En los últimos diez años, los incendios forestales arrasaron 147.870 hectáreas de bosques en la cordillera de Chubut, dejando una huella imborrable en el paisaje y en las comunidades locales. La cifra es difícil de imaginar, pero equivale a siete veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires o más del doble del territorio de Comodoro Rivadavia.
La sucesión de incendios forestales en la última década refleja la magnitud del desastre ambiental. En 2015, un incendio en Cholila consumió 2.516 hectáreas, mientras que un año después, las llamas devastaron 13.289 hectáreas en Cushamen y Futaleufú.
En 2020, Esquel fue escenario de un incendio que quemó 6.293 hectáreas, y un año después, más de 17.841 hectáreas fueron arrasadas en la Comarca Andina. Los últimos años fueron especialmente críticos: entre 2022 y 2024, incendios de gran magnitud destruyeron 80.292 hectáreas en los Bosques Andinos, 18.854 hectáreas en el Parque Nacional Los Alerces y 6.985 hectáreas en Río Pico.
Este 2025 no comenzó mejor. Este miércoles, un incendio de rápida expansión se desató en Epuyén, consumiendo más de 1.800 hectáreas en apenas cinco horas y obligando a evacuar a 200 familias.
El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, encabezó una conferencia de prensa el jueves para informar sobre el incendio en Epuyén. “Recién sobrevolamos la zona y, por suerte, podemos decir que la parte comprometida de la zona urbana está controlada. No hay viviendas ni vecinos de la localidad que corran peligro”, aseguró.
Sin embargo, las pérdidas materiales son significativas. “Tuvimos que lamentar que 50 viviendas fueron arrasadas por el fuego y esas familias lo perdieron todo. Desde el Gobierno provincial vamos a brindarles asistencia para reconstruir lo perdido”, expresó el mandatario.
Sobre el origen del incendio, el gobernador señaló: “Todavía no se conocen las causas. Podría haber sido intencional”. La provincia enfrenta ahora no solo el desafío de contener los focos activos, sino también el de investigar las posibles responsabilidades detrás de una tragedia que se suma a una larga lista de incendios devastadores en la región.