Como si fuera uno de nuestros cóndores o jotes, sólo con las alas de su planeador y en absoluto silencio, la neuquina Paula Drazul llegó -como nadie antes en la Argentina- a los 3260 metros de altura. Esta pasión por el vuelo la llevó a recorrer los cielos de diferentes lugares de la Argentina y el mundo, pero siempre le gusta salir y volver al Aeroclub de Cutral Có, en el centro de la provincia del Neuquén.
Ella misma, en la entrevista que acompaña esta nota contó que el desafío consisten en recorrer la mayor cantidad de kilómetros y lograr la mayor altura y que la marca alcanzada supera en 500 metros a otra realizada por un hombre.
La similitud del vuelo con el planeador al que realizan las aves es asombrosa y también es impactante el paisaje que se observa desde las alturas, según indicó. Ningún vuelo es igual a otro, confesó Paula, y recordó cada uno de los lugares que se observan desde lo alto, tanto en la meseta como en la precordillera neuquina. En la región, lagos como Los Barreales o Ramos Mexía en El Chocón, o las ciudades y yacimientos en la cuenta de Vaca Muerta, son elementos que identifican la visión desde el planeador.
El entrecruzamiento de las formas de las bardas y la geografía neuquina con el trazado recto de los caminos que utiliza la industria petrolera es otro de los panoramas sin igual que se pueden disfrutar desde el aire, comentó.
También, la pilota neuquina informó que junto a ella, otras dos mujeres de la localidad de Azul, son las únicas que en el país practican esta actividad. En su caso, ya ha participado de competencias nacionales e internacionales “siempre a pulmón” e incentivó a que otras mujeres se sumen a volar en planeador, contactándose personalmente o a través de las redes sociales con la entidad cutralquense.