La muerte de Daniela Doffigny, una talentosa fotógrafa y artista plástica de 42 años, ocurrida el 25 de abril en Neuquén, ha desatado una tormenta de dudas y acusaciones en torno a las circunstancias que rodearon su trágico final.
Residiendo por última vez en la casa de su pareja, un ex policía, tras mudarse desde Cipolletti, su fallecimiento fue catalogado preliminarmente como un suicidio. Sin embargo, la familia de Daniela, convencida de que las cosas no son como parecen, ha solicitado intervenir en la investigación como querellante.
Juan Carlos Ríos Iñíguez, abogado de la familia, indicó que el ex policía alteró la escena del fallecimiento después de intentar reanimarla. El supuesto suicidio ocurrió mientras él se encontraba en el gimnasio. Las sospechas se intensifican con los mensajes y audios que Daniela envió a su madre, refiriéndose a su pareja como «el loquito» y expresando su terror y deseo de volver a casa.
La situación de Daniela, descrita por su abogado, muestra a una mujer envuelta en discusiones constantes con su pareja. Según el abogado, el tratamiento que Daniela recibía de su pareja era degradante y humillante, a pesar de su fuerte personalidad y su activismo feminista.
El día de su muerte, Daniela parecía estar planificando su regreso a casa, un plan que lamentablemente nunca llegó a realizarse. El cuerpo de Daniela fue encontrado ese mismo jueves por la tarde, pero la policía solo informó a su madre al día siguiente, lo que añade más sombras al caso. Según el abogado, el hombre nunca mostró la cortesía de expresar sus condolencias.
Por otro lado, Rita Santarelli, la madre de Daniela, está devastada y convencida de que no fue un suicidio, sino un acto violento por parte de su pareja. Ella relata cómo el ex policía, con conocimientos forenses por su trabajo anterior en Criminalística, podría haber manipulado la escena. Para Rita, los detalles como la rapidez con la que se descolgó el cuerpo y se intentaron maniobras de reanimación, solo añaden más dudas a la versión oficial del suicidio.
Entre los detalles más inquietantes encontrados en la escena del trágico desenlace de Daniela Doffigny, se hallaron pastillas que podrían haber jugado un papel fundamental en las horas finales de su vida. Las autoridades forenses notaron la presencia de psicotrópicos en el domicilio, una pista que podría sugerir que Daniela estaba bajo su influjo al momento de su muerte. Esta circunstancia ha abierto la puerta a dos hipótesis contradictorias: por un lado, podría indicar un intento de suicidio por sobredosis; por otro, alimenta la teoría de la familia de que Daniela estaba incapacitada y, por lo tanto, vulnerable a un posible acto de violencia por parte de su pareja.
Los forenses inicialmente dictaminaron que se trató de un suicidio, pero la familia, no convencida, contrató a un perito independiente para revisar los hallazgos de la autopsia. Rita también cuestiona cómo, siendo la madre, fue la última en ser informada del fallecimiento de su hija, un hecho que recalca como indicativo de un procedimiento altamente irregular.
La comunidad y la familia de Daniela buscan respuestas, esperando que la justicia pueda eventualmente esclarecer si su muerte fue realmente un suicidio o si las sombras de un femicidio oscurecen la verdad.
