Los seres humanos estamos a punto de ingresar a un mundo desconocido y hasta peligroso dentro de unas horas. Elon Musk fundador de X, adelantó que esta semana hará público el acceso al último desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA).
Sin embargo, existe un universo de adherentes y detractores de esta nueva plataforma. Por un lado, un grupo está a favor de la idea de que sea de libre acceso para experimentar con el código de la tecnología, pero el conjunto que se opone a este proyecto, considera que esta inteligencia puede llegar a manos equivocadas y crear un daño a la sociedad.
Tal y como suele hacer Elon Musk, sorprendió a propios y a extraños con una política totalmente inesperada. A través de Twitter aseguró que va a liberar el código de Grok. Aunque no especificó en qué términos, esto supone un verdadero salto en la política que había llevado hasta ahora con su IA de código propietario.
El año pasado durante la Cumbre de Seguridad de la IA de Reino Unido, Musk aseguró que quería establecer un «árbitro externo» que pudiera supervisar a las empresas que desarrollan este tipo de tecnología y dar la voz de alarma en caso de preocupación. En esta nueva era, el fundador de X aseguró que las herramientas deben ser sin fines lucrativos, declarándose así a favor del concepto de IA de código abierto.
¿En qué consiste el código abierto?
En pocas palabras, un software de código abierto es desarrollado y mantenido a través de una colaboración abierta. Esto produce que cualquiera pueda acceder al mismo de forma gratuita, teniendo la oportunidad de utilizarlo, modificarlo y redistribuirlo como prefiera.
Tecnología
Elon Musk acaba de dar un inesperado golpe sobre la mesa anunciando que lanzará su IA Grok, en código abierto para esta semana. Un cambio bastante importante con respecto a las políticas que estaba llevando hasta ahora la empresa ya que iba a ser de código propietario y además contaría con una suscripción de unos veinte dólares en las que se incluiría también acceso a X Premium.
Esto ha tomado por sorpresa a buena parte de sus seguidores, pero surge al calor de las actuales refriegas que mantiene con OpenAI por demostrar qué empresa tiene la razón a la hora de enfrentarse a su rival.
Se desconoce totalmente cómo será esta IA de código abierto. Puede que Grok tenga una parte de código propietario como es el caso de Google Gemma o de LlaMa 2 de Meta. Algo que cada vez están haciendo más empresas es precisamente eso, tener una IA potente de código cerrado y otra más ligera de código abierto para que las personas puedan ejecutarlas en sus propios ordenadores.
El litigio entre OpenAI y Elon Musk
Todo este tipo de políticas están surgiendo como una manera de enfrentarse abiertamente con OpenAI, empresa a la que ha denunciado recientemente. Elon Musk lleva varias semanas en X (anteriormente Twitter) burlándose de OpenAI, subiendo memes y asegurando que es una empresa que no tiene nada de «abierta» al utilizar el código propietario para elaborar su IA.
Ahora bien, este enfrentamiento ha tenido respuesta por parte de OpenAI. Sus fundadores aseguraron que Elon Musk quería el control total de la empresa y que se marchó porque no lo permitieron.
Desde entonces, Musk ha centrado sus esfuerzos a la hora de criticar a OpenAI en el aspecto de que su IA no es de código abierto, por lo que no es de extrañar que este último movimiento se haya producido precisamente en un intento claro de desmarcarse de su anterior compañía para mostrar que el camino ha de fraguarse de otra manera.
Mucho camino por recorrer
En cualquier caso, xAI y Elon Musk todavía tienen mucho camino por delante para ponerse en la vanguardia de la IA, ya que es una inteligencia artificial que todavía no está disponible en abierto para todo el público y que en el futuro prometía contar con un modelo de suscripción.
En este sentido, no parece que vaya a haber muchas más consecuencias. Seguramente OpenAI siga teniendo el código de GPT cerrado y la empresa siga adelante con sus planes tal y como estaban previstos actualmente.