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Cómo estudiarán a los pingüinos desde un robot a control remoto

María Morinelli
Por María Morinelli
El vehículo fue probado en Bariloche, llevado a la Base Marambio y retornará en Octubre a la Antártida con más aplicaciones. (Foto: Min. de Defensa)

La tecnología argentina en vehículos no tripulados avanza aportando tecnología a los estudios en la Antártida. El detalle de cómo lo harán.

Ya no será necesario que los equipos científicos argentinos luchen contra el frío, el viento y la nieve de la Antártida para profundizar sus estudios en las colonias de pingüinos. Un vehículo no tripulado, manejado a control remoto a 30 kilómetros de distancia lo hará por ellos. Un desarrollo de la tecnología argentina que avanza velozmente.

El auto “tiene múltiples usos como facilitar el conteo de colonias de pingüinos, los investigadores podrán operar el vehículo a distancia a través de las cámaras y dejar todo grabado. A través de inteligencia artificial le estamos enseñando cuáles son las siete especies de pingüinos que tenemos”, indicó Sebastián Mirich, CEO de American Robotics, la empresa argentina encargada del desarrollo del equipo. “Hoy el conteo de las colonias se hace a mano y de lejos, en circunstancias climáticas difíciles y con especies de pingüinos agresivos, como el emperador, al que los científicos mucho no se pueden acercar”, agregó.

Se trata del vehículo de exploración Skua que se desplaza en suelo antártico donde el paisaje tiene pocas diferencias y la orientación es compleja. Está equipado con cámaras térmicas y ópticas de largo alcance y de cercanía de 360° para la navegación, sensores de calidad del aire, temperatura y derrames, además de que el sistema no tripulado puede transmitir toda la información a antenas a más de 30 kilómetros, dar apoyo científico y de búsqueda y rescate.

Tras una primera prueba en suelo antártico, volverá en octubre para continuar con la experiencia, en este caso con la incorporación de un geo-radar que permitirá medir las grietas del suelo y así garantizar el tránsito de vehículos tripulados por las diferentes regiones donde se encuentran las bases argentinas.

Todo el desarrollo, realizado primero en Gualeguaychú, Entre Ríos, también incluyó una serie de pruebas exigentes en el cerro Tronador de Bariloche, en un trabajo conjunto de la firma con la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) del Ejército Argentino y el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar).

Cómo estudiarán a los pingüinos desde un robot a control remoto
Tras las pruebas realizadas en la Antártida, retornará a ese lugar en octubre para sumar más prestaciones. (Foto: Facebook)

Para el estudio de las grietas profundas con que se pueden encontrar los vehículos en el suelo antártico “el robot se ubicará unos metros hacia adelante para analizar si hay aire debajo de la nieve y que advierte rápidamente a los otros vehículos. Una de las tareas fundamentales es que el Skua realice mapas de grietas”, detalló Mirich.

Los ingenieros y diseñadores industriales de la empresa están desarrollando un segundo vehículo llamado Mula, de mayor tamaño y con otras funciones, en especial de carga. “Puede trasladar fácilmente 2.000 kilos y arrastrar 6 toneladas -adelantó Mirich- porque tiene mucha fuerza, la de dos motores de camión”.

Pero al igual que Skua, Mula puede adaptarse a distintas funciones como búsqueda y rescate, transporte de heridos y “convertirse en un robot bombero si se le colocan los cañones de disparos de agua que se pueden controlar a distancia”, señaló el CEO de American Robotics.

La capacidad de esta tecnología de adaptarse a distintas funciones y necesidades llevó a la cartera que dirige Jorge Taiana a crear el Programa de Desarrollo de Sistemas No Tripulados para la Defensa. “El uso de estos sistemas ha ido acrecentándose en todo el mundo, tanto en la órbita civil como en la órbita militar”, aseguró la secretaria de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Daniela Castro.

Según la funcionaria, “como todo sistema, utiliza una serie de tecnologías por lo que hay una cantidad de disciplinas involucradas en estos desarrollos en los Argentina tiene capacidades que puede incrementar a partir de los proyectos con los que contamos”. Castro añadió que los sistemas no tripulados están considerados dentro de la directiva de política de defensa actual, y que al momento hay 13 proyectos en análisis y desarrollo para tierra, aire y agua que cuentan con el financiamiento del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef).

Además de brindar funciones específicas de vigilancia y control de espacios de jurisdicción nacional, reconocimiento y transporte de carga útiles, otro de los propósitos “es permitir el desarrollo y dominio nacional de ciertas tecnologías transversales y contribuir de esta manera a incrementar la soberanía nacional”, expresó el director de Normalización, Certificación y Nuevos Productos del Ministerio de Defensa, Federico Di Venanzio.

ATE
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Periodista, docente e investigadora. Vive en la Comarca Andina de Río Negro y Chubut.
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