Ad image

Desclasificaron documentos sobre ovnis en Neuquén y San Juan

Sergio Sarachu
Por Sergio Sarachu
La documentación a la que tuvo acceso CEFORA es contundente. El fenómeno toma dimensiones científicas impensadas.

Impactantes testimonios sobre avistamientos de objetos sobre el Alto Valle de Río Negro y Neuquén y ahora se suma la información «confidencial» que obtuvo la Comisión de Estudios del Fenómeno Ovni en Argentina (CEFORA). Mirá la entrevista con su titular.

Tras varios años de hurgar entre documentos y testimonios, de solicitar formalmente el acceso a la información, dos hojas cruzadas con la inscripción en rojo “Confidencial” pusieron en superficie el caso impactante de un objeto que conmocionó a los habitantes de la localidad sanjuanina de El Ramblón. Allí, en la noche nublada del 12 de julio de 1978, un  jefe de estación de ferrocarril, una patrulla policial y numerosos vecinos dieron testimonio oficial sobre la presencia de un objeto en forma de “plato invertido” que emanaba una luz que “hacía de día” el lugar, interrumpía todas las comunicaciones, emitía “un ruido ensordecedor” y llenaba el lugar de “un olor intenso como de azufre”.

La presidenta de la Comisión de Estudios del Fenómeno Ovni en la Argentina (CEFORA), Andrea Pérez Simondini fue quien llevó a cabo la investigación y dio a conocer los resultados de los documentos obtenidos recientemente. La organización dedicada a la investigación de casos en nuestro país, ya había logrado de organismos oficiales la información sobre un avistamiento de un objeto similar en el cielo del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, a través de los testimonios de experimentados pilotos aéreos.

Impactante suceso en  San Juan

Lo sucedido en julio de 1978 en la localidad de El Ramblón (límite de San Juan con Mendoza) conmocionó a esa zona por la cantidad de testigos y la magnitud de lo sucedido. No obstante, hay que recordar que en esa época de dictadura militar todo lo relacionado con objetos aéreos no identificados era celosamente ocultado e investigado no tanto como fenómeno sino como elemento que podía poner en peligro la seguridad aérea.

De esta manera, ahora se conocen las actuaciones que se llevaron a cabo en ese momento pero que fueron celosamente guardadas por los organismos intervinientes.

Pérez Simondini informó que tras años de investigación y recolección de información, se logró a través del ministerio de Transporte de la Nación, de empleados memoriosos y colaboradores y de otras fuentes oficiales, dar con los documentos confidenciales con las actuaciones de entonces.

Impacta de esa documentación desclasificada el comunicado oficial de la policía que intervino, los testimonios de una patrulla que se dirigió al lugar, el relato de la primera víctima que tomó contacto con el objeto, los testimonios de muchos vecinos y la coincidencia descriptiva de lo sucedido.

Los testimonios

En principio, el documento oficial con el comunicado de las actuaciones policiales confirma lo sucedido y asegurado por muchas personas. Allí, con la firma del coronel Guillermo Juan Voget, jefe de la policía sanjuanina en ese entonces, se elevó a la superioridad el siguiente comunicado: “Por todas las manifestaciones vertidas, la calidad de los testigos y demás circunstancias que rodean este caso surge que indudablemente los habitantes del lugar y demás personas que transitoriamente circularon por la zona, estuvieron ante la presencia de un fenómeno extraño, que no es común ni habitual para la población.

Por las manifestaciones testimoniales, ninguno de los declarantes puede establecer el origen de tal luminosidad, su forma, tamaño y aspecto físico en general, del efecto que la produjo.

Que las interrupciones televisivas y radiales, se han producido en distintos aparatos, de lugares distantes en un radio de varios kilómetros alrededor del lugar de visualización”.

Y continúa: “Todas las declaraciones, quizás con diversas expresiones o terminología descriptiva, arriban a una similar versión ocular. El estudio técnico efectuado por personas de criminalística, no encontró en su inspección ocular ningún indicio físico de que la luminosidad u objeto incandescente, haya hecho contacto con la superficie de la Tierra”.

Sin embargo, “en el escaso tiempo de investigación, no se han agotado las posibilidades de proseguir analizando el terreno, por lo que esta institución continuará con el respectivo estudio. Cabe acotar que de acuerdo al examen psicofísico de los testigos, sus estados son de completa normalidad”.

La primera víctima

La primera persona que es víctima del contacto con el objeto es el jefe de la estación de ferrocarril de  la localidad de El Ramblón, Felipe Onofre Orozco. Esa noche, aproximadamente a las 20.30 salió a realizar una tarea habitual en la red férrea cuando una “intensa luminosidad, el zumbido y el ‘pleno día’ en que había quedado la noche seminublada, tanto que esperaba que lloviera, me causaron una sensación muy extraña, tremendamente angustiante. Mire que ya en varias oportunidades he visto extrañas luces en el cielo, especialmente por las noches, pero nunca una tan fuerte como ésta. Tanto que en sólo un instante fue como un pleno día”.

Agregó el ferroviario, respecto al objeto que “sus desplazamientos hacia uno y otro lugar eran desconcertantes. No recuerdo si corrí, pero me caí al tropezar con un cable del señalero hasta que por fin pude llegar a la estación seguido de Diana, una perra que en ese momento era mi única compañía. (Ella) temblaba y gemía mientras se guarnecía entre mis piernas. Yo por mi parte, cerré las puertas y traté de comunicarme con las estaciones cercanas para contar lo sucedido. No sé cuánto tiempo transcurrió. Había sufrido una hemorragia nasal y estuve casi exánime hasta que llegó mi ayudante, Horacio Zosso, quien al arribar la policía me trasladó al hospital”.

