En los últimos años se intensificó la presencia de aeronaves que forman parte de empresas petroleras o de otros rubros en el aeropuerto neuquino, con vuelos que generalmente ocupan pocas horas el espacio de estacionamiento.
La llegada de esos vuelos privados despierta cada vez más la atención del público en general y en especial de quienes son amantes de las aeronaves. Así, se ha visto llegar a Neuquén parte de la flota privada de alquiler que puede salir desde El Palomar, San Fernando, Aeroparque o Ezeiza.
Han llegado a Neuquén el Bombardier Challenger CL300 (para 8 pasajeros), el Lear Jet 60 (también para 8 pasajeros) o el velocísimo Lear Jet 31, tanto alquilados como de propiedad de empresas que operan en Vaca Muerta.
Pero el avión que concentra todas las miradas en las últimas semanas es el costosísimo Falcon 7X, con capacidad para 12 pasajeros y que alcanza una altura de 51 mil pies. Su costo se estima en unos 50 millones de dólares y es fabricado por la francesa Dassault Aviation.
¿Quiénes llegan tan a menudo al aeropuerto neuquino? Se comenta que la nave es propiedad de una empresa petrolera que estaría negociando una de las principales áreas de Vaca Muerta.
¿Seguirá recorriendo la pista neuquina trayendo a la máxima línea de la empresa cuando el negocio se cierre?