En marzo de 1983 un grupo de mujeres de todo el país culminó un trabajo de casi un año: formó el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (Sacra), marcando un largo camino que llevó a más de dos millones de personas a alcanzar la jubilación y ser reconocidas como trabajadoras.
Estas cuatro décadas de existencia, marcadas por hitos significativos en la lucha por el reconocimiento del trabajo doméstico y los derechos de las mujeres en el hogar se inició legalmente el 12 de marzo de 1983 y además de la organización sindical se creó la Obra Social, e incluyó derechos como la jubilación y el acceso a beneficios sociales y laborales. Además, se extendió por todo el país con filiales en varias provincias de la Patagonia (Neuquén, Chubut, Río Negro y Santa Cruz), y en el resto del país.
Reconocimiento
“Fue tomando forma entre nosotras el comprender la situación de discriminación hacia las mujeres: somos el único sector social que trabaja sin que se considere trabajo lo que hace, sin que se remunere, sin que se valorice», indicó la secretaria general de Sacra, María Lucila ‘Pimpi’ Colombo, sobre lo que motivó la creación del sindicato, el 12 de marzo de 1983, todavía en dictadura militar.
Las mujeres agrupadas retomaron lo escrito por Eva Perón en el libro «La razón de mi vida», donde advertía: «La madre de familia está al margen de todas las previsiones. Es el único trabajador del mundo que no conoce salario, ni garantía de respeto, ni de límites de jornadas, ni domingo, ni vacaciones, ni descanso alguno, ni indemnización por despido, ni huelga de ninguna clase».
Allí mismo proponía: «Pienso que habría que empezar por señalar para cada mujer que se casa una asignación mensual desde el día de su matrimonio».
La creación
La creación de Sacra surgió de la necesidad de reconocer el trabajo de las mujeres en el hogar como una labor remunerada y valorada, sostuvo Colombo, y agregó que la organización buscó «conceptualizar» el trabajo doméstico y lograr que las amas de casa fueran reconocidas como trabajadoras. Esto permitió que pudieran emular a otros trabajadores y formar sindicatos.
Uno de los primeros logros de Sacra fue la discusión sobre el derecho a la jubilación, lo que llevó a la aprobación de leyes de jubilaciones en varias provincias, como Misiones, Santiago del Estero, Catamarca y Entre Ríos. Estas leyes no requerían aportes previos y siguen vigentes en la actualidad.
En 1997, se aprobó la Ley 24.828, que reconoció a las amas de casa como trabajadoras autónomas y estableció un régimen de ahorro previsional para este sector.
En la década del 90, Sacra consolidó su posición como organización y estableció la Obra Social del Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (Ossacra), inscrita en el Registro Nacional de Obras Sociales en 1997.
Jubilaciones
En la primera década del siglo XXI, Sacra respaldó la moratoria previsional del presidente Néstor Kirchner en 2005, que permitió la jubilación de más de 2 millones de amas de casa. Además, se destacó la sanción del decreto 1602 por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que creó la Asignación Universal por Hijo (AUH), un importante paso hacia el reconocimiento del salario para las amas de casa.
La legisladora porteña María Lucila ‘Pimpi’ Colombo impulsó la sanción de la Ley 1.168 en 2003, que ordenó la realización de encuestas para cuantificar el aporte económico de las amas de casa. Esta ley sentó las bases para la Ley 27.532 de 2019, que incluyó encuestas nacionales de Uso del Tiempo para cuantificar el valor económico de las tareas domésticas.
A lo largo de sus cuatro décadas de existencia, Sacra ha logrado una participación política destacada, con mujeres ocupando responsabilidades gubernamentales y legislativas en diferentes niveles.
El sindicato, que cuenta con 130.000 afiliadas y presencia en 13 provincias, está en camino de solicitar su incorporación plena en el orden nacional de la CGT en las próximas semanas.
Filiales
La organización de las Amas de Casa tiene sedes y contactos en las provincias de Neuquén (Plottier), Río Negro (Bariloche y Río Colorado), Chubut (Rawson), Santa Cruz (Río Gallegos y Caleta Olivia), en lo que es el territorio patagónico.
Pero además de la sede central en Capital Federal, también el sindicato está desplegado en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Santa Fé, Misiones, Corrientes, San Juan, San Luis, Tucumán, Chaco y La Rioja.