Afecciones respiratorias terminaron con la vida de “Nahuelitos” reales, según indicó a PH una de las científicas que los hallaron en Lamarque, Río Negro. Mirá la entrevista
Hace unos 67 millones de años, verdaderos “monstruos” marinos murieron por afecciones compatibles con una infección respiratoria similar a la tuberculosis. El hallazgo, el estudio y la publicación en una revista internacional de ciencia tiene como protagonista a una joven investigadora: Marianella Talevi.
Ella fue la que indicó en una entrevista con PH que el equipo estuvo integrado por el Instituto de Paleobiología y Geología, que depende del Conicet y la Universidad Nacional de Rio Negro, el Museo de La Plata y de la Universidad de Kansas, Estados Unidos.
La Dra en Ciencias Naturales sostuvo que el descubrimiento se hizo a partir del hallazgo de una vértebra cervical de un plesiosaurio, que vivió hace más de 67 millones de años en un chacra de la localidad de Lamarque, ubicada en el Valle Medio de Río Negro.
La investigadora del Instituto de Paleobiología y Geología del Conicet y la Universidad Nacional de Río Negro, indicó que esta especie de reptiles marinos vivieron desde el Triásico Tardío (208 millones de años) hasta fines del Cretácico (66 millones de años) y fueron popularmente inmortalizados por las leyendas del monstruo del Lago Ness, en Escocia, o “el nahuelito” del lago Nahuel Huapi, y su cuello era una de las estructuras más características de este tipo de reptiles y llegaban en algunos casos a medir los 8 metros.
Aunque ya habían registros de patologías en esta especie de dinosaurio desde 1870, los informes de enfermedades infecciosas son comparativamente escasos y “en el caso de plesiosaurios de Patagonia, eran hasta este reporte nulos”, agregó Talevi.
«Nosotros estábamos excavando a un mosasaurio, pero otro grupo salió a recorrer el lugar para ver si encontraban más fósiles, y dimos con esta vértebra que a simple vista no tenía las características que tiene una vértebra sana». Junto con el resto de su equipo decidieron estudiar de dónde venían estas sintomatologías que presentaba con lupas, fotografías y luego con un microtomógrafo. Juntando todas las pistas concluyeron que los signos son típicos de una enfermedad infecciosa respiratoria como la tuberculosis.
Pese al descubrimiento, el equipo solo encontró una vértebra aislada, y no poseen el resto del esqueleto para poder comprobar si esta afección pudo afectar todo el esqueleto e inevitablemente el organismo murió por la infección respiratoria, o si la infección afectó tanto al cuello por lo que no podían moverlo para alimentarse y murieran de hambre. Si bien esta patología podría haber reducido la población de plesiosaurios drásticamente, el meteorito que impactó en la Península de Yucatán fue «la gota que rebalsó el vaso», indicó Talevi.
La publicación fue realizada en la revista científica Cretaceous Research donde se dio a conocer la infección hallada en la vértebra del cuello de este plesiosaurio patagónico.