Desde hace tres años se construye en las grandes alturas de los Andes un sistema de monitoreo de la actividad de los cinco volcanes neuquinos para tener una información precisa y al instante de lo que sucede en su interior. La red de monitoreo es una tarea conjunta del gobierno Provincial, el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) y las universidades del Comahue y Río Negro, entre otros organismos.
En esa planificación puesta en marcha en 2021, se instalaron equipos en los volcanes Copahue, Lanín y Complejo Volcánico Laguna del Maule, mientras que en las últimas horas comenzó la colocación en Tromen y Domuyo, en el norte provincial.
Monitoreo
“Es muy importante tener monitoreados los volcanes y también compartir la información con Chile porque esto lleva tranquilidad o no, depende del evento que tenga el volcán. Por ejemplo, hoy estamos recibiendo información del volcán Villarrica de Chile, sabemos que está con actividad permanente. Esa información la recibimos todos los días”, detalló el titular de Defensa Civil provincial, Martín Giusti.
El funcionario sostuvo que el equipamiento “permite cuidar a los pobladores locales y a los turistas que estén recorriendo cada sector. Nos ayuda a tener capacitaciones, a explicarle a la gente cómo funciona un volcán, tener prevenciones, en volcanes activos tener planes de contingencia se les explica vías de evacuación, tareas en conjunto con los gobiernos locales para abordar situaciones adversas. Es una muy buena herramienta tener estos equipamientos en los volcanes y terminar con los 5 volcanes que requería Nación que estén monitoreados”.
La vigilancia incluye GPS, antenas satelitales, sismógrafos, nodos, antenas de comunicación satelital con carga de baterías y paneles solares. “Todo esto queda armado a 3000 metros de altura”, afirmó.
Información
El monitoreo es posible a partir de las distintas estaciones que rodean a los volcanes (en el caso de Domuyo contará con cinco, y Tromen, con cuatro) que miden distintos parámetros, imágenes y distinta información que luego llega a los servidores de Defensa Civil, OPTIC y al SEGEMAR, en donde se monitorea las 24 horas la actividad volcánica. Sobre ello generan reportes que se articulan con el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo.
“Contamos con tecnología de punta, y trabajamos a unos 3000 metros de altura para tener monitoreados los volcanes con estas cinco redes que van transmitiendo hacia Buenos Aires, teniendo información local, todo el movimiento de los volcanes”, aseguró Giusti y destacó la mano de obra local que vehiculiza esta labor.
El más activo
El volcán Copahue es el más activo en la provincia del Neuquén y allí se instaló a principios de este año el primer telescopio de muones de Latinoamérica que permite “hacer una ´radiografía´ del macizo más activo del país y estudiar más detalladamente su estructura interior a partir de una novedosa técnica en el campo de la vulcanología”, señaló el SEGEMAR.
El director del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) del SEGEMAR, Sebastián García, precisó que el telescopio de muones (partículas subatómicas que no se descomponen en otras) “forma parte de un proyecto de investigación para la aplicación de una nueva metodología, en el campo de la volcanología que va a permitir intentar comprender el interior del cráter del volcán y hacer inferencias sobre su comportamiento”.
Con la radiografía de muones se puede caracterizar la estructura de un volcán: si la densidad es muy baja, quiere decir que posee una roca que ha sido alterada o que tiene muchas fracturas y, por lo tanto, se trataría de un volcán mecánicamente frágil con tendencia a un colapso.
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