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Cristina se despidió: «No me voy a ningún lado, saben dónde encontrarme»

Redacción
Por Redacción

Emotiva y con una carga alta de simbolismo, Cristina Fernández de Kirchner se despidió de los trabajadores del Senado, asegurando que no se alejará de la política a pesar de su retirada de la Vicepresidencia de la Nación y de la Presidencia de la Cámara Alta.

Cristina Kirchner, se dirigió a los empleados del Senado con un mensaje claro: “No me voy a ningún lado, ya saben dónde encontrarme”. Con estas palabras, reafirmó su compromiso continuo con la política, anticipando su rol activo desde el Instituto Patria, ubicado cerca del Congreso.

Con el cambio de mando previsto para el 10 de diciembre, cuando Javier Milei y Victoria Villarruel asuman la Presidencia y Vicepresidencia de la Nación, Kirchner comenzará a delinear su futuro político. A pesar de alejarse de cargos oficiales, su influencia parece estar lejos de disminuir.

Hace pocos días advirtió sobre las consecuencias de una posible «estanflación» en el corto plazo bajo la nueva administración, expresando sus preocupaciones sobre el impacto económico negativo en la sociedad argentina, calificándolo como una «catástrofe social».

En un reciente encuentro en el Museo Evita, Kirchner se reunió con legisladores de Unión por la Patria, instando a respetar la institucionalidad y la línea sucesoria. Subrayó que la Presidencia Provisional del Senado debería quedar en manos de legisladores de La Libertad Avanza, destacando la importancia de la pluralidad y el respeto institucional en el Congreso.

La despedida de Cristina se produce en un momento complejo, con negociaciones en curso entre el kirchnerismo y la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, sobre cargos importantes en el Senado, donde hay una preocupación palpable entre los empleados legislativos sobre posibles recortes de personal y cambios bajo la nueva administración.

En su última sesión como presidenta del Senado, Kirchner tomará juramento a los nuevos senadores y elegirá a las nuevas autoridades de la Cámara. Su discurso de despedida no solo sirvió como un adiós a su rol actual, sino también como una promesa de su continua presencia e influencia en la política argentina, aún alejándose de la primera línea.

ATE
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