No sólo lleva la sangre del creador de la bandera, sino también su nombre y apellido. Qué transmisión hubo en la familia sobre aquel joven. Qué pensaba sobre el rol de la mujer.
Es posible que sea la influencia de saber que se está hablando con el chozno nieto del General Manuel Belgrano, pero su rostro y su manera de dialogar lo hacen muy parecido a quien nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770 y falleció el 20 de ese mes, en 1820.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano González fue un abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar argentino de destacada actuación en el Alto Perú y en las actuales Argentina y Paraguay durante las dos primeras décadas del siglo XIX y creó la bandera nacional el 27 de febrero de 1812, dos años después de la Revolución de Mayo, en la que tuvo una activa participación e influencia idearia.
Precisamente, sobre ese tema hablamos con Manuel Belgrano, el chozno nieto que vive en la ciudad bonaerense de Olavarría, quien destacó la formación académica de su pariente, en Francia. “Eran un grupo de jóvenes muy formados, universitarios, que recibieron una gran influencia de los movimientos de libertad e igualdad de aquella época, en especial de la Revolución Francesa”, sostuvo Belgrano.
La firmeza de sus convicciones y su accionar lo llevaron a ser uno de los próceres del movimiento independentista argentino de la corona española. En especial, el chozno nieto recordó cómo su pariente en persona destituyó al entonces representante de España, el virrey Baltasar Hidalgo Cisneros, nombrado por la Junta Suprema de Sevilla en 1809, en reemplazo de Santiago de Liniers.
«Lo fueron a ver junto a (Cornelio) Saavedra al virrey Cisneros para pedirle el Cabildo abierto. En las deliberaciones previas al 25 de Mayo, Belgrano le dice a sus compañero: si mañana a la 3 de la tarde, el virrey no ha renunciado, lo sacaré con mis propias armas»
El rol social de la mujer
«Belgrano fue uno de los promotores del rol social de la mujer, luchó para que las mujeres ingresen al sistema educativo. Funda las escuelas para niñas y después de 1810 siguió con el mismo concepto. Las mujeres cumplían un rol fundamental en las guerras, hacían de espías, arreglaban ropa, alimentaban y acompañaron en la guerra y fueron muy importantes. Remedios del Valle, la madre de la Patria, fue nombrada Capitana por Belgrano. Ella iba con sus hijas que la acompañaban en el campo de batalla», sostuvo.
Aquí compartimos el video con la charla completa con el descendiente del prócer argentino:
La historia del único retrato
La imagen del General Manuel Belgrano que se tiene en la Argentina proviene del único retrato para el que posó especialmente el prócer argentino, cuya autoría pertenece al pintor Casimir Carbonnier (si bien el original no tiene su firma) y fue pintado en Londres en 1815, cuando Belgrano participaba de una misión diplomática junto a Bernardino Rivadavia.
El periodista Sergio Di Pino escribió en el sitio InfoCielo que “a un costado del retrato y como si fuese un cuadro dentro del cuadro, se observa una escena bélica desde una ventana – la batalla de Salta- . En la recreación, puede apreciarse una diminuta bandera portada por un soldado con los colores celeste y blanco pero de solo dos bandas. Su singularidad, despertó controversias y revisionismo entre los historiadores. ¿La bandera original tenía solo dos franjas, tres con una franja azul o siempre fue como la conocemos hoy?”.
Es un óleo sobre tela de 1,30 metros por 1,10 metros. Es una obra muy importante en su tamaño donde se retrata en una forma muy particular a Belgrano. Él se encuentra con una mirada baja y no interpela al espectador. Se muestra con una postura melancólica.
Otra de las características distintivas, es la vestimenta que luce Manuel Belgrano y que lo emparentan con la corriente de moda europea de la época, conocida como el dandismo: No estaba vestido con la ropa de milicia. Está sentado con las piernas cruzadas, una mano encima de la otra.
El cuadro contiene más peculiaridades. Belgrano tiene en su poder un objeto casi oculto en su mano que ha dado lugar a un sinfín de interpretaciones y polémicas. La más aceptada es que se trataría de un pastillero y que actuaría como símbolo del “señorío”.
La obra se mantuvo por varios años en Europa hasta que llegó a la Argentina. Pasó a manos de su hermano Miguel Belgrano y luego siguió en poder de sus distintos descendientes.
Estuvo en Londres un tiempo y llegó a la Argentina en el siglo XIX. Pasó a distintos a familiares del Belgrano. El cuadro se fue heredando hasta que llegó a Olavarría. En 1978 el cuadro fue adquirido por el Banco de Olavarría, una entidad financiera que ideó una política de mecenazgo y patrocinio de eventos culturales locales durante las décadas del 70’ y 80’.
Durante 1989, sus autoridades impulsaron la única restauración que posee el retrato en sus casi 200 años de historia y lo mantuvieron en exhibición como un objeto de status a lo largo de los años. Pero el banco quebró y desapareció en el año 2002. Previo a ese fatídico desenlace, el directorio de la entidad había donado el retrato a la Municipalidad de Olavarría, en el año 1995. Un año más tarde, a través de una ordenanza del Concejo Deliberante, la obra fue declarada como parte del patrimonio histórico de la ciudad.
La determinación no estuvo exenta de litigios. Uno de los compradores del edificio ubicado en San Martín y Vicente López (pleno centro de la ciudad) reclamó, años más tarde, su devolución. Su exigencia se basó en que el cuadro estaba incluido dentro del inventario del banco al momento de la compra. Pero el pedido no prosperó y el retrato se mantuvo en poder del Municipio.
El cuadro se encuentra en el Museo Dámaso Arce recibe muchas consultas, pedidos y visitantes. “Es único. Es un cuadro muy buscado. Ha salido muy pocas veces de Olavarría. Cuando ha salido ha sido con custodia policial, con seguros y con un traslado muy exigente. Ha ido a Rosario para el Día de la Bandera y requiere muchísimos cuidados de conservación. Y ni hablar por el deterioro si alguien lo toca o si se usan cámaras con flash” explicó la titular de Cultura Municipal, Agustina Marino.