Un estudio realizado por especialistas del Conicet determinó que algunas de las enfermedades actuales, como la artritis, fueron también padecidas por los dinosaurios que habitaron en Neuquén. El primer autor de ese estudio, Mattia Antonio Baiano, desarrolló las investigaciones en el museo de El Chocón y contó los detalles por AM Cumbre 1400.
En directo desde Hong Kong (donde se encuentra desarrollando su actividad científica), señaló en el programa Contigo Pan y Cebolla, conducido por Alejandra Brusain, Nicolas Minisini y Mario Nico González, que en los próximos meses retornará al país a investigar en el Museo Municipal Ernesto Bachmann de El Chocón, específicamente en mayo.
A continuación, el diálogo mantenido con el científico:
Nicolás Minisini: ¿Qué hora tenés?
Mattia Antonio Baiano: Son las 09:10 pm tenemos 11 horas de diferencia. Por acá es invierno, pero bien, digamos, el clima es bueno.
NM: ¿Qué haces en Hong Kong?
MAB: Yo estoy haciendo un posdoctorado y trabajando como investigador asociado a la universidad de Hong Kong por un año.
NM: ¿Hace cuánto que estas allí?
MAB: Llegué en mayo del año pasado, y de hecho hasta mayo de este año, más o menos, estaré trabajando aquí.
Alejandra Brusain: ¡Qué bárbaro! ¿Qué tal la vida por allá?
MAB: Es una ciudad grande, muy caótica, mucha gente en la calle, pero como todas las grandes ciudades, como Buenos Aires. Igual, tiene su encanto, tienen una cultura y comidas muy distintas.
NM: Licenciado, ¿dónde nació usted? Porque notamos una tonada.
MAB: Soy italiano, nacido en Nápoles, napolitano.
NM: Hincha de Nápoles ¿y sigue el fútbol?
MAB: Por supuesto. Muy fanático y de Maradona, obviamente.
NM: Claro. Maradona es Dios en Nápoles.
MAB: Sí, por supuesto.
AB: ¿Cómo es que empiezas a tener esta investigación con lo que ha sido la vida de los dinosaurios hace 90 millones de años y llegar de esta manera a descubrir enfermedades que han sufrido?
MAB: Mira esta fue una investigación que llevo adelante hace un par de años atrás, yo estaba terminando mi doctorado en Argentina y revisando varios huesos de dinosaurios y descubrí que en distintas instituciones, una en Cipolletti y una en Plaza Huincul, en los dos museos, empecé a ver cosas extrañas en los huesos, como formas en las que yo no estaba acostumbrado a ver y de ahí surgió la posibilidad y la duda en que podrían tener una patología. Ahí empezó todo. Yo me puse en contacto con varios expertos paleontólogos argentinos e italianos que trabajan un poco más en el tema. De ahí surgió la posibilidad un poco más concreta de que sí podían existir patologías o enfermedades. Desde ese punto empezamos a desarrollar este proyecto.
NM: Bien, descubrieron tres enfermedades que sufrieron los dinosaurios en aquella época, aquí en la región.
MAB: Claro, nosotros lo que vimos en realidad, es lo que está afuera, los huesos tenían como abultamientos y cosas extrañas, pero lo que hicimos para tener un poco la confirmación que podían ser enfermedades, aplicamos, alguna metodología distinta. Lo que hicimos fue dos cosas, fuimos hasta el hospital de Plaza Huincul con los huesos y lo metimos en la camilla para realizarle una tomografía en ambos lados, además le hicimos lo que llamamos histología, es decir, estudiamos la parte interna del hueso, a través de los cortes en la sección. Por lo tanto, ahí confirmamos que eran patologías de verdad, en tres dinosaurios.
NM: ¿Estas enfermedades hacían, generalmente este abultamiento en los huesos? Es decir, ¿deformaban los huesos?
MAB: Claro, nos dimos cuenta que había algo anormal, pero al verlo solo de afuera no estábamos tan convencidos ni seguros, pero una vez que vimos la parte de adentro del hueso, a través de la tomografía y de la histología, pudimos confirmar que eran tres patologías, cada una con sus características.
AB: ¿Tienen nombre como Artritis o Artrosis?
MAB: Sí claro en un caso era artritis, de hecho lo vimos en varias vértebras de la cola de un dinosaurio, estaban fusionadas y además donde articulaban los huesos había como cachos y en la parte interna tiene características particulares que eso es típico de la artritis. Así que, pudimos en este caso identificar que para uno era esa enfermedad. Después, vimos a otro que tenía una vértebra fusionada, pero no tenía las mismas características del anterior. También vimos que no se habían terminado de desarrollar. Entonces, lo que nosotros hipotetizamos es que hubo como una malformación congénita. Es decir, este dinosaurio nació así con esta disfunción genética y esto no le permitió desarrollar completamente sus otras dos vértebras que se fusionaron.
NM: Mattia y estas patologías, ¿Qué generaban en el dinosaurio, más allá de estas deformaciones?, ¿podían llevarlo a la muerte? o ¿qué les causaba?
MAB: En realidad no, del tercero no supimos que tipo de patología tenía, a pesar de que sabíamos que tenía una, no pudimos identificarla, pero en todos los casos los tres dinosaurios pudieron vivir y seguir creciendo. El único caso, del que padecía artritis posiblemente sí sufrió dolores. Aunque las colas de estos dinosaurios eran bastante rígidas. Así que eso no les impedía moverse normalmente».
AB: Está bueno porque podemos hacer una comparativa de enfermedades que han trascendido millones y millones de años, porque hoy las padecemos todavía.
MAB: Probablemente. De hecho, la idea es poder hacer una comparación para ver en un tiempo atrás cómo se comportaban estas enfermedades, si desarrollaban los mismos síntomas, cachos o vertebras fusionadas. Por eso, esto es muy bueno encararlo desde este lado.
AB: Fueron tres ejemplares en este caso que fueron analizados, si siguen investigando van a encontrando más, me imagino.
MAB: Claro, es una rama medio nueva de las paleontologías que se está desarrollando ahora, porque justamente no es fácil encontrarse con huesos que tienen enfermedades, pero yo creo que en el futuro va haber muchos más trabajos sobre enfermedades en fósiles.
NM: Claro, además me imagino que la tecnología obviamente va en plena evolución y esto permite poder ir encontrando otras cosas que pasaron hace tantísimos millones de años.
MAB: Sí, claro, es que justamente por eso nosotros, con esta metodología nueva, porque ¿Quién se imagina que en un tomógrafo donde meten a las personas pusiéramos introducir un fósil? es muy raro pero para nosotros es muy útil.
NM: Hermoso.
AB: Es una investigación que sigue su curso, ¿va continuar?
MAB: Sí, de hecho estamos con otros colegas trabajando con posibles enfermedades en otros dinosaurios. Así que esperemos que en el futuro salgan más trabajos como este.