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El pibe que nos enamora es el más grande de la historia

Redacción
Por Redacción
En todas las canchas del mundo, en todos los arcos y con todas las camisetas, almuerza, cena, anda con alrededor nuestro todos los días.

No nos cansamos de mirarlo, de ver goles, jugadas, pases. Lo llevamos en la piel desde hace varios años y lo sentimos tan cerca como a uno más de la familia.

Lionel Messi, dicen en la televisión, se convirtió en el futbolista más ganador de la historia y ya perdimos la cuenta de los récords que ha alcanzado en los últimos tiempos. Nos enamoramos de él y el orgasmo más infinito fue el que tuvimos en  Qatar, cuando nos rodeamos de cábalas y rezos para por fin alcanzar la copa del Mundial. Pero antes lo seguimos a cualquier hora en los programas especiales sobre su historia, sus jugadas y goles desde que tenía una hermosa melena, el cuerpo más chiquito y la misma sonrisa entredientes. Con todas las camisetas posibles, hasta en la madrugada con insomnio nos desvelamos con esas pelotas que entraban en forma exquisita en las redes de las canchas españolas, europeas, latinoamericanas y argentinas.

Messi no entró a los codazos en nuestra intimidad sino de a poquito, humildemente como es su personalidad, se abrió paso en la mesa del mediodía, en la cena, entre los escritorios del trabajo, en el colectivo de vuelta a casa, con hijos e hijas que lo pusieron bajo la almohada donde están los ídolos.

Esta tarde de fin de semana largo en la Argentina, con nieve, frío o sol, desde Francia llegó el dulce de leche de postre cuando hizo su gol 496 en las ligas europeas y llevó al desconsiderado PSG al tercer título en su ciclo messiánico.

Es cierto, las estadísticas dicen ahora que alcanzó 43 campeonatos en su carrera, igualando a su excompañero del Barcelona Dani Alves y mirando desde allá arriba de los números a los más grandes futbolistas de la historia.

Dicen ahora que sólo en los 16 años en que estuvo en el Barcelona alcanzó 35 títulos y que con la celeste y blanca fueron cinco (dos en categorías de menores (Mundial Sub-20 y Juegos Olímpicos) y tres en mayores (Copa América, Finalissima y Mundial).

Pero todo lo que pueden llegar a decir sobre Messi no alcanza, no incluye lo que pasa en casa, en nuestra intimidad, en las lágrimas de ella y en los gritos de él, en los abrazos furiosos de ella y en los desvelos de él. No alcanzan las palabras que se dicen para redondear un significado de lo que ha logrado este pibe (el más ganador de la historia), que se sienta a la mesa y a las palabras que teminan con ese, las corta con nuestros cubiertos de entrecasa.

An-dá-pa-yá historia.

https://twitter.com/PSG_inside/status/1662555582887260161?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1662555582887260161%7Ctwgr%5Ea1f16f17c0ba7322ff7677e7f7877fa967f4b17f%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fnoticiasargentinas.com%2Fdeportes%2Fotro-record-mas-lionel-messi-se-convirtio-en-el-futbolista-mas-ganador-de-la-historia
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