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Hidrógeno azul: una oportunidad para Neuquén

Walter Fagyas
Por Walter Fagyas
Una alternativa para la industrialización en origen de los recursos neuquinos. Foto: archivo

Este domingo quiero compartir con ustedes la alegría de haber aprobado el Programa de Actualización “Introducción a la Economía del Hidrógeno de Bajas Emisiones” que dicta el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética de la UBA  https://ceare.org/index.php . Cómo hemos visto, existe un consenso a nivel mundial de que se deben tomar acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo hemos tratado en otras notas https://alertadigital.ar/una-brujula-para-la-accion-climatica-de-nacion/ y https://alertadigital.ar/que-esta-pasando-con-el-clima-y-quienes-son-los-responsables/. Entre las acciones que se están tomando y las que están en desarrollo, se proyecta que el hidrógeno, como fuente de energía limpia, cumpla un papel muy importante para reducir estas emisiones. Como trabajo final presenté en la UBA “Producción de Hidrógeno Azul en Neuquén”, con el fin de aportar una alternativa para la industrialización en origen de los recursos neuquinos. Por esto, hoy quiero compartir con ustedes las ideas más relevantes de este ensayo. Pero primero veamos ¿por qué hidrógeno azul o de bajas emisiones?

 ¿Por qué es importante el hidrógeno? En pocas palabras voy a tomar algunas definiciones de la Agencia Internacional de Energía. El hidrógeno es un carrier (transportador) de energía muy flexible que puede ayudar a afrontar diversos desafíos energéticos críticos. En la actualidad, el hidrógeno se utiliza principalmente en los sectores de refinación y químico y se produce a partir de combustibles fósiles como el carbón y el gas natural, por lo que es responsable de emisiones anuales de CO2 importantes. El hidrógeno limpio producido con energía renovable o nuclear, o combustibles fósiles que utilicen captura de carbono, puede ayudar a descarbonizar una serie de sectores, como el transporte de larga distancia, los productos químicos y el hierro y el acero, en los que ha resultado difícil reducir las emisiones. Los vehículos propulsados ​​por hidrógeno mejorarían la calidad del aire y promoverían la seguridad energética. El hidrógeno también puede dar respaldo para la integración de energías renovables variables en el sistema eléctrico, siendo una de las pocas opciones para almacenar energía durante días, semanas o meses.

  Pongamos los pies en la tierra, al día de hoy, principalmente, en nuestros nuevos socios comerciales, Europa, en Estados Unidos, en China y en Japón se está trabajando e invirtiendo fuertemente en el desarrollo de hidrógeno de bajas emisiones. Como se puede leer en la página de la IEA, los anuncios de nuevos proyectos para producción de hidrógeno de bajas emisiones siguen creciendo, pero solo el 5% han alcanzado el estado de Decisión Firme de Inversión (FID) debido a la incertidumbre en torno a la evolución futura de la demanda, la falta de claridad sobre certificación y regulación y la falta de infraestructura disponible para entregar hidrógeno a los usuarios finales.

   La edición de este año de la IEA Global Hydrogen Review https://www.iea.org/reports/global-hydrogen-review-2024 destaca a Latinoamérica como un potencial centro para la producción y el uso de hidrógeno de bajas emisiones. Muchos países latinoamericanos ya cuentan con estrategias de hidrógeno (como Argentina agregaría yo) con un fuerte enfoque en oportunidades de exportación, pero las oportunidades a corto plazo se encuentran principalmente en la refinación y la producción de amoníaco para uso doméstico, que ofrecen aplicaciones inmediatas a gran escala. Un enfoque gradual para el suministro en la región, comenzando con proyectos de menor escala, ayudará a mitigar los riesgos, reducir la inversión de capital y brindar una valiosa experiencia para ampliar la escala en el futuro.

   Con este contexto, aunque Neuquén no se encuentre “aun” dentro del radar de la IEA para producir hidrógeno de bajas emisiones, comparto sus reflexiones en cuanto comenzar con proyectos a pequeña escala para abastecer demanda local y luego regional, para ir ganando en experiencia y poder disminuir en el futuro los costos escalar estos proyectos. Les resumiré por qué creo que es una oportunidad para la producción de gas de Neuquén.

