Tras el devastador incendio que arrasó con la localidad de El Durazno en el Valle de Calamuchita, el gobierno de Córdoba declaró el estado de desastre en varias regiones afectadas. El fuego, que fue controlado por los bomberos tras consumir unas 12.600 hectáreas, dejó un saldo de vegetación destruida, afectación a la fauna y daños en al menos 20 viviendas.
Para enfrentar las secuelas, el gobernador Martín Llaryora anunció la activación del Fondo Permanente para Atención de Situaciones de Desastre, en 5 mil millones de pesos.
El incendio, que comenzó el lunes cerca del bosque nativo de Villa Yacanto, fue sofocado el miércoles por más de 200 bomberos y brigadistas que trabajaron en conjunto con el Equipo Técnico de Acción de Catástrofes (ETAC) y el Plan Provincial de Manejo del Fuego. A pesar de los esfuerzos, las llamas arrasaron un perímetro de 86 kilómetros, afectando tanto a la flora y fauna autóctona como a bienes materiales de los vecinos.
Mientras los socorristas mantienen una guardia de cenizas para evitar nuevos focos ígneos, Llaryora sobrevoló la zona afectada y declaró el estado de desastre en los departamentos de Calamuchita, Punilla, Colón y Santa María. “Hoy sobrevolamos la zona afectada por el incendio que comenzó el lunes en El Durazno, en el Valle de Calamuchita y declaramos el estado de desastre en los departamentos Calamuchita, Punilla, Colón y Santa María” expresó el gobernador en sus redes sociales.
Investigación y posible responsable
En paralelo a las tareas de reconstrucción, la Justicia de Córdoba detuvo a un hombre de 71 años, sospechado de haber causado el incendio de manera imprudente. Según las primeras investigaciones, el fuego habría comenzado por una chispa o ceniza proveniente de la estufa del jubilado, lo que le valió la imputación por «incendio culposo agravado», un delito que podría conllevar una pena de hasta 5 años de prisión. La fiscal de Río Tercero, Paula Bruera, está a la espera de los resultados de peritajes para definir con precisión la causa del siniestro.
Mientras tanto, los ministerios de Desarrollo Social y Bioagroindustria están relevando los daños materiales, que incluyen viviendas destruidas y vehículos alcanzados por las llamas, para canalizar la ayuda a los damnificados.
