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El joven que se prepara para ser el primer astronauta argentino

María Morinelli
Por María Morinelli
Las pruebas virtuales y físicas están incluidas en el programa de preparación para un posible viaje a Marte.

Su objetivo es viajar a Marte y para ello ya fue seleccionado por la NASA para hacer experiencias virtuales y físicas. Mirá la entrevista

Marcos Bruno estudió Ingeniería Mecatrónica en la Universidad de Cuyo, tiene 27 años y ya ha participado de varias experiencias virtuales y físicas para formar parte de un posible viaje a Marte. Y no deja de soñar en hacerlo realmente, según indicó desde la ciudad mendocina de Luján de Cuyo. La especialización universitaria, relacionada directamente con la robótica, le permitió unir su pasión por el tema espacial y la convocatoria que le realizaron diferentes organizaciones e iniciativas privadas, financiadas por la agencia NASA de Estados Unidos.

Bruno recordó que cada una de las simulaciones para un viaje a otro planeta exige tomar contacto con todas las variables a las que está expuesto el ser humano. Uno de esos espacios físicos adonde se llevan a cabo las experimentaciones es el mar y el desierto. En el primer caso, realizó en abril del año pasado un viaje con una tripulación seleccionada junto a otros países del mundo, en una navegación por el Golfo de México.

Otras experiencias son llevadas a cabo en centros de empresas privadas o de organismos vinculados con las agencias espaciales como la NASA especialmente en Utha “adonde todo es igual a Marte, te asomás a la ventana y parece que estás ahí”, señaló. Allí, no sólo el paisaje externo o las instalaciones (varios módulos unidos por túneles), sino las condiciones de vida que hipotéticamente se darían en un viaje, como es la comida, el descanso, el estrés mental y físico, entre otros.

El relato apasionado de este joven mendocino incluyó también la consideración de que el espacio “es el ambiente más adverso al que puede estar sometido un ser humano” y por ello se utilizan trajes espaciales “que son en sí mismas verdaderas naves espaciales”.

Bruno, junto a otros tres especializados en la simulación astronáutica (de Colombia, México y Perú), está sumando experiencia a través de estas prácticas para estar en condiciones de viajar al espacio. “Esta suma de experiencias nos suma puntos para el día de mañana poder ser astronautas”, señaló el joven,  quien junto a dos amigos fundó recientemente Merovingian Data, una startup que trabaja para “descubrir el potencial oculto que tienen las organizaciones y explotarlo a través del poder de los datos”.

En la entrevista, se le preguntó si va a llegar a viajar a Marte: “No puedo decirles que sí porque depende de muchas cosas en el camino, pero que voy a dejar todo en la cancha, sí!”.

ATE
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Periodista, docente e investigadora. Vive en la Comarca Andina de Río Negro y Chubut.
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