Ad image

El crimen de Otoño Uriarte: cuatro culpables y el fin de 18 años de impunidad

Redacción
Por Redacción
El fallo del tribunal cerró un proceso judicial que se extendió por 18 años, durante los cuales la familia de la víctima mantuvo una lucha constante contra el silencio y la impunidad.

El caso de Otoño Uriarte, que conmocionó a la región durante casi dos décadas, finalmente tuvo un veredicto: cuatro hombres fueron declarados culpables por el asesinato de la joven de 16 años, ocurrido en octubre de 2006 en Fernández Oro, Río Negro.

El fallo del tribunal cerró un proceso judicial que se extendió por 18 años, durante los cuales la familia de la víctima mantuvo una lucha constante contra el silencio y la impunidad.

El tribunal de juicio, conformado por la jueza María Florencia Caruso, Amorina Sánchez Merlo y Juan Puntel, determinó la culpabilidad de Ángel Germán Antilaf, José Hiram Jafri, Ricardo Néstor Cau y Maximiliano Manuel Lagos. Tras trece audiencias en doble jornada, la sentencia puso fin a una de las heridas más profundas de la comunidad de Fernández Oro.

El tribunal resolvió imponer la prisión preventiva a Jaffri, Lagos y Cau. Foto: Cipo360

Durante los 18 años que duró el proceso judicial, los acusados permanecieron en libertad. Sin embargo, la jueza Caruso aclaró que la situación cambió drásticamente con el veredicto: «No es la misma situación que venían atravesando». En casos donde la única pena posible es la prisión perpetua, la prisión preventiva resulta una medida adecuada para garantizar justicia.

El caso que conmocionó a la región

El 23 de octubre de 2006, Otoño Uriarte salió de su casa en Fernández Oro y esa noche nunca volvió. La investigación reveló que los imputados trazaron un plan siniestro; le robaron la bicicleta para obligarla a regresar caminando por una zona oscura, donde la interceptaron. La joven fue retenida contra su voluntad y llevada a un lugar donde sufrió una brutal agresión.

Las pruebas periciales confirmaron que Otoño fue atacada físicamente y recibió una herida punzocortante en el tórax y la axila izquierda. Aunque esa lesión no fue identificada como la causa definitiva de su muerte, la joven perdió la vida en el lugar.

Meses de incertidumbre y una búsqueda incansable

Tras el asesinato, el cuerpo de Otoño fue ocultado y trasladado al canal principal de riego. Durante meses, su familia y la comunidad vivieron en la incertidumbre. Finalmente, el 24 de abril de 2007, su cadáver fue hallado sumergido en el agua, con peso en las piernas para impedir que saliera a la superficie.

La sentencia de culpabilidad marca el cierre de una larga batalla judicial y social por justicia, aunque el dolor por la ausencia de Otoño sigue presente en Fernández Oro y la región.

ATE
Compartir este artículo
Dejanos tu comentario