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ChatGPT y su sed insaciable: el grave impacto ambiental de la inteligencia artificial

Redacción
Por Redacción
ChatGPT-3 consume alrededor de dos litros de agua para realizar entre 10 y 50 consultas, según investigadores. Foto: EL PAÍS

Un grupo de investigadores reveló que el uso del chatbot ChatGPT-3, desarrollado por OpenAI, genera un impacto ambiental significativo, equivalente a entre 10 y 50 consultas con un consumo de aproximadamente dos litros de agua. Esta cifra cuadruplica las estimaciones previas, evidenciando el creciente costo ambiental asociado a su uso.

La inteligencia artificial, en especial modelos de lenguaje como ChatGPT, requiere enormes recursos energéticos, tanto para su entrenamiento como para su funcionamiento diario. 

Los centros de datos que alojan estos modelos no solo demandan grandes cantidades de energía, sino que también generan mucho calor durante sus operaciones, lo que a su vez incrementa la necesidad de sistemas de refrigeración para garantizar su eficiencia y rendimiento. Este proceso de enfriamiento, a menudo, implica un alto consumo de agua potable, ya que las impurezas en el agua no tratada pueden dañar los servidores.

Investigaciones anteriores ya habían señalado que una consulta en ChatGPT consume tres veces más energía que una búsqueda en Google. Recientemente, estudios realizados por investigadores de la Universidad de Riverside y la Universidad de Arlington profundizaron sobre este tema, revelando el uso de agua durante el entrenamiento de modelos de lenguaje a gran escala. En particular, el modelo GPT-3, que opera con 175 mil millones de parámetros, puede consumir hasta 700 mil litros de agua durante su entrenamiento.

Nuevas cifras indican que cada respuesta a solicitudes simples requiere 500 ml de agua, una cantidad que podría aumentar con la implementación de versiones más avanzadas, como GPT-4. Esta última, lanzada en marzo de 2023, exige 519 ml de agua para generar un correo electrónico de sólo cien palabras.

Las cañerías que llevan agua para refrigerar los sistemas en Douglas County, donde Google tiene un centro de cómputos. Foto: Google

Los centros de datos en Estados Unidos, que albergan más de 5.000 instalaciones, son los mayores consumidores de agua del mundo. Se estima que las nuevas construcciones en el país podrían necesitar la misma cantidad de agua que 500 mil personas en los próximos cinco años. 

Mientras tanto, las grandes empresas tecnológicas reportaron aumentos significativos en su consumo de agua, con incrementos del 17% para Google y Meta, y un 22.5% para Microsoft. Amazon, por su parte, fue un poco más reservada en cuanto a sus cifras de consumo hídrico.

Los expertos sugieren que las empresas de inteligencia artificial deberían explorar modelos alternativos y optimizar sus algoritmos para reducir su huella de carbono. 

Algunas compañías, como Google, están implementando sistemas de inteligencia artificial para mejorar la eficiencia del consumo energético en sus centros de datos, Digital Realty comenzó a utilizar agua de lluvia e Iceotopedesarrolló un sistema de refrigeración que no requiere agua, capturando casi todo el calor generado por los servidores.

ATE
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