El gobierno nacional declaró formalmente a Aerolíneas Argentinas como una empresa estatal sujeta a privatización mediante el Decreto 873/2024 publicado este miércoles en el Boletín Oficial, considerando que “luego de 16 años de la estatización de la compañía, los objetivos propuestos no fueron concretados”.
La decisión había sido anticipada a finales de la semana pasada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, al precisar que “el Presidente de la Nación va a firmar un decreto que va a declarar a la empresa Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización tal como lo habilita el artículo noveno de la ley 23696, llamada Ley de Reforma del Estado”.
El Ejecutivo explicó que la norma, que deberá ser refrendada por el Congreso, “se dicta en línea con las políticas adoptadas por el Gobierno Nacional referidas al proceso de apertura económica y en el entendimiento de que la conectividad aérea resulta un pilar fundamental para el desarrollo económico de la Nación”.
En ese sentido, indicó que “la privatización de la compañía y su funcionamiento en condiciones de mercado permitirán una mejor prestación del servicio, el cuidado de las arcas públicas y, principalmente, que los argentinos dejen de financiar el déficit de una compañía ineficiente”.
La determinación de la administración de Javier Milei de avanzar con la privatización de la compañía, que había quedado excluida de la Ley Bases, se da en medio del conflicto con el personal que incluyó medidas de fuerza y reclamos en las últimas semanas.
La firma del decreto se suma a la presentación del proyecto de privatización realizada por el diputado macrista Hernán Lombardi, que no logró el apoyo necesario para la sanción de un dictámen y que sea tratado en una sesión de la Cámara.
No obstante, fuentes oficiales indicaron que diputados del PRO, el MID y LLA acordaron avanzar con el dictamen de comisión el martes de la semana que viene, mientras que en el entorno del presidente reiteraron la advertencia de que si el Congreso no aprueba la privatización antes de fin de año, le entrega la empresa a los empleados de Aerolíneas o desaparece.
Todo esto en el marco de una situación de conflicto con los gremios, que parece haber llegado a un punto sin retorno y frente a la decisión imprescindible por parte del Directorio de la empresa de nombrar cuanto antes a un nuevo Gerente de Operaciones, ya que sin este la compañía no está en condiciones de funcionar, tras la renuncia del último que ostentaba el cargo.
El plazo para el nombramiento es el próximo 16 de octubre. Ese mismo día, la Asamblea de Accionistas de Aerolíneas Argentinas deberá resolver si expulsan al sindicalista Pablo Biro como miembro del Directorio.
La definición del Gerente de Operaciones siempre se dio en un consonancia con los pilotos. Esta vez eso no parece que vaya a ocurrir porque la propuesta de los pilotos fue definida por fuentes como “descabellada”.