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Cada vez huimos más de la sangre y el morbo en las noticias

Redacción
Por Redacción
La información es buscada por la población en forma predominante a través del celular, mientras que hacen otras actividades o se espera un turno.

La encuesta dada a conocer hace horas por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Unco indica que en el Alto Valle cae el tiempo que la población dedica a informarse, que aumenta el rechazo a las “noticias negativas” y que el teléfono móvil es el medio que más se usa.

La tendencia mundial de rechazo a las noticias que sólo buscan aumentar el número de visitas a través de hechos policiales, truculentos y morbosos, también se observa en el norte de la Patagonia, más precisamente en 14 localidades del Alto Valle de Río Negro y Neuquén. En esas poblaciones se consultó a un total de 418 personas a través de cuestionarios y métodos científicos. Con el foco puesto en las “prácticas informativas” en la región valletana, el “Observatorio de Comunicación y Temáticas Sociales”de la mencionada Facultad de la Universidad Nacional del Comahue dio a conocer el análisis de las respuestas obtenidas.

En la síntesis del informe, que se puede consultar en forma completa aquí,  se indica que “el tiempo y la energía que las personas que habitan del Alto Valle de Río Negro y Neuquén dedican a informarse decae en todos los medios y en todas las plataformas. La cantidad que evita las noticias, crece. Uno de los factores más importante que aducen es la carga de negatividad que encuentran en la información y las consecuencias que ello implica. El teléfono móvil sigue siendo el aparato que concentra el mayor tiempo de uso. Los sitios de noticias en la web y las redes sociales son los lugares elegidos para acceder a la información, aunque la radio y la televisión se mantienen como medios de referencia.

Asimismo, existen marcadas diferencias entre el modo de consumir de las personas más jóvenes y el de las mayores de 50 años, lo que muestra que la edad es la gran articuladora de las prácticas de consumo. Whastsapp es, entre todas las redes sociales y medios conectivos, la que genera mayor dependencia por parte de la población encuestada. Las redes sociales y los teléfonos móviles son consumos catalogados como “obsesivos”, que una gran mayoría llega a considerar como “adictivos”.

En uno de los segmentos del análisis, con la firma de los especialistas y docentes universitarios Fabián Bergero, Pablo Schleifer y Omar González, se afirma que “en términos relativos, todo parece indicar que las personas encuestadas consumen menos noticias y dedican menos tiempo a la práctica de informarse. El cruce de los datos de este 5 relevamiento con los resultados de los estudios similares realizados en 2018 2 y 2021 3 , brinda una mirada comparativa de estas prácticas y marca tendencias que son analizadas en este documento. En efecto, respecto de los estudios anteriores, la caída del tiempo y la intensidad informativa que verificamos no es un fenómeno local, sino que se detecta a nivel mundial y forma parte de una tendencia creciente. El informe anual Digital News Report del Reuters Institute y la Universidad de Oxford de 2022 documenta ´la desconexión creciente entre el periodismo y el público con fenómenos como una caída en la confianza, un declive en el interés por las noticias y un aumento de quienes las evitan a propósito´. Si bien hay múltiples causas, en nuestro informe exploramos dos: los atributos que se esperan de las informaciones y los efectos que producen las noticias en la gente, que Boczkowski (2022) define como “las emociones” que provoca la experiencia de lectura, escucha o visionado de noticias. En nuestro caso, el informe consigna emociones negativas en la enorme mayoría de los casos. En comparación con las mediciones anteriores, la intensidad del consumo de noticias en 2023 bajó, como se observa en el siguiente gráfico. Si bien la gente dice estar todo el día leyendo, escuchando o mirando noticias en cualquiera de los medios que forman parte de su rutina, no lo hace con la misma intensidad que en 2021 ni que en 2018”.

Respecto de los rituales informativos, “si la gente se concentraba en la búsqueda de noticias, si aparecían en forma incidental (por ejemplo, durante la navegación en redes o en la web) y si era una actividad principal o subsidiaria a otras (cocinar, limpiar, manejar, entre otras)”, los resultados muestran que es menor el número de personas que dedica un tiempo específico a la práctica de buscar y leer/escuchar/mirar noticias. En efecto, “el encuentro con las noticias pareciera ser subsidiario de otras prácticas o casual en cada experiencia de navegación. Lo más interesante en este aspecto es el peso que tiene la edad como articuladora de las rutinas informativas. Mientras que las personas más jóvenes dicen que se encuentran con las noticias mientras navegan (las mujeres más que los varones o los géneros binarios), las mayores afirman dedicar un tiempo específico para estar informadas. Todos los segmentos etarios reconocen que se informan mientras hacen otras cosas”.

