Días atrás hablamos sobre la corrupción. Decíamos que la corrupción es abuso, es desvío, es el uso indebido para beneficio propio de lo que una persona tiene a su alcance debido a la función pública que desempeña.
Nos vamos a focalizar en la corrupción pública, la corrupción política, aunque, por supuesto, sabemos que también existe corrupción en el ámbito privado.
Corrupción, corromper, es degradar, es debilitar, es alterar la esencia y el destino auténtico de las cosas. Corromper es ennegrecer, opacar, ensuciar. Esta semana, la palabra clave ha sido «corrupción«. Existen sospechas de corrupción, presuntos hechos de corrupción y decisiones de investigar la presunta corrupción.
Por supuesto, también hemos sido testigos de falsas reacciones ante la posible corrupción: sorpresa teatralizada, escándalo fingido. Sabemos bien quiénes son y está claro que no les creemos. Quedan expuestos como burdos actores de una obra sin espectadores ni aplausos.
En una sesión cargada de tensión y reproches, el Senado expulsó este jueves al peronista disidente Edgardo Kueider, detenido la semana pasada en Paraguay junto a su secretaria y más de 200.000 dólares sin declarar. De manera paralela, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado ordenó más de una decena de allanamientos en propiedades vinculadas al senador Kueider en Concordia y Paraná, en la provincia de Entre Ríos, así como en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.
La jueza de San Isidro investiga a Kueider por presunto enriquecimiento ilícito, en un expediente derivado de la causa Securitas, que involucra el pago de sobornos a organismos públicos, como ENERSA (Energía de Entre Ríos Sociedad Anónima), donde Kueider ocupó un cargo directivo.
El senador solicitó que la causa pase al fuero federal y se aleje de la jurisdicción provincial, pero aún no ha habido resolución al respecto.
Mientras tanto, respira Oscar Parrilli. El oficialismo no logró tratar su suspensión en la Cámara. No consiguió los votos necesarios para tratar la suspensión del legislador neuquino, otrora menemista y hoy kirchnerista, procesado por el Memorándum con Irán. El neuquino expresó su euforia de manera pública, y, como suele suceder en el kirchnerismo devaluado, la reacción llegó desde su dedo índice, con un gesto de “fuck you” hacia sus rivales.
Recordemos que Oscar Parrilli fue secretario general de la Presidencia de Néstor Kirchner y también el secretario de Inteligencia que cambió el nombre de la SIDE por AFI. No obstante, su labor trascendió más como asistente de los mandatos de Cristina Kirchner, especialmente inmortalizado por aquellos audios en los que la jefa lo destrataba un poco.
Cabe recordar que el Memorándum con Irán es un acuerdo firmado por el excanciller Héctor Timerman y su par iraní, a través del cual la nación asiática se comprometía a que los acusados del atentado a la AMIA declararan ante el juez argentino que llevaba la causa, Rodolfo Corral. Este pacto debía ser aprobado en ambos países, pero solo ocurrió en Argentina.
Y si de escándalos hablamos, no podemos dejar de lado el nuevo culebrón protagonizado por Mariano Mansilla y la diputada Nadia Márquez. El exdiputado aseguró que existe una supuesta complicidad entre los hermanos Ruiz, Gloria y Pablo, luego de presentar una denuncia penal en la fiscalía relacionada con el armado de una estructura de corrupción. Esto refleja las tensiones políticas dentro de la provincia de Neuquén y el partido La Libertad Avanza.
Mansilla acusó a Márquez y su entorno de presuntas irregularidades vinculadas al manejo político en la Legislatura, señalando especialmente sus vínculos con la también cuestionada Gloria Ruiz, lo que generó críticas internas sobre la transparencia y las alianzas partidarias.
Veremos cómo actúa la justicia ante esta denuncia. ¿Tendrá la misma premura que con Gloria Ruiz?
Estas tensiones reflejan los conflictos mayores en Neuquén, donde las disputas políticas giran en torno a cuestiones clave como la representación parlamentaria y la transparencia institucional.
“Ya empiezan a circular denuncias anónimas de distintos funcionarios. Se agita el lavado de los trapos sucios de la política”. Lo que se está viviendo en estas horas en Neuquén es absolutamente inexplicable, supera cualquier fantasía, cualquier guión de novela grotesca. No nos equivocamos si decimos que lo que presenciamos es patético. Nos deja perplejos y nos quita la capacidad de comprensión. Honestamente, nos cuesta mucho entender lo que está pasando, justificarlo o darle un sentido o contenido. Es francamente una mala sorpresa lo que estamos viendo.
En varias reflexiones que compartimos en los últimos días, exhortamos a la racionalidad, al respeto institucional, a pensar en la calidad democrática y en tener un poco de vergüenza por el daño profundo a las instituciones y a la confianza pública. No podemos ocultar la profunda pena que sentimos.
