Estuvimos en el lugar donde entrenadoras y perros de asistencia consiguen que el amor, el adiestramiento, la disciplina y las relaciones humanas se transformen en lazos de vida. Mirá el video con las entrevistas.
Bocalán es un lugar donde ya al abrir sus puertas se respira otro clima, un aire que viene desde el amor humano y animal y continúa hacia otros seres que requieren de una asistencia. ¿Puede un perro labrador abrir y cerrar puertas para mí, que tengo la vida en silla de ruedas? ¿Puede un perro controlar las posibles fugas de mi hijo que tiene síndrome de autismo? ¿Cómo se hace para entrenar a un animal que puede ser el “mejor amigo” y “el brazo derecho” de una persona con discapacidad?
Estas y otras preguntas me hice cada vez que escuché hablar o vi cómo actúan los llamados perros de asistencia, esos seres que tienen una mirada permanente con las personas y parece que adivinaran lo que necesitan, cómo asistirlos, de qué manera acompañar todo un día a esa persona.
Y siempre creí que el lugar donde se los entrenara y las personas que lo hacen deberían de ser muy especiales, con una gran dosis de sabiduría y disciplina a la hora de adiestrar a un cachorro, pero también con un idioma especial de relación con los perros y las personas que requieren de asistencia. Y no me equivoqué cuando tomé contacto con Bocalán.
La entidad civil sin fines de lucro es un paraíso donde crece, se desarrolla y parte a su tarea cada uno de los 40 perros ya entrenados para asistir y dar más autonomía a niños menores de 10 años con CEA, personas con movilidad reducida o con otras discapacidades. En ese mágico mundo nos recibieron Yanina Vargas, Gabriela Vega y Fernanda López Ayala, y amamos profundamente a sus perros Torino, Keka y Budín.
Bocalán tiene como objetivo central fomentar la inclusión social y autonomía de las personas con discapacidad mediante el entrenamiento y entrega de Perros de Asistencia, y el desarrollo de intervenciones asistidas con animales. Ese objetivo central se observa en su centro de entrenamiento (Fonrouge 758, Villa Luro, CABA) porque constantemente el aire se conforma de una gran dosis de amor, otra de disciplina y conocimiento en el entrenamiento canino, otra gran dosis de sensibilidad y profesionalismo con respecto a la asistencia que puede requerir una persona con determinada discapacidad. Ese aire llena los pulmones y el alma.
Para ampliar la información, realizar consultas o ver cómo se puede colaborar con esta Asociación Civil sin fines de lucro, aquí dejamos la dirección de la página de Bocalán.
Aquí les comparto el video con las charlas que tuvimos con Yanina (que estaba con su perro Torino) y con Gabriela (con su perra Keka) y pudimos filmar cómo Fernanda entrenaba al hermoso Budín.
¡Hasta la próxima!