La patrulla policial

Por su parte, también la documentación desclasificada incorpora el testimonio de la patrulla policial que acudió al lugar alertados por la situación que se estaba viviendo, al mando del Félix Alfredo Balmaceda, e integrada por el oficial Osvaldo Vargas y el cabo fotógrafo Armando Castillo.

Balmaceda sostiene en el informe confidencial que “todo el campo parecía iluminado en varios kilómetros a la redonda. La luz subía y bajaba, a la vez que iba de un lugar a otro. Hasta la estación, a más de dos kilómetros de distancia, era perfectamente visible. Cuando llegamos encontramos a Orozco en medio de una crisis nerviosa y en un estado angustioso, por lo que lo llevamos al Policlínico Ferroviario, en una ambulancia que solicitamos”.

Al preguntarle si había podido visualizar algo extraño, el comisario aseguró que “al igual que los hombres que me acompañaban, pude ver claramente a unos metros detrás de la estación la forma del objeto que despedía la luz. Era como un plato invertido, rojizo, que a esa distancia parecía tener una altura de medio metro. Pero seguramente era mayor. En dos ocasiones ya he avistado platillos voladores, uno en pleno día, pero nunca había visto algo semejante”.

Radio y TV cortadas

El fenómeno del que ahora se tiene información “confidencial”, incluye también testimonios de vecinos de esa región que sufrieron la interrupción de las transmisiones televisivas, recordadas especialmente porque en ese momento de la noche del 12 de julio de 1978 se realizaba en la capital mendocina la selección de la Reina Miss Mendoza.

Uno de ellos, José Lorenzo Correa, asegura en el documento que “en un momento desapareció la imagen, completamente, hasta que la pantalla quedó toda empañada en una tonalidad intermedia. Al cabo de unos segundos, y acompañado de un silbido ensordecedor, apareció un objeto en forma de hongo. Nos miramos todos sorprendidos y salimos al jardín para comprobar el estado de la antena. Cuál sería nuestra sorpresa al percibir a lo lejos, a muchos kilómetros, una intensa luminosidad, como la que muestra el cartel de propaganda de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo. Primero pensamos que se trataba de un gran incendio de campos”.

A este relato se le suman varios más, que agregan información sobre la interferencia sufrida también en las radios y en la red de comunicación policial, en las que se emitió “como un chiflido ensordecedor”.

¿Aviones sobrevolaron el aparato?

En declaraciones al sitio AIM Digital, Pérez Simondini señaló que la base de la Fuerza Aérea de El Plumerillo, en Mendoza, negó oficialmente que se registraran vuelos fuera de la rutina, en esa noche. No obstante, aseguró que a través de “fuentes seguras y allegadas a la base se pudo saber que los pilotos de los aviones pudieron avistar un “extraño objeto circular” que se encontraba como suspendido a unos tres metros del suelo, el cual, con toda seguridad, era la “fuente” generadora de la luminosidad. Fue muy difícil descubrirlo, en parte porque parecía de día. Pero al mismo tiempo, su misión se facilitó porque el objeto por momentos semejaba a un sol en miniatura”.

“Se trataba, siempre de acuerdo con lo manifestado por las fuentes citadas, de un artefacto que irradiaba luces en formas de haces, desde no menos de veinte escotillas, por así llamarlas, ubicadas en su parte media. Aproximadamente debía medir unos cinco metros de diámetro, puesto que era circular, por unos tres metros de altura”, dice la publicación.

El caso en Neuquén

Con la titular de CEFORA, Andrea Pérez Simondini, dialogamos el año pasado sobre la desclasificación de otros documentos confidenciales, a través de una gestión ante el Ministerio de Defensa de la Nación. En este caso se refieren a un avistamiento realizado por los pilotos de dos aviones, en un sector de la ruta aérea cercana al Aeropuerto Internacional Juan Domingo Perón de Neuquén. Pero además de los testimonios, también se halló la certificación de la torre de control de dicha estación aérea y se destaca la calidad de quienes aseguran el avistamiento.

En un vuelo de práctica nocturna, quien en ese momento era el Jefe del Aeropuerto, Federico Frank, acompañado por el titular del Aeroclub neuquino, Sergio Fernández, “divisaron durante 40 minutos un objeto estático” que activó “todos los sistemas de identificación” a través del radar de control aéreo de la estación neuquina.

En ese diálogo, que acompaña a esta nota, Pérez Simondini dio a conocer que ese objeto se encontraba “dentro de las 20 millas de control del Aeropuerto y que no puede ser identificado, en principio desprende una cuestión de seguridad aérea ya que hay algo que invade nuestro espacio”, lo que también implica un alerta para las operaciones en la región.

El hecho se produjo en plena pandemia por coronavirus “cuando todas las actividades aéreas estaban restringidas práctimanete a cero”, al tiempo que también destacó la calidad de los testimonios, en referencia al instructor del vuelo (jefe del Aeroclub) y al alumno (jefe del Aeropuerto).

Todos los detalles sobre la desclasificación de los documentos y sobre el caso del objeto no identificado en el cielo del Alto Valle, en esta entrevista que mantuvimos con Pérez Simondini:

ATE
Compartir este artículo
Seguir:
Periodista y escritor (autor de las novelas "Arde La Colmena" y "Un hijo de tres madres", además de varios libros de poesía. Neuquén. Editor.
2 Comentarios