La población de la capital española miró con asombro una forma de vida típica de las zonas cordilleranas del sur argentino. Imágenes increíbles y el relato Tato Moreno del gestor de esa movida.
Como si fuera un tramo de la Ruta 40 o una huella por la cordillera del Viento, el centro de Madrid fue cruzado por un arreo de miles de ovejas que mostró la práctica de la trashumancia para buscar los mejores pastos. El registro del pastor español Suso Garzón y el matrimonio mendocino de Eliseo Parada y Juana Moyano, cruzando por las emblemáticas calles de la capital española, pertenecen al cineasta Tato Moreno, en diálogo con Pasó Hoy.
Pero para llegar a esta sorpresa mundial de ver tantos animales caminando mansamente por la historia madrileña y los medios de comunicación europeos, hay que saber que Moreno ya filmó un documental sobre la “veranada” de Eliseo y Juana, saliendo de la zona de Malargüe hacia la cordillera. Esa película llamada “Arreo” se ha transformado en un ícono de la difusión de la trashumancia que se realiza en forma igual desde hace cientos de años en la zona norte de Neuquén y el sur mendocino. Algo similar a los que hacen en España y otros países, según contó Moreno.
El cineasta recordó que “Arreo” fue filmado hace diez años, en un gran esfuerzo de él y su esposa que acompañaron por meses esa recorrida de Eliseo y Juana junto a sus hijos hacia las alturas donde la nieve dejó los mejores pastos para su majada. A partir de allí y con el recorrido del documental por todo el mundo, comenzó a tomar contacto con crianceros o pastores de otras regiones del mundo que mantienen una práctica ancestral de recorrida de lugares en determinadas épocas del año para alimentar a sus animales.
Así surgió la idea de rodar “Trashumantes” que será ese encuentro de costumbres y tradiciones que se unen y diferencian, entre nuestra región y la española. Para visibilizar la práctica de la trashumancia decidió partir con la pareja mendocina hacia España, conocer a Suso y también encabezar esta muestra de la trashumancia en Madrid.
Un elemento que sí diferencia las realidades de crianceros de España y nuestra región es que allá se han establecido las llamadas «Vías pecuarias» que son los caminos o senderos por donde pasa año tras año el arreo de los animales. Allí está prohibido el tránsito de vehículos. En nuestras provincias, las zonas por donde se trasladan los crianceros con sus animales se comparten con el tránsito y -en muchos casos- se utilizó esos caminos para hacer rutas y asfaltarlas, sacando de la prioridad a los veranadores y generando un obstáculo tanto en productores como en turistas o vecinos que usan esas rutas.
A partir de ahora será el trabajo de post producción, edición y finalización de un trabajo fílmico que –como sucedió con Arreo- impactará por el contenido de una vida que es tan característica de nuestros crianceros y crianceras del norte neuquino, del sur mendocino y de tantos lugares del mundo.