En otros de los puntos analizados se observa la caída de espectadores de la televisión como medio de información, la casi desaparición de la lectura en papel de los periódicos (“es una reliquia que atesoran las personas mayores de 60 años, el 88 % de las personas encuestadas dice que nunca o casi nunca lo usa”), el mayor uso del teléfono móvil y las plataformas de Meta (Facebook, Instagram y Whatsapp), entre las más usadas, aunque un sector más joven de la población utiliza Twitter.

“Las noticias parecen ser un consumo común a todos los segmentos etarios en el móvil, mientras que las personas más jóvenes lo usan para casi todo (menos escuchar radio y podcasts), los mayores de 50 lo usan para informarse, escuchar radio, música y mirar videos. Los +60 privilegian las noticias. Y los segmentos etarios de entre 20 y 50, distribuyen sus prácticas entre noticias, mirar videos y series, y jugar (sobre todo los más jóvenes). En suma, una plataforma convergente que parece estar al servicio de cada práctica particular”, indica el informe.

Conclusiones

Textualmente, el informe sostiene como conclusiones del Relevamiento sobre prácticas informativas en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén del 2023:

● La gente encuestada dice dedicar “mucho tiempo” de su día a estar informada, pero no tanto tiempo como el que se registró en mediciones anteriores.

● Es decir que aparece una tendencia a exponerse menos a las noticias.

● Aparece, incluso, un grupo importante que afirma “no consumir noticias”.

● En este sentido, podemos decir que las noticias, por múltiples factores, generan en las personas efectos negativos. Palabras expresadas ante la noción de noticias, tales como preocupación, tristeza, enojo, angustia, indignación, incertidumbre, miedo, desazón, hartazgo, ansiedad, decepción o impotencia, contrastan fuertemente con otras expresiones más positivas como interés, información, esperanza, conocimiento o simplemente “nada”.

● La edad -más que las identidades de género- determinan una diferenciación muy marcada en los tiempos y rituales informativos. Son las personas jóvenes las que dicen encontrarse con las noticias mientras navegan en redes o realizan otras actividades online, en contraste con las mayores de 35 que afirman concentrarse en el consumo informativo.

● Los horarios preferidos son, en consecuencia, el mediodía y el inicio de la noche, que es cuando se emiten tradicionales audiciones/programas informativos en radio y televisión.

● Las redes sociales y los sitios de noticias en la web, pero también la radio y la televisión, son los medios elegidos por las personas encuestadas para encontrarse con la información. Un cuarteto que se mantiene casi inalterable desde nuestras mediciones de 2018.

● El teléfono móvil sigue siendo la plataforma clave para casi todas las prácticas culturales. Incluso la de estar informados. Pero lo es aún más que en mediciones anteriores: la tendencia creciente es clara. La TV y la radio, bajan con respecto al 2021, año de la pandemia y del encierro.

● Las personas más jóvenes usan el móvil para casi todo (menos escuchar radio y podcasts), los mayores de 50 para informarse, escuchar radio, música y mirar videos. Los +60 privilegian las noticias. Los segmentos etarios de entre 20 y 50, distribuyen sus prácticas entre noticias, mirar videos y series, y jugar. Una plataforma convergente que parece estar al servicio de cada práctica particular.

● Twitter es la red elegida por las personas encuestadas para estar informadas. Están prendidos “constantemente” a la plataforma del pájaro azul. Más atrás, Facebook e Instagram.

● Nuevamente acá, la edad marca diferencias: las personas jóvenes apuestan por Instagram para informarse y las mayores, por sistemas de chat como Whatsapp.

● Sin embargo, hay un acuerdo general del 65 % de la gente en que la red “imprescindible” para desenvolverse diariamente es Whatsapp.

● La escucha de podcast y la lectura de newsletters es muy baja. En el primer caso, apenas pasa el 30 % y en el segundo, esos boletines informativos son consumidos por un 20 %.

● Las personas encuestadas consideran que los principales atributos que debe tener la información son: consignar la fuente de donde viene la información, la necesidad de que sea creíble y que refleje la realidad del entorno.

● Aquí la edad también establece diferencias: mientras que las personas más jóvenes dicen que los valores son que “sea importante” y que “sea creíble”, las personas mayores se inclinan por la credibilidad y por la cantidad de fuentes de la información.

ATE
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