Los casos son muchos más, pero aquí sacamos a la superficie esta decena desapariciones que conmueven a las poblaciones del sur argentino. ¿Dónde están? ¿Qué pasó?
En algunos casos, como el del joven Sergio Ávalos en Neuquén, se van a cumplir veinte años de su búsqueda y la carátula de la investigación judicial pasó a ser “desaparición forzada”. En otros, como el de Enzo Bonabello en Bariloche, hace 12 días. En Comodoro Rivadavia, a Norma Carrizo se la busca desde el 22 de diciembre de 2017 y a Victorio Joursin, desde el 16 de enero de 2020. A José Crettón, se lo vio por última vez el 11 de agosto del año pasado, en El Maitén. Marcela López desapareció el 22 de mayo de 2021, en Río Gallegos. Y la lista sigue con otros cuatro casos en Viedma, Roca, Cipolletti y una neuquina en Buenos Aires. Y se le puede agregar a niñas y niños, hombres y mujeres que se buscan en cada una de las provincias Patagónicas.
Enzo Bonabello
Enzo Bonabello, de 36 años, llegó el 24 de febrero por una oferta laboral en Bariloche, procedente de su Santa Fe natal. Su hermano Juan, señaló a medios santafecinos que tras arribar a la ciudad rionegrina, comenzó a trabajar y vivía con otro hombre.
El 24 de febrero, “se cruzan con el chico con el que estaba viviendo y mi hermano le dice que se va a caminar, y desde ahí hacé de cuenta que se lo tragó la tierra”, indicó angustiado.
“Lo único que tenemos nosotros son las filmaciones de dos cámaras: una en una estación de servicio que está bien en el centro y otra a dos cuadras de ahí pero no hay más rastros”, continuó.
“Él vivió en Bariloche, sabía dónde meterse y donde no, y nunca nos pasó esto de que desaparezca. Es todo raro porque nadie vio nada”, agregó.
Al momento de su desaparición vestía un buzo color azul oscuro con capucha y con una impresión en color rojo en el pecho, zapatilla negras con detalles fluor. Llevaba consigo una mochila color negra. Su teléfono celular se encuentra apagado.
Características físicas: contextura delgada, mide 1:75 metros aproximadamente,calvo, ojos claros, tez clara, con varios tatuajes en los brazos y espalda.
José Cretton
El joven de 18 años José Cretton fue visto por última vez el 11 de agosto del año pasado en El Maitén y según el Ministerio Público Fiscal de Chubut “solo resta encontrar el cuerpo del joven desaparecido para certificar su muerte violenta. Todos los indicios reunidos a lo largo de la investigación, dan cuenta de la ocurrencia de un crimen que acabó con su vida”.
No obstante, uno de sus tíos indicó que «desde el 11 de agosto -la última vez que se lo vio- hasta hoy no tenemos ninguna novedad de nada”, al tiempo que señaló la falta de detalles respecto a los avances de la causa: “La investigación la lleva Fiscalía, pero nosotros pedimos puntos específicos, pedimos que se siga buscado porque hoy no se lo busca”, remarcó.
Por este caso se encuentran detenidos como sospechosos de la desaparición y muerte del joven, Daniel Napal y Calos Painepil, a quienes se les impuso la continuidad de la prisión preventiva por tres meses, a partir del pasado 24 de febrero.
Marcela López
Marcela López, dueña del hotel Colonial en Río Gallegos, fue vista por última vez el 22 de mayo de 2021. La campera y las zapatillas de la mujer de 61 años fueron encontradas en la zona de la costanera, pero pese a los rastrillajes, no hay novedades de su paradero.
La angustia de sus seres queridos, a casi dos años de su desaparición, sigue intacta, luego del impacto de no encontrarla, de que la causa fuera vinculada con la política y que sufrieran hasta la participación de un supuesto perito con canes, que hoy se encuentra en pleno juicio por trabajo fraudulento en la ciudad de Mendoza.
El pasado 5 de febrero, su hija Rocío González, publicó en sus redes un mensaje conmovedor: «Ojalá algún día pueda llenar ese vacío que siento de pensar y repensar qué más puedo hacer para saber qué pasa y qué pasó ese 22 de mayo. Cómo pudiste desaparecer y que nadie sepa o nadie venga y nos diga algo. Dónde estás.. qué pasó.. tener que seguir cargando con tanto dolor, tanta incertidumbre, no hay día que no piense en vos. Sigo.. mis días, mi rutina, busco la forma y las herramientas para ocupar mi cabeza. Y no me pasa solo a mí, mis hermanos, tus nietos, la abuela, tu hermana, tu familia.. .tus amigos… personas que no tuvieron el placer de conocerte se preguntan qué paso mamá.. qué pasó.. ojalá ocurriera un milagro y puedas volver con nosotros. Te extraño todos los días y te amo con todo mi corazón. Marcela López Frey.”
