La escalada de violencia en Medio Oriente, marcada por la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en un atentado de Israel en el centro de Beirut, elevó los alertas de seguridad a nivel mundial, incluyendo a Argentina, por el alineamiento del presidente Javier Milei con Israel.
Desde el viernes pasado, tras los intensos bombardeos de Israel en diferentes puntos del Líbano, el gobierno argentino, liderado por Javier Milei, decidió incrementar las medidas de seguridad en las instituciones de la comunidad judía y en las representaciones diplomáticas en el exterior. Este refuerzo también afecta a los diplomáticos extranjeros que se encuentran en el país.
Las embajadas argentinas en varios países fueron catalogadas como «en estado crítico», con un aumento notable de la seguridad. Las representaciones en Bolivia, Chile, España y las embajadas en Medio Oriente son las más afectadas. Esta decisión responde a múltiples factores, entre ellos, el creciente acercamiento de Argentina hacia Israel desde la llegada de Milei a la presidencia, lo cual, según la inteligencia nacional, podría exponer las representaciones argentinas a posibles ataques, aunque hasta el momento no se ha registrado una amenaza concreta.
Muerte de Nasrallah
La situación se intensificó tras el anuncio de que el Ejército de Israel mató a Hassan Nasrallah durante un ataque en Beirut. Hezbollah confirmó la muerte de su líder en un comunicado, describiéndolo como un mártir que encabezó al grupo durante casi tres décadas.
Desde el inicio de la guerra en Gaza hace un año, los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah se han intensificado, dejando más de 1500 muertos, cifra que supera la de la guerra entre ambos en 2006.
La ofensiva israelí, que comenzó con la explosión masiva de pagers de miembros de Hezbollah, ha resultado en una serie de bombardeos que han cobrado la vida de más de 700 personas, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Líbano.
Israel justificó estas acciones como parte de su esfuerzo por restablecer la seguridad en el norte del país y permitir el regreso a sus hogares de decenas de miles de habitantes que se vieron obligados a evacuar.
La escalada de este conflicto no solo afecta a las regiones en disputa, sino que también tiene repercusiones significativas en la seguridad global, especialmente en países que mantienen relaciones estrechas con Israel, como Argentina.