A 15 minutos de Oxford, en medio de la antigua campiña británica, se lo puede ver adiestrando caballos, con su boina, sus botas y bombachas, como lo hacía en la región.
Juan Dehais es un joven que junto a su esposa y su hermano partieron a Europa para buscar un porvenir diferente. Tras estar tres meses en Alemania, llegaron a Inglaterra para relacionarse con un mundo que les es muy familiar. Es que Juan se crió entre Cipolletti y la Cabaña Fortín Nogueyra, a pocos kilómetros de Piedra del Águila. “El principal referente de todo esto es mi padre, que cría caballos desde hace 20 años”, en ese bello lugar de la provincia del Neuquén. +
Este neuquino doma y entrena caballos de polo, tiene 14 en el plantel, y también está incursionando en la práctica de ese deporte, de la mano de quien los contrató, un reconocido exjugador inglés.
El proceso de aportar un caballo al juego del polo comienza con el amansado del animal (“que no vean al hombre como un peligro”) y luego se lo relaciona con el deporte, es decir con el taco, la pelota y que “esté a la par de otros caballos y no se moleste”, indicó.
“Hacer que el caballo tenga confianza en uno para jugar al polo y poder divertirse juntos”, dijo Dehais en directo desde Inglaterra.
Para este trabajo, que realiza junto a un colega brasilero, envió desde Argentina la montura, frenos, bozal y todo el empilchado gaucho, lo que también es un sello distintivo de su labor en Gran Bretaña, ya que es diferente al utilizado en esa región.
En la charla, además de lo específico de su tarea también habló de las costumbres y la característica que tiene el lugar donde vive, de los hábitos de acá que no ha perdido y sobre su posible futuro como jugador de polo. Todo eso en este video:
