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Gas para el norte del país: el costo de las demoras en las obras

Walter Fagyas
Por Walter Fagyas
Qué está pasando con el abastecimiento de gas al norte del país.

Este domingo quiero que analicemos como está el sector gasífero. Recordemos que hace dos semanas habíamos visto que la producción local de gas había alcanzado el récord de 153 millones de m³ diarios https://alertadigital.ar/panorama-internacional-y-nacional-del-gas-y-petroleo/, y un mes más tarde, Argentina daba de baja el contrato de importación de gas de Bolivia. Entonces, ¿septiembre del 2024 lo tendremos que anotar como el mes en que el país alcanzó la denostada, por el ex secretario de energía, soberanía energética en gas natural? o ¿nos encontraremos con otro “pero”? …de los tantos que aparecen en el sector energético argentino.

   Para intentar responder estas preguntas, veamos que pasó en estos dos últimos meses en el sector gasífero en el país. En agosto, ya vimos que se registró una producción superior a los 150 millones de m3 diarios mientras que, en septiembre de este año, a nivel nacional la producción de gas alcanzó los 147 millones de m3 diarios, un incremento de 4 millones m3 diarios comparado con septiembre 2023 pero casi -6 millones m3 menos que el récord de agosto. Septiembre es un mes con temperaturas más altas, que se refleja en una disminución de la demanda residencial de gas, por lo que esta menor demanda se equilibra con una menor oferta vía la producción local de gas. Es decir, si no tengo demanda de gas porque pasamos la temporada alta de calefacción, baja la producción de gas porque no tenemos donde almacenar el excedente en el país.

   En este contexto, Argentina decidió cortar la importación de Bolivia desde el 18 de septiembre. En septiembre, el promedio mensual de importaciones bolivianas de gas alcanzó los 1,2 millones de m3 diarios, este volumen fue -7 millones m3 diarios menor al año pasado. Recordemos que la administración anterior, ya hace un año, había decidido dar de baja este contrato con YPFB, ante dos hechos relevantes. El primero fue que YPFB ante el faltante de producción de gas boliviano intentaba convertir el contrato de abastecimiento firme a interrumpible. Es decir, el contrato firme obligaba a YPFB a enviar el gas a ENARSA o pagar si no alcanzaba el volumen contratado (lo que se denomina una cláusula de “Delivery or Pay” o DoP) mientras que, si el contrato se transformaba en interrumpible, YPFB no estaría obligado a enviar siquiera un metro cúbico de gas, solo enviaría lo que tuviera disponible y evitaría pagar la penalidad del DoP.

    El otro hecho relevante, era que en septiembre del año pasado, la anterior administración de ENARSA proyectaba que la compresora del gasoducto Mercedes-Cardales estaría finalizada, permitiendo transportar hasta 15 millones de m3 diarios del gas que traía TGS de Vaca Muerta hasta Cardales en TGN y de ahí con las obras que supuestamente estarían finalizadas de la reversión del Gasoducto Norte, ese gas podía ser transportado al Litoral, centro y norte del país. Y acá, les spoileo el primer “pero” que aparece. Pero como vimos en https://alertadigital.ar/en-noviembre-podremos-o-no-festejar-la-soberania-energetica/ CAMMESA ya descontaba que estas obras recién iban a estar incrementando los envíos de gas para el litoral, centro y norte de Argentina para finales de noviembre de este año. Por lo tanto, no tendremos gas adicional de Neuquén para esa zona del país hasta esa fecha y tampoco contaremos con gas de Bolivia.

   ¿Qué sucedió en septiembre? El 18 de septiembre se registró el último ingreso de gas boliviano al país, tal como fue informado por el ENARGAS. Es decir, se cortó 12 días antes que lo anunciado por ENARSA. Si leemos la prensa boliviana https://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20240926/ypfb-impacto-suspension-envio-gas-argentina-es-nulo tampoco queda claro, cuál de las dos partes, si YPFB o ENARSA tomó la decisión de cortar la importación anticipadamente. Pero lo que no queda duda es que durante la última semana de septiembre se regasificaron un promedio de 4,4 millones m3 diarios en la terminal de Escobar. Siendo que septiembre no registró un aumento de la demanda de gas, por lo que ese gas se destinó para abastecer el Gasoducto Norte. En otras palabras, como se cortó la importación de Bolivia, en la última semana de septiembre se regasificó GNL y abasteció el Gasoducto Norte, con la limitación de que, al no tener las obras de la reversión finalizadas, ese gas solo pudo abastecer parcialmente esa región. Afortunadamente para esa fecha amarro un buque de GNL en Escobar.