  A partir de la revolución del shale en Argentina, Neuquén se ha convertido en el motor del crecimiento de la producción de gas natural en el país https://alertadigital.ar/el-subsuelo-de-vaca-muerta-exige-poner-la-inteligencia-en-tierra/ y https://alertadigital.ar/panorama-internacional-y-nacional-del-petroleo-y-gas-3/. En base a este dato de la realidad, he considerado la producción de hidrógeno azul o de bajas emisiones por tres ventajas: el incremento de producción de gas natural neuquino, el costo competitivo de producción del hidrógeno azul y la posibilidad del almacenamiento geológico de dióxido de carbono (CO2) en unidades estratigráficas que se encuentran en la cuenca neuquina.

  Ya hemos visto que el cuello de botella para que siga creciendo la producción de gas en Neuquén es el transporte, que permitiría abastecer nuevos mercados. El recurso bajo tierra está, la seguridad jurídica en la provincia, el ecosistema de empresas del sector y la voluntad de los trabajadores se ha conjugado para que 7 de cada 10 metros cúbicos de gas en Argentina provengan de esta cuenca. Por otra parte, de acuerdo con las estimaciones de la International PtX Hub las emisiones industriales de CO2 por cemento en Neuquén se situarían en 305 kt/año, por lo que se podría reducir estas emisiones entre un tercio a casi la mitad con el uso de hidrógeno azul en este proceso de producción. Adicionalmente, se podría reemplazar el uso de hidrógeno gris en las refinerías cercanas.  

   Otra de las ventajas es el costo competitivo de producción del hidrógeno azul o H2 fósil con CCS (captura y almacenamiento de carbono en inglés).  En un informe de este año de Agora Energiewende, se puede observar que el costo de producir hidrógeno azul en nuestro país es menos de la mitad de producir hidrógeno verde o con energía renovable a partir de energía eólica en Argentina.

La tercera ventaja de la cuenca neuquina es la posibilidad del almacenamiento de dióxido de carbono. En el estudio “Evaluación del potencial de almacenamiento geológico de CO2 en territorio argentino”  llevado a cabo por el CONICET, Y-TEC, YPF, la Universidad Nacional de Río Negro y la Universidad Nacional del Sur se evaluó diferentes unidades estratigráficas en la cuenca neuquina. Este trabajo estima que los valores, en la cuenca neuquina, de capacidad de almacenamiento superan las 2 gigatoneladas de CO2 sumando las capacidades de las unidades del Grupo 1 (azul) y del Grupo 2 (verde) que se pueden identificar en el siguiente gráfico:

Por último, luego de adquirir experiencia, en el mediano plazo, se podría proyectar la exportación de hidrógeno, aprovechando el expertise con la infraestructura actual de gasoductos y oleductos de exportación a Chile. La ventaja de la salida al Pacífico se da por la cercanía a potenciales mercados de demanda de hidrógeno de bajas emisiones, como Japón, Corea del Sur y eventualmente China. Pero para ello, debe existir un mercado maduro a nivel mundial, que demanden un volumen de hidrógeno necesario para construir esta infraestructura de transporte.

   Como conclusión, podría proyectarse la producción en Neuquén de hidrógeno azul, a partir de gas natural con captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2), también identificado como hidrógeno (H2) fósil con CCS (Carbon Capture Storage). En la provincia, en una primera etapa, industrializar el gas en origen, apuntando a descarbonizar la producción local de hidrógeno gris (sin captura de CO2) para refinerías y al uso en la producción de cemento. En cuanto a una segunda etapa de exportación, el riesgo podría darse con las eventuales certificaciones y/o regulaciones en el mercado de hidrógeno de bajas emisiones que marginen al hidrógeno azul a favor del hidrógeno verde (producido a partir de agua con uso de energía renovables). Pero el hidrógeno azul tiene el potencial, en el largo plazo, de ser una de las alternativas para la reconversión de la industria del gas en la provincia, aunque entiendo deberían llevarse a cabo estudios más profundos al respecto.

Espero les haya interesado tanto como a mí. Nos leemos la semana que viene. ¡Disfruten un buen domingo y no olviden de armar el arbolito!

ATE
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Magister y consultor de Energía
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