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Entre dinosaurios y esculturas en chocolate que deslumbran en Cutral Co

Sergio Sarachu
Por Sergio Sarachu
Desde un pequeño bombón hasta dinosaurios de diez kilos de chocolate, tienen la pasión y el talento de este joven neuquino.

Hace doce años que este joven moldea piezas de chocolate artesanal en su emprendimiento en Cutral Co. Está considerado como uno de los seis mejores escultores de arte en esa materia prima del país.

Estar entre los más talentosos artistas en chocolate en la Argentina no significa que cada mañana abra su local en Cutral Co con la pasión de moldear su presente y su futuro. Edgar Presas la luchó como pocos en la Comarca Petrolera para seguir apostando a su talento artístico unido a una materia prima deliciosa.

De muy joven supo que la gastronomía en el rubro del chocolate era su motor en la vida y cursó en la sede de Villa Regina de la Universidad Nacional del Comahue la Tecnicatura en Control e Higiene de los Alimentos y retornó a su ciudad para sumar ingresos y experiencias en una fábrica de pastas local. Pero el chocolate estaba en su horizonte.

Nita, como llaman vecinalmente a su mamá Liliana Sáez, fue quien también apostó al sueño de Edgar y lo apoyó en los inicios del emprendimiento, en 2011. No fue fácil, nada fácil, recuerda. La poca tradición de consumo de chocolates artesanales en el centro provincial, el mínimo movimiento turístico en esas épocas en Cutral Co-Plaza Huincul y la tentación de orientar sus ingresos a un trabajo relacionado con la industria petrolera fueron algunos de los momentos más duros que tuvo que sortear.

Pero su empeño, el apoyo de su madre y luego de Anita, su compañera, fueron fundamentales para sostener un sueño que por momentos parecía una pesadilla diaria.

Piuke (corazón en lengua originaria) y Nita (el corazón de su madre) fue transformándose en un escenario cordillerano en plena meseta neuquina y en un lugar de película a través de las esculturas artísticas en chocolate de personajes cinematográficos como Falcor (el dragón volador) y Willy Wonca (de la película Charlie y la fábrica de chocolate, dirigida por Tim Burton y protagonizada por Johnny Depp).

Luego vendría el dinosaurio que identifica al patrimonio cultural neuquino, el Argentinosaurus huinculensis hallado en una estancia cerca de Plaza Huincul, con “una estructura cien por ciento de chocolate, son unos diez kilos”, señaló en diálogo con Pasó Hoy.

En el video que acompaña esta nota, Presas recordó la serie de cursos y capacitaciones que fue teniendo para perfeccionar su técnica de elaboración de arte a través del chocolate, del moldeado y creación de las estructuras y también de su participación el año pasado de la Expoalimentaria FITHEP, donde expuso su dinosaurio en la final junto a otros cinco chocolateros artísticos de la Argentina.

“Trato de hacerlo con mucho amor, de esa manera, con pasión, con amor, con enfoque, con constancia uno puede trasmitir mediante una obra artística de chocolate”, sostuvo el cutralquense que además de abrir ese camino en su lugar también lo hace en el país que no hace mucho ha comenzado a valorar estas creaciones. “En Europa es muy común que cada chocolatería tenga una escultura en la vidriera como una manera de mostrar lo que se hace o se puede hacer en la elaboración artesanal”, indicó Edgar.

En la Argentina este camino recién comienza y tiene a este joven de Cutral Co entre los referentes nacionales.

En estos doce años de Piuke Nita se observa cómo en el inicio de la calle Carlos H. Rodríguez se fue sumando calidez y calidad a las elaboraciones artesanales ya que al ingresar al local un aroma a chocolate y un toque artístico personal invade el ambiente. Desde un bombón hasta personajes cinematográficos o el dinosaurio tienen arte y pasión.

Hace dos años, como recuerda Edgar en la entrevista, la pandemia por coronavirus puso otra vez en crisis su emprendimiento. Sin embargo se las ideó junto a Anita para satisfacer los pedidos que fueron haciendo residentes de ambas ciudades de la Comarca Petrolera y lo potenciaron cuando al abrirse las restricciones incluyeron a una joven en patines para cumplir con los pedidos domiciliarios. Esa joven en patines, llevando chocolates, fue una conmoción en Cutral Co y les permitió potenciar sus elaboraciones y ventas, recordó.

Además de la mercadería diaria y cotidiana, Edgar se hace un espacio para ir pensando o modelando esas estructuras “que son cien por ciento comestibles porque se utiliza chocolate y en el caso de los colores se derrite manteca de cacao con colorantes liposolubles alimenticios que se aplican con aerógrafo o pincel”.

Cada pieza en chocolate, como cada persona que llega al local, se lleva algo de la calidez y el arte de Edgar y Anita. En los últimos días llegaron fotos desde el extranjero con productos hechos en Cutral Co que ya han cruzado el océano a través de clientes. O de algunos famosos que pasaron por el local y dejaron su retrato.

CHOCOLATE ARTESANAL
Imágenes que llegan desde el extranjero, famosos deslumbrados por el arte en chocolate, son algunos de los reconocimientos que tiene Edgar Presas en su trabajo diario.

Es posible que el camino diario de Piuke Nita tenga dos sentidos: el chocolate que no debe faltar en el consumo cotidiano y también el arte que una materia prima deliciosa puede generar en una figura deslumbrante.

Cuando abren el local, seguramente piensan en esos dos horizontes a conquistar cada día. En  ese presente y en ese futuro está el combustible y la materia prima de estos jóvenes. Y es una delicia ese empuje.

ATE
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Periodista y escritor (autor de las novelas "Arde La Colmena" y "Un hijo de tres madres", además de varios libros de poesía. Neuquén. Editor.
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