Ad image

En Estados Unidos se habla del “estrés de la araucaria”

María Morinelli
Por María Morinelli
Estudian aceleradamente qué está afectando a las especies de araucarias en Argentina y Chile.

Una organización internacional dedicada al medio ambiente publicó un informe donde se aborda la presencia de un hongo y otros factores que atentan contra la vida del milenario árbol.

El biólogo, escritor y fotógrafo Aníbal Fernando Parera, recuerda en su libro “Neuquén: volcanes y pehuenes”, que la araucaria “se remonta 230 millones de años –en tiempos del mega continente Gondwana- , considerablemente anticipadas a los dinosaurios”. En el apartado “el largo camino del pehuén”, el científico agrega que “en tiempos actuales, el pehuén se encuentra restringido a un reducido sector cordillerano del norte de la Patagonia, en laderas que van de 700 a 1900 metros, entre los volcanes chilenos Sierra Velluda (norte) y Choshuenco (sur), con manchones extra andinos que en Chile alcanzan la cordillera costera de Nahuel Buta”.

Neuquén “es la única provincia argentina donde la especie se presenta en forma natural. Su área de mayor densidad se extiende desde el lago Moquehue hasta el volcán Lanín, pero se dispersa hacia los valles de Aluminé, Litrán, Catán Lil y ciertas laderas como Pino Hachado, Primeros Pinos y Caviahue”. Y recuerda lo dicho por el botánico MIlan Dimitri: “caminar entre las araucarias  milenarias deja la sensación de transitar un templo natural”.

NEUQUÉN: VOLCANES Y PEHUENES
La tapa del libro y lo que fue la presentación en Neuquén con la presencia de su autor, Aníbal Fernando Parera.

La cosmovisión de los pueblos originarios otorga al pehuén o araucaria una serie de contenidos espirituales, pero en ese libro, Parera se detiene en el testimonio de un hombre mapuche que habló con el cineasta etnográfico Jorge Prelorán, en 1966. Se trata de Damasio Caitrú, de la comunidad Aigo de Ruca Choroy: “el piñón es ´la América´ que tenemos en esta cordillera, hacemos ñaco (harina), se tuesta y muele en la piedra. Pan, torta, locro, bebidas. Cuando hay piñones hay que hacer lo posible para juntarlos. Con empeño se juntan mil kilos por temporada. Para bajarlos se usa un lazo, con bolita en la punta, se hace un cimbrón y se los tira… Las señoras y las chicas, meta recoger. Para hacer el chavid hay que molerlo, para no mentirle, hay que mascarlo, pero hay que cuadrar bien la boca, que no le haga una vieja desmuelada porque no queda bien. Una niña joven que tenga los dientes y las muelas sanitos es quien tiene que hacerlo. Luego se coloca en una batea, hay que revolverlo bien y hacerlo hervir, hasta que forme dulcecito. Es como cerveza. Se usa en el poderoso rogativo indígena Nguillatún-Nguellipun”.

Restricciones para cosecha de piñones

Con el objetivo de “preservar el fruto de plantaciones milenarias que son parte de nuestro patrimonio cultural”, la provincia del Neuquén tiene una reglamentación específica, con determinación de la temporada, los lugares y la cantidad de piñones a cosechar. Además de contar con el permiso habilitante (Guía Forestal Única), este año se estableció como temporada el período entre el 1 de marzo y el 16 de abril, para “ciudadanos neuquinos, cuya residencia legal esté dentro de los departamentos Huiliches, Aluminé, Picunches y Ñorquín, y a los integrantes de Agrupaciones Mapuches y pobladores rurales criollos de los parajes y Áreas Naturales Protegidas como los Parajes Cochicó – Sainuco, Kilka, Lonco Luan, Cuenca del Litrán y Paso del Arco, del Departamento Aluminé.” También, los habitantes del Paraje Pino Hachado, del Departamento Picunches y las Áreas Naturales Protegidas de Caviahue – Copahue, Chañy y Batea Mahuida. Paraje Chenque Pehuén, del Departamento Loncopué y Paraje las Lecheras, del Departamento Ñorquín.«

La reglamentación neuquina “prohíbe también la utilización de cualquier elemento que pudiera dañar las plantas (lazos, palos, machetes, hondas de revoleo, cadenas, armas de fuego en general, etc.). La recolección de semillas deberá realizarse exclusivamente del suelo.”

ARAUCARIAS
La imagen emblemática de Neuquén, con las araucarias y el volcán Lanín.

El estudio norteamericano

La organización internacional “The Oxygen Project”, dedicada al estudio y difusión de temas ambientales en todo el mundo, dio a conocer un estudio realizado sobre las araucarias que están en la provincia argentina de Neuquén y en territorio chileno.

Con el título “El estrés de la araucaria, árbol ancestral y resiliente”, se recuerda que a esta especie “la capacidad de recolonizar espacios le toma cientos de años, por eso la actual disminución de especies encontradas, es una alarma, sobretodo presenciando que su población está reducida a un 50% de su superficie original. Una de las hipótesis habla de un ´estrés ambiental´ que predispone a las araucarias a la acción de agentes, antiguamente inocuos,  pero que en la actualidad su condición podría ser letal.”

HONGO QUE AFECTA A LAS ARAUCARIAS
Los estudios que se llevan a cabo para analizar las características del hongo que afecta a las araucarias. (Fotos: The Oxygen Project)

En el apartado de “qué está matando a la Araucaria”, el informe sostiene que “un hongo bacteria que antes se extinguía con la nieve hoy está limitando sus posibilidades de reproducción.  La especie fue detectada en enero de 2016, cuando los guardaparques advierten una extraña y masiva mortalidad cuando el color verde de las ramas inferiores de algunas araucarias, de verde pasaron al café y del café al ocre. De la vida a la muerte.”

Según la FAO, la Universidad California-Davis y el Servicio Forestal de Estados Unidos la sequía y los cambios de temperatura podrían afectar a la araucaria volviéndola más sensible a químicos que antes no le hacían daño.

“Una de las soluciones –se informa- que se está experimentando es reproducir esta especie en viveros, un ejemplo es el centro de cultivo Carlos Douglas del sur de Chile donde crecen más de 65 mil plantas que esperan conservar este árbol milenaria. En este lugar, se están reproduciendo 418 árboles “madre” para, en el futuro, colocarlas en distintos lugares. La prioridad son aquellos donde la araucaria crece naturalmente. Pero, además, están contemplados otros sitios donde el clima les brinde mayores posibilidades de sobrevivencia, considerando el cambio climático y que la distribución de estas especies se trasladó más al sur.«

Lo cierto es que la Araucaria  ha acompañado al planeta en todas sus épocas, incluso fueron un componente importante del paisaje en los tiempos en que la tierra estaba habitada por dinosaurios. Sobreviviente de incendios, deforestaciones y un nuevo desafío “el cambio climático”, finaliza el estudio.

ATE
Compartir este artículo
Seguir:
Periodista, docente e investigadora. Vive en la Comarca Andina de Río Negro y Chubut.
Dejanos tu comentario