Inés Antiñir, emprendedora, madre y trabajadora, es el corazón detrás de IAromas, una marca de velas artesanales que se destaca por su dedicación, creatividad y amor por los detalles en cada producto. La emprendedora lleva más de seis años trabajando en el área de maestranza. Con ese deseo de hacer algo diferente y significativo, encontró en la creación de velas un refugio y una nueva pasión.
El emprendimiento no es solo un proyecto personal de Inés, sino también un esfuerzo familiar en el que participan su hijo Francisco, su hija Anita y su esposo, Juan Pablo Orellano. Su hijo, la ayuda en las redes sociales, “Quería que él también se acercara al mundo laboral, que aprendiera algo nuevo, por eso le pedí que me acompañara en las ferias”, menciona Inés con orgullo. Su hija, también forma parte del equipo, al igual que su marido, quien “hace de contador, transportista y todo lo que se necesite”, cuenta entre risas.
Las velas no solo destacan por su belleza, sino también por su amplia variedad de aromas, que incluyen sándalo, chocolate, vainilla, lima, jazmín, entre otros.
Una de las particularidades del emprendimiento es el uso de materiales reciclados, como latas y botellas, que Inés transforma en recipientes únicos para sus velas y marca su estilo personal.
El proceso detrás de cada creación
El proceso de creación es minucioso y requiere tiempo y dedicación. Inés explica cómo lleva a cabo cada etapa, desde la preparación de la cera hasta el diseño final del envase. “Preparo la cera, uso esencias, vitaminas, y luego empiezo a llenar las latitas que previamente pinto y decoro. Todos mis insumos son de Buenos Aires, trato de comprar lo mejor para asegurar que el producto sea de calidad”, detalla.
Entre sus creaciones más destacadas está la vela en forma de perrito, una de las favoritas de sus clientes, que no pueden evitar confundirla con una pieza de decoración. “La gente la ve y piensa que es un adorno, pero cuando se enteran de que es una vela, se sorprenden. Me encanta ver la reacción de las personas”, recuerda Inés con una sonrisa. Además, tiene velas en forma de cuerpo humano, un grupo familiar, oso, corazones, entre otras.
Como todo emprendedor, los inicios fueron difíciles. Inés admite que al principio tuvo miedo de que sus velas no gustaran, pero su familia la apoyó y animó a seguir adelante.
La primera feria a la que asistió fue un momento clave en su emprendimiento. “Nos anotamos para probar, y fue una felicidad ver a mi familia apoyándome. La gente no podía creer el trabajo que había detrás de cada vela”. Desde entonces, Inés participó en varias ferias locales, y fue un éxito.
Con apenas un año de vida, IAromas ya logró posicionarse como un emprendimiento en crecimiento. Inés tiene claro que su objetivo a futuro es seguir aprendiendo y compartir su conocimiento con otras personas. “Me gustaría enseñar, veo muchas chicas que están empezando y me gustaría ayudarlas. También pienso en vender insumos para velas, porque acá en Neuquén no hay, todo lo tenemos que traer de Buenos Aires”, comenta con entusiasmo.
Para Inés, el éxito no se mide solo en dinero, sino en la satisfacción de ver a sus clientes contentos con sus productos. “Con que me reconozcan, me llena de felicidad que la gente valore lo que hago y se lleven a casa algo de calidad”, finalizó.
IAromas es más que una simple marca de velas; es el reflejo de una familia unida, de un trabajo hecho con