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A la Argentina le anularon un empate agónico ante Marruecos y perdió en el debut de París 2024

Redacción
Por Redacción
Cristian Medina festeja el gol del empate agónico que una hora y media después se determinó que no fue válido. Foto: Getty Images

La Selección Argentina Sub 23 perdió 2-1 contra Marruecos en su debut en los Juegos Olímpicos de París 2024 en un partido insólito que terminó una hora y media después de los instantes finales del encuentro.

Cristian Medina había convertido el agónico empate luego de más de 16 minutos de tiempo agregado cuando un grupo de hinchas marroquíes invadieron el campo de juego y agredieron con proyectiles a los jugadores argentinos. El partido se suspendió, la gente se retiró de las tribunas y, una hora y media después, los jugadores retornaron a la cancha. Entraron en calor mientras el árbitro revisaba en el VAR si el gol del futbolista de Boca era válido.

Finalmente, se decidió que hubo un fuera de juego por la punta del botín de Bruno Amione, quien cabeceó antes de que Medina convirtiera el tanto de la igualdad. Tras esa determinación, el encuentro se reanudó durante tres minutos y Marruecos se quedó con la victoria.

Las tribunas estuvieron abarrotadas de camisetas rojas. Los africanos colmaron el estadio Geoffroy-Guichard en St. Etienne, que contó con un 80 por ciento de ocupación de una capacidad máxima de 42000 espectadores, y se convirtió en un clima hostil desde un comienzo para el seleccionado nacional.

Con los tres mayores, Nicolás Otamendi, Gerónimo Rulli y Julián Álvarez, campeones del mundo y de la Copa América en Estados Unidos, el plantel que dirige técnicamente Javier Mascherano dio un salto de calidad y asentó a un equipo que sufrió altibajos durante el Preolímpico que los clasificó a este certamen. 

Marruecos, que en los papeles es el rival más difícil de la zona, llevó el encuentro al terreno de la fricción y durante la mayoría del encuentro el juego brilló por su ausencia en ambos equipos.

En este contexto, el conjunto marroquí golpeó en los momentos indicados: en la última jugada del primer tiempo, cuando el reloj marcaba casi 47 minutos de juego, una buena sucesión de pases llegó a los pies del “10”, Ilias Akhomach, el jugador más determinante del partido, que con un taco descolocó a Otamendi y a Julio Soler y habilitó sobre la banda derecha a un compañero para que mande la pelota al centro del área para la llegada de Bilal El Khannouss, que definió solo de frente al arco.

Cuando recién comenzaba el segundo tiempo, Marruecos se mostró más enérgico que la Argentina y enseguida logró estirar la ventaja desde los doce pasos gracias a Soufiame Rahimi. El penal lo provocó Akhomach con una corrida feroz que terminó con un leve empujón de Soler dentro del área y que el árbitro interpretó como falta.

A partir de ese momento, vinieron unos cinco minutos de zozobra para el equipo argentino en el que estuvo desorientado, pero Mascherano movió las piezas y metió a un delantero por un mediocampista; ingresó Giuliano Simeone y se retiró Kevin Zenón. Ese movimiento, sumado a que se retiró Akhomach del campo de fuego por una molestia, cambió el desarrollo del partido y revitalizó a los argentinos. Cerca de los 25 minutos de la segunda etapa, el propio Simeone consiguió el descuento.

Con el nuevo panorama, el entrenador albiceleste metió a Ezequiel Fernández, a quien consideraba titular pero está recién recuperado de una lesión, Bruno Amione en el lateral izquierdo y a Luciano Gondou, el goleador milagroso en el Preolímpico. Un rato después, desarmó la línea de cuatro defensores y salió Joaquín García para que ingrese Claudio Echeverri.

A partir de ahí, el partido fue completamente de Argentina. Presionó a su rival hasta acorralarlo dentro de su área y generó varias situaciones en las que faltó precisión o intervino el arquero Munir El Kajoui, de una actuación destacada en el encuentro. 

Como en el inicio del Preolímpico de Venezuela, donde un equipo armado sobre la hora y muy irregular encontró el empate ante Paraguay, en el debut en los Juegos Olímpicos Cristian Medina de cabeza, al igual que Gondou, convirtió el agónico empate cuando el reloj marcaba más de 16 minutos de tiempo adicionado.

Pero ese festejó quedó ahogado y cuando se reanudó el partido, una hora y media después, ya sin ritmo ni clima futbolístico, el gol fue anulado y el equipo de Mascherano no pudo conseguir el milagro nuevamente.

ATE
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