En lo que va de 2024 se encontraron un total de 71 ballenas francas australes muertas en la costa de Península Valdés, Chubut, un número que marca un preocupante incremento en comparación con los años anteriores. La mayoría de estos casos corresponden a ballenatos, lo que genera inquietud entre especialistas y comunidades locales debido a su posible relación con la marea roja, un fenómeno tóxico natural.
El monitoreo sanitario de Chubut reveló que del total de ejemplares muertos, 53 son ballenatos y 18 adultos. Gabriela Bellazzi, presidenta del Concejo Deliberante de Puerto Pirámides y miembro de la red de varamientos, señaló que la marea roja, que produce una toxina en el mar, podría ser la causa de estas muertes. Esta toxina, provocada por el aumento de temperaturas marinas en primavera, se acumula en los organismos de los que se alimentan las ballenas, exponiéndolas a niveles letales. Bellazzi explicó que aunque se trata de un fenómeno natural que ocurre en mares de todo el mundo, el calentamiento global puede estar aumentando su frecuencia.
Además de las preocupaciones sanitarias, la acumulación de ballenas varadas en las costas plantea serios desafíos logísticos y ambientales. Las organizaciones locales, junto con empresas de avistaje, colaboran para reubicar los cuerpos y evitar que lleguen a las playas turísticas. Sin embargo, el proceso es complicado, ya que la descomposición de estos animales genera gases que pueden causar explosiones, dificultando el manejo de los restos.
Bellazzi advirtió a los residentes y turistas que eviten acercarse a las ballenas varadas y recomendó mantener a las mascotas alejadas de los restos debido al peligro potencial de la toxina para otros animales.