   Y con la regasificación en la terminal de Escobar, ¿cómo estamos? ENARSA había comprado un buque de GNL para fines de agosto. Mientras estaba ingresando este buque, estaba lanzando otra licitación para sumar otro buque adicional de GNL, el cual amarró en la última semana de septiembre. Este último, por el que pagó U$S 13,62/mmBtu, quedó como reserva para el sistema, por ahora. Entonces, si el GNL de este último buque no se utiliza y ya no hay más gas de Bolivia, ¿con qué gas se está abasteciendo el norte del país? Y ahí recordamos, que en junio Chile anunciaba que permitía la exportación de gas natural a la Argentina a través del gasoducto Norandino https://www.df.cl/empresas/energia/gobierno-autoriza-exportacion-de-gas-natural-desde-chile-a-argentina, la contraparte argentina para esta compra de gas de Chile sigue siendo ENARSA, por esa fecha comandada por los desplazados Doncel Jones y Rigoberto Mejía Aravena. Este último, compatriota de los vendedores de este gas y que por casualidad también estaba a cargo de una importante gerencia en ENARSA cuando decidieron importar gas de Chile hace 7 años, aunque en esa época Bolivia enviaba mucho más gas que en estos últimos meses.  

   Y así nos encontramos en estos días de octubre importando 1,6 millones de m3 de gas desde Chile a Salta, y no puedo decir gas chileno porque es GNL que Chile importa en su terminal Mejillones, lo regasifica y lo transporta hasta Salta. Con lo cual no debe ser un gas muy económico, si lo comparamos con el precio del gas neuquino para CAMMESA, que no supera los U$S 3/mmBtu en octubre, o con el precio que se le exporta a Methanex en el otro extremo de Chile. Porque al precio del GNL que tiene contratado la terminal Mejillones se le deben sumar por lo menos los más de U$S 3,02/mmBtu que es la tarifa de regasificación del 2012 (que se debe ajustar por la inflación estadounidense de estos últimos 12 años) y que publica la Terminal de Mejillones https://www.gnlm.cl/regasificacion/  y todavía falta sumarle el transporte hasta la frontera con Argentina.

   En conclusión, Argentina está importando 1,6 millones de m3 de gas regasificado en Chile para poder abastecer al norte del país porque no se finalizaron las obras de reversión del Gasoducto Norte ni la compresora Mercedes Cardales.

Y aquí me permito destacar tres datos, a mi entender que pueden ayudar a comprender algunas consecuencias de las demoras en las obras de transporte de gas.

Primero, el contrato de importación de gas desde Chile es por 128 millones m3 en total, es decir que cubre unos cuantos días.

Segundo, solo la tarifa de la regasificación supera el precio del gas neuquino, y todavía hay que sumarle el precio al que Mejillones compra el GNL y el transporte hasta la frontera.

Tercero, este contrato se negoció en junio de este año, por lo que hace ya 4 meses ENARSA sabía que no llegaba con las obras en funcionamiento para octubre.

Dato adicional: con estos 2 buques de GNL, el de agosto y el de septiembre, para Escobar, ENARSA completó los 30 buques de GNL que en marzo la Secretaría de Energía le había instruido comprar para todo el 2024. Es decir, que, desde principio de este año, alguien en el gobierno ya proyectaba que se iban a necesitar 30 buques de GNL para reemplazar el gas que podría haber transportado la compresora del gasoducto Mercedes Cardales, obra que se inició hace 9 años.

    Disfruten el domingo. Nos leemos la semana que viene.

ATE
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Magister y consultor de Energía
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