitas en Paraguay, que han implementado un ingenioso sistema de recolección de agua de lluvia. Por cada hectárea sistematizada, pueden recolectarse hasta 5,000 metros cúbicos de agua de lluvia, con una eficiencia de recolección del 60%. Este recurso hídrico resulta suficiente para abastecer a 100 animales a razón de 3,600 metros cúbicos por cabeza al año.

La inversión estimada para implementar este sistema asciende a $500 dólares por hectárea, y los estanques se diseñan con mayor profundidad que anchura para minimizar la evaporación del recurso almacenado. Desde allí, el agua es conducida mediante canales hacia tanques australianos o directamente a los bebederos del ganado.

El objetivo es desarrollar un módulo que calcule la cantidad de animales que pueden atenderse en función de la superficie de captación y proporcionar a los productores un análisis detallado de los costos asociados con esta tecnología.

Esta iniciativa tiene como propósito principal brindar acceso al agua en campos que carecen de recursos subterráneos y aprovechar al máximo los períodos de precipitaciones. Se espera que esto no solo aumente la extensión de tierras ganaderas sino también la productividad del sector.

José Guillermón enfatizó que, aunque la inversión en este sistema será privada para los productores con suficiente capital, no se excluye el apoyo estatal para aquellos de menor envergadura financiera. La provincia se compromete a proporcionar a los productores medianos y pequeños asistencia en la excavación y diseño de represas, así como la provisión de semillas megatérmicas u otras variedades de pasturas o verdeos, con el objetivo de democratizar esta valiosa tecnología en la comunidad ganadera local.

Menonitas en Argentina

En el país hay colonias menonitas -la rama pacifista y trinitaria del movimiento cristiano anabaptista que nació en el siglo XVI- en La Pampa (Guatraché y Remecó); San Luis (Nueva Galia); dos en Santiago del Estero y en Salta . Provienen de diferentes corrientes inmigratorias (México , Paraguay y Bolivia), pero ya son varias generaciones de argentinos. La base de su economía es la producción rural y, por lo tanto, también es el eje de lo que comercializan.

Como no usan la tecnología, su formato de ventas es con un tercero que recibe las consultas y la hace llegar a las diferentes fábricas menonitas. En los últimos tiempos es cada vez más importante la publicidad de sus quesos (reconocidos por su alta calidad) en las redes sociales, así como de las máquina-herramientas para el campo en webs especializadas.

Una de las más grandes (unas 2200 personas) se ubica en la localidad de Guatraché y Remecó, La Pampa y tiene dos fábricas de quesos, una de un particular y otra de la cooperativa La Nueva Esperanza; producen las variedades pategrás, sardo, saborizados con pimienta y pimentón colorado y mozzarella. También hay establecimientos en San Luis y en Santiago del Estero.

Además, los menonitas hacen silos, comederos, carros y acoplados, chimangos, moledoras, picadoras, mangas, casillas. Trabajan a pedido del cliente y entregan en todo el país, aunque la modalidad, en este tipo de tarea, varía entre las colonias. Por ejemplo, las de La Pampa hacen la estructura y contratan gente para que vaya y la instale; la de San Luis, los trabajadores salen y la montan ellos mismos.

La facturación electrónica les implicó un desafío; contrataron contadores que se encargan porque no usan tecnología. Son muy prósperos sin subirse al tren de la modernidad. Tienen huertas, frutales y cultivan para alimentarse. En La Pampa los primeros habitantes compraron 10.000 hectáreas y las dividieron en fracciones de 20 por familia.

Un modelo de producción menonista que revela su alta competitividad y productividad es Filadelfia, a 400 kilómetros de Asunción del Paraguay; es reconocido por sus lácteos y carnes, y la producción de soja, maíz, trigo y maní. Es un distrito exportador importante y de donde se extraerá la idea de almacenamiento de agua para implementarlo en territorio santiagueño para evitar el impacto de la sequía.

ATE
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