La citación de ayer viernes a la señora Gloria Ruiz para dar explicaciones sobre los hechos identificados por la Comisión Investigadora era una buena oportunidad para actuar con madurez política, con responsabilidad y transparencia. Bastaba, creo, con dar alguna respuesta a cada uno de los hechos señalados por los diputados en función de investigar. Bastaba con decir y probar que todo sería mentira, si así fuera. Esa era la oportunidad. Y allí debía brillar la calidad de la defensa elegida, el asesoramiento legal y profesional para superar este momento.
Pero, como ya dijimos, en ocasiones la defensa es peor que los hechos acusados sobre los que una persona debería dar explicaciones. Gloria Argentina Ruiz eligió, en mi opinión, la peor de las defensas, la peor de todas, considerando que ella es una persona pública, política, elegida popularmente para ocupar un cargo de gran relevancia. Esa decisión popular le otorga mayores deberes y responsabilidades, no una posición de privilegio, como parece demostrar con sus acciones, actitudes y silencios. Gloria se ha equivocado gravemente al guardar silencio. Pero peor aún ha sido su comportamiento cuando decidió hablar.
Cuesta creer que los dichos públicos de la señora Ruiz tengan coherencia dentro de una estrategia de defensa. Cuesta creer que las explosiones de declaraciones aisladas tengan una lógica o estén dentro de una defensa reflexiva. Solo debía explicar.
En cambio, ha atacado y lanzado amenazas que rayan en lo mafioso y oscuro. Jueves y viernes conocimos declaraciones y videos de Gloria Argentina Ruiz, confusos, con un contenido provocador y amenazante que honestamente nadie esperaba ni se necesita en estos momentos. Bastaba con respeto, explicación e información.
En lugar de explicar los graves hechos señalados, más los hechos sumados de su gestión anterior como intendenta de Plottier, la señora Ruiz sugirió al gobernador renunciar junto con ella y realizar elecciones. ¿Lo entienden?
Ahora resulta que Gloria Ruiz estaría dispuesta a renunciar, seguramente agobiada por los temas que no puede explicar. Parece que quiere compartir la vergüenza y la sanción social, y llevarse a alguien con ella. Insisto, vean cómo una pretendida defensa muestra miserias mucho peores que los hechos sobre los que se piden explicaciones.
Habrá desesperación, no lo descartamos, pero a las personas elegidas para determinados cargos públicos no les está permitido este circo. El perfil que esperamos debe darles la serenidad y la madurez para saber cómo enfrentar las presiones y cumplir con el mandato de transparencia y cumplimiento de normas.
Y así como ha sido desafortunado el desempeño de Gloria Ruiz, peor ha sido lo que vimos de sus asesores legales en la entrevista en la Legislatura. Las respuestas de los abogados a los legisladores provinciales fueron más propias de una pelea sin reglas entre personas alteradas que del deber profesional de brindar orientación jurídica y desalentar pasiones equivocadas de sus clientes, como dictan las normas éticas que los abogados deben cumplir.
Pero claro, ¿qué norma ética va a cumplir un abogado que ni siquiera está inscripto en el Colegio de Abogados de Neuquén, lo que significa que sus faltas éticas no pueden ser sancionadas aquí?
Casi parece que la elección de Gloria Ruiz de sus abogados fue para que pudieran hacer y decir cualquier cosa, sin exponerse a un control ético por parte de la organización de abogados.
Le reprochan la falta de ética a Gloria Argentina Ruiz, pero se vale de abogados que no cumplen con la ética profesional. El desempeño de los abogados que acompañaron a Gloria Ruiz a la reunión de la Comisión A, con actitud ligera, burlona, soberbia y desinteresada, no hizo más que poner toda esta grotesca y preocupante situación institucional varios escalones más abajo del nivel serio y responsable que debió haber existido.
Da mucha pena. Créeme, lo que estamos viviendo y el daño estructural que han provocado. Neuquén está en todos los medios nacionales con malas noticias, esas que socavan la seguridad jurídica, económica y política, que son la base de los proyectos con potencial para el desarrollo y la calidad de vida.
Da mucha pena y no merecemos que los responsables transiten esto sin sanción institucional ni social. El repudio social debe ser sentido para todas las personas que hayan participado y se hayan beneficiado de alguna manera de todas las irregularidades en investigación en la Legislatura y en la Justicia.
Parte de la estrategia de esta señora es decir que aquellos que la juzgan son iguales o peores una vez juzgada su conducta que harán aquellos que también tienen una conducta similar que a partir de un cargo se empoderan para beneficiar a familiares y amigos.
Nos da mucha pena, pero debe haber castigo y repudio social.