El dólar blue registró una nueva baja y cerró este jueves en $1.055, quedando prácticamente en línea con la cotización del dólar oficial, que terminó el día en $1.033 en el Banco Nación. La brecha entre ambos es apenas del 2%, una diferencia que podría considerarse propia de variaciones entre entidades bancarias en un mercado sin restricciones.
Los dólares financieros también reflejaron bajas: el Contado con Liquidación (CCL) cerró en $1.092 (-1,24%) y el dólar MEP en $1.064,38 (-1,09%). Estas cifras consolidan una tendencia que comenzó a mediados de agosto, cuando el blanqueo de capitales impulsó un ingreso masivo de dólares al mercado, superando los 22.000 millones de dólares.
El mes de diciembre, históricamente calmo en el mercado cambiario, encuentra una explicación en la mayor demanda de pesos por parte de familias y empresas para cubrir gastos de fin de año. Este fenómeno se ve reflejado especialmente en el mercado informal, donde pequeñas pymes y comercios optan por volcarse a la venta de divisas.
A nivel macroeconómico, la caída del dólar libre también responde a factores más estructurales, como la baja inflación y tasas de interés reales positivas, que hacen del peso una apuesta rentable a corto plazo. El ministro de Economía, Luis Caputo, pronosticó que el dólar podría cerrar el año por debajo de los niveles registrados cuando Javier Milei asumió la presidencia, es decir, por debajo de los $990.
La mayor liquidez en el mercado financiero también impactó en la dinámica de las acciones y bonos. Aunque los títulos públicos experimentaron una leve baja que elevó el riesgo país a 750 puntos básicos, se mantienen en máximos de los últimos cinco años tras un rally impulsado por el blanqueo de capitales.