Victorio Joursin
Hace pocos días, un hombre que caminaba en cercanías de la localidad de Sarmiento (Chubut) alentó las esperanzas de que se tratara de Victorio Joursin, desaparecido en Comodoro Rivadavia el 16 de enero de 2020. Se movilizó la familia y la policía hasta que lograron identificarlo: no era. Así, cada tanto, la angustiosa búsqueda por parte de sus seres queridos, reaviva la esperanza de encontrarlo en algún lugar del país.
El 16 de enero de 2020, Victorio Joursin – policía retirado, 74 años, con Alzheimer-, salió de su domicilio en barrio Standard Norte en dirección a su quinta ubicada a pocos metros, pero nunca regresó.
Entre las diligencias judiciales más importantes se registra la de febrero de 2021, un año después de la desaparición, a través de un sorpresivo allanamiento en el Regimiento 8 donde relevaron documentación y recorrieron el predio con canes nuevamente de Bomberos de la Policía Federal y zonas ya rastrilladas y que no habían sido alcanzadas previamente, pero tampoco surgieron novedades.
Norma Carrizo
También en Comodoro Rivadavia, el 22 de diciembre de 2017, Norma Carrizo -52 años, empleada de comercio- salió de su casa del barrio Pueyrredón, tomó un remis y se bajó en la Avenida Moyano de Rada Tilly. Una cámara alcanzó a tomarla de espaldas y se convirtió en el único registro que hay de ella. No llevó sus documentos, ni su billetera. Tampoco las tarjetas de crédito. Se despidió de su familia con normalidad y, simplemente, desapareció.
“Vivo para la búsqueda, siento que si hay un día que no la busco le estoy faltando a ella. Esta situación no te deja continuar con tu vida… Vos sabés que estás viviendo, estás respirando, pero es como que te quedaste ahí en ese día. No sentís que pasa el tiempo y estás buscando una respuesta que no llega”, asegura su hija Macarena a través de su página de Facebook.
“Cuando nos enteramos de que estaba en Rada Tilly pegamos carteles, fuimos a la Prove, a la playa, consultamos a los vecinos, tocamos una a una las puertas y nadie la había visto. Había muchas casas que estaban en alquiler de temporada, las personas recién llegaban y no tenían ni idea del caso. Los canes fueron 8 días después de que desapareció y estaban desorientados porque en ese lugar ya habían pisado muchas personas”, indicó en una entrevista.
Hasta hoy, la investigación a través de la detección de personas con rasgos similares incluyó a Buenos Aires, Río Gallegos, Chile, Mendoza, Misiones, Trelew, e incluso en Venezuela, pero no hay evidencias concretas de dónde puede estar.
María Magdalena Curaqueo
María Magdalena Curaqueo -56 años, empleada municipal- fue vista por última vez el 23 de febrero de 2018, cuando salió de su vivienda para vender torta fritas en la feria de General Roca, Río Negro, como lo hacía todos los sábados para sumar ingresos en su vivienda que compartía con sus hijas y dos nietos.
Esa noche festejarían el cumpleaños de uno de ellos, pero tras ingresar al predio ferial al mediodía, nada más se supo de ella.
“Mi vieja era alegre y muy solidaria. Con lo poco que tenía, trataba de atender a toda la familia y comprar regalos a sus nietos. A veces iba a la feria a bailar con su hermana. Le gustaba la cumbia y el chamamé”, recuerda Maximiliano, su hijo mayor.
Los investigadores trabajaron sobre varias hipótesis: que ese sábado fue a un festejo en una chacra cercana, que la tenían secuestrada, que se desorientó. Pero fueron descartando todas esas sospechas al no encontrar pruebas, según cuenta Maximiliano.
Seis meses después de su desaparición, el fiscal allanó la casa de María y encontró rastros de sangre, que otros seis meses después la Justicia aseguró que no pudo determinar si eran de la mujer. La sospecha de parte de la familia es que una persona con la que salía la hija con la que convivía pudo hacerle algo. Pero nunca se probó nada de eso.
“A mi vieja la busco con vida. Sé que es difícil, que pasó mucho tiempo, pero en mi corazón la sigo buscando viva”, asegura Maximiliano y remarca que la única seña particular de María es que necesita audífonos para poder escuchar bien.
Ana Zulema Walter
Ana Zulema Walter -67 años, docente jubilada- fue vista por última vez el 1 de junio de 2017 en Viedma, Río Negro, cuando su esposo salió de la casa y al retornar ya no estaba. La investigación posterior confirmó que tomó un taxi para ir a un gimnasio y una testigo aseguró verla caminando hacia un viejo muelle sobre el río Negro. Fruto de una depresión a raíz de una caída en un profundo pozo de 25 metros, la familia hoy sostiene la hipótesis de un suicidio en ese lugar.
“Si me preguntás, nos sentimos muy acompañados durante la búsqueda. Creemos que la buscaron bien y nosotros, como familia, estuvimos acompañados. Pero ese acompañamiento nos llegó tarde. La salud mental sigue siendo un tabú y en el interior del país los médicos hacen maravillas con los escasísimos recursos que tienen. Pienso que necesitamos más presencia del Estado en materia de salud mental”, indicó su hija Mariángeles a La Nación, tras reflexionar su deseo de que “la historia de mi mamá sirva para cambiar algo de eso”.
Mirta Emilia Vera
Mirta Emilia Vera -31 años, empleada doméstica- desapareció el sábado 16 de enero de 2016, en Cipolletti, Río Negro, cuando se dirigía en bicicleta a su trabajo. Vivía junto a su hijo (que hoy tiene 22 años) y su padre que padecía Alzheimer y Parkinson. Dos meses y medio después un llamado a la policía alertó sobre la presencia de prendas en un sector de chacras de la localidad rionegrina, lo que fue confirmado por los investigadores. Pero ese fue el último registro judicial sobre la vida de Mirta Emilia.
Su hermana Graciela tiene la certeza de que fue secuestrada en algún lugar cercano adonde se hallaron las prendas que “tenían manchas de comida y olor a humo, como si las hubiese usado mucho tiempo”, señaló.
La joven cipoleña trabajaba como empleada doméstica en varios lugares y había empezado un curso de electricista para poder seguir progresando y tener una casa propia. “Ella fue madre soltera a los 15 y en ese momento era una chica de 31 años que deseaba ser feliz”, recordó su hermana.
María Florencia Pennacchi
Si bien la desaparición de María Florencia no se produjo en la Patagonia, conmovió a toda la población neuquina por la situación y también por ser ella y su familia muy queridas en la región. La joven -24 años, estudiante de Ciencias Económicas de la UBA- salió del departamento que compartía con su hermano en el barrio de Palermo en Buenos Aires el 16 de marzo de 2005 y se llevó solo su celular y sus llaves. En cambio, dejó su DNI, la plata que tenía en la billetera y las tarjetas de crédito. Nunca más se supo de ella.
Una de las hipótesis más fuertes, que sostienen sus familiares y allegados, es que fue secuestrada e introducida en una red de trata de personas.
La investigación judicial no descarta este razonamiento aunque nada lo prueba ni lo desmiente, por lo que todas las vías de estudio están abiertas.
A 17 años de aquella desaparición, tanto sus familiares como las amistades en Neuquén recuerdan con dolor la ausencia de la joven y replican sus pedidos por algún tipo de información que pueda ser un elemento de nueva búsqueda y esperanza de hallarla.
Sergio Ávalos
El joven Sergio Ávalos –18 años, de Picún Leufú y flamante estudiante de Ciencias Económicas en la Universidad del Comahue– junto a algunos compañeros de la residencia estudiantil que habitaba, ingresó el viernes 13 de junio de 2003 al local bailable Las Palmas, a las 3 de la mañana y fue visto por última vez a las 7 horas.
El año pasado, el diario local La Mañana del Neuquén informó que “mientras más avanzan la querella y la Justicia Federal en la desaparición forzada de Sergio Ávalos, ocurrida la madrugada del 14 de junio de 2003, cada vez son mayores las certezas y responsabilidades de Las Palmas. No obstante, hay amigos del joven estudiante de Picún Leufú que para la querella todavía “no cuentan todo”, por lo que también podrían entrar dentro del núcleo duro de las imputaciones”.
Con la firma del periodista e investigador Guillermo Elía, el artículo recordó que “han pasado 19 años y dos meses desde la desaparición de Sergio, y cuanto más se investiga, más se advierte que estaba todo ahí, en el expediente. ¿Qué pasó? Es complejo. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, hay actores que han resuelto entrar en escena y la oscura trama va quedando a la luz. A lo largo de la investigación periodística de la causa, he podido acceder a ciertos testimonios que han preferido reserva de identidad y que luego, al ver el impacto que generaron, han accedido a declarar ante la Justicia Federal para sumar elementos que son claves para entender, por ejemplo, cómo era Sergio Ávalos o los manejos oscuros de Patricio Sesnich, encargado de Las Palmas”.
Luego la publicación ingresa en el testimonio de uno de los amigos de Sergio Ávalos que esa noche fue a bailar al boliche, Pedro Nahuelpan.
Aquí se puede leer la nota completa para entender lo complejo de esta desaparición: Un amigo brinda un dato revelador de cómo lo desaparecieron a Sergio Ávalos