Videos con más de 130 millones de visualizaciones en la red virtual apuntan al consumo para comer menos, bajar de peso y evitar el estreñimiento. Qué es la chía y dónde se produce en Argentina. Qué civilizaciones la consumían.
Estudios científicos indican que las poblaciones originarias de las montañas de nuestro sur americano consumían hace 3500 años las semillas de chía a través de diferentes preparaciones. Hoy, la preparación de una bebida a base de agua, limón, chía y sal se hizo viral en el mundo y especialmente en las ciudades patagónicas. Es que los testimonios de quienes consumen el preparado no dejan de aludir a los excelentes resultados para la sensación de saciedad, pérdida de peso y normalización intestinal.
Las semillas de Chia contienen un 15-25% de proteína, 30-33% de grasas, 26-41% de hidratos de carbono, 18-30% de fibra dietética, minerales, vitaminas y materia seca. La forma más habitual de consumirla es dejar que forme un gel viscoso dejándola reposar un mínimo de 30′ en un líquido, así se facilita aún más la digestión. “Es importante no colar las semillas y aprovechar el gel que han formado para el consumo o para la elaboración de nuestras preparaciones”, indican quienes las consumen habitualmente.
En Neuquén, Comodoro Rivadavia, Viedma y Ushuaia, usuarios y usuarias de la red Tik Tok han mostrado a través de sus videos que la preparación es sumamente sencilla y en la mayoría de los casos aluden a una especie de “baño interno saludable” y promueven su consumo. Enlazados a través de un hashtag (#internalshower) los posteos dan a conocer experiencias relacionadas con el menor consumo de comidas, la sensación de saciedad, la mejora en el tránsito intestinal y de evacuación y también en una especie de menor hinchazón en el abdomen.
No obstante, como todo consumo humano, se debe realizar con algunos controles o cuidados y prestar atención a posibles rechazos de la semilla o alergias, según afirman los especialistas.
En la Argentina, la producción de chía crece luego de una exitosa experiencia llevada a cabo en los valles templados de la provincia de Salta, hace unos treinta años y luego expandida a las provincias de Jujuy, Catamarca y Tucumán. La primera exportación de este producto a los mercados de India se llevó a cabo en 2019 y luego se continuó con el envío a ese país.
No obstante, el aumento de personas que se orientan hacia dietas más saludables hizo crecer el consumo interno de estas semillas y otras similares, aplicadas a diferentes preparaciones comestibles. Las semillas de chía son la que llevan la delantera en la incorporación a los hábitos saludables diarios, especialmente en bebidas de fácil preparación como lo es la que se ha viralizado en la red virtual y se compone de agua, el jugo de una rodaja de limón y semillas de chía, más unos granos de sal.
Esta bebida fue creada por Daryl Gioffre, un famoso nutricionista y autor de bestsellers que tienen como fin alcanzar una óptima salud digestiva como “Get Off Your Acid” y “Get Off Your Sugar”. En sus propias palabras, esta bebida que emula “una ducha interna” consiste en dos cucharadas de semillas de chía, un vaso de agua, el jugo de una rodaja de limón y 1/8 de cucharadita de sal. Siguiendo la receta, los ingredientes deben ser mezclados y dejados en reposo durante cinco minutos o hasta que las semillas de chía comiencen a formar un gel/gota protectora alrededor suyo.
“Me ha ayudado a combatir el estreñimiento y reducir la hinchazón”; “desde que lo tomo tengo menos hambre, puedo estar horas sin necesidad de comer”; “se siente como si te estuvieran limpiando por dentro”. Estos son algunos de los comentarios que más se destacan entre las reseñas que hacen los usuarios en línea.
Referentes patagónicos de Endrocrinología y Nutrición sostienen que las semillas de chía «son muy ricas en ácidos grasos esenciales (omega3 y omega6). Son unos ácidos grasos que no pueden ser fabricados por nuestro cuerpo y por lo tanto, deben ser ingeridos a través de los alimentos. Los podemos obtener de algunos frutos secos (nueces), el pescado azul y de algunas semillas vegetales como la Chía. Algunas de las funciones de estos ácidos grasos son: prevención de enfermedades cardiovasculares, reducción de los niveles de colesterol, disminución de la presión arterial, mejoría de la salud del sistema nervioso e inmune, etc.”
Agregan en el informe que “también contienen unas sustancias llamadas antioxidantes. La función principal de estas últimas es eliminar compuestos tóxicos para el organismo (radicales libres) a los que se les asocian enfermedades degenerativas, cáncer, enfermedades cardíacas, el envejecimiento y son una fuente excelente de fibra soluble. Es un tipo de fibra que tiene la capacidad de retener agua y formar una masa viscosa que aumenta su volumen. Esta propiedad hace que las semillas de Chía retrasen el vaciado gástrico. Esta masa viscosa aparte, retiene algunos nutrientes impidiendo su absorción a nivel intestinal, como sería el caso del colesterol; y además, regula el tránsito intestinal”.
“Es una buena forma de vehiculizar la chía ya que a muchas personas les cuesta incorporarla en la alimentación. El problema que ocurre con estas tendencias es que muchas veces por redes sociales se le atribuyen efectos mágicos a ciertos alimentos o bebidas, prometiendo una pérdida de peso rápida o la eliminación inmediata de toxinas cuando en verdad, ningún alimento o bebida hará que eso ocurra”, agregó la licenciada en Nutrición, Rocío Tordini.
Los comercios dietéticos también han crecido con su oferta en las ciudades patagónicas mencionadas, especialmente asociadas a otros productos que coinciden en las propiedades de alimentación saludable a la que buena parte de la población se orienta en los últimos años.
Junto al maíz, el amaranto y los frijoles, la semilla de chía formó parte de la alimentación diaria de las civilizaciones Mayas y Aztecas y luego también fue introducida en los Incas, que llegaron con sus asentamientos hasta la región norte cordillerana de Neuquén.
Es posible que esos cultivos, como el de quinoa en el norte neuquino, hayan permanecido en forma silvestre en algunos valles andinos de toda la cordillera argentina.
Aztecas, Mayas e Incas tenían el hábito de consumir la chía “como el alimento de las caminatas, porque los guerreros la utilizaban como fuente de energía en las los trayectos”. También, era ofrecida como tributo a los dioses Mayas en señal de agradecimiento por las cosechas obtenidas durante la temporada. La chía fue tan importante para la cultura mexicana que a menudo se encuentran testimonios antiguos de su utilización y también en los nombres de poblaciones o ciudades, como por ejemplo Chiapas, que significa “agua de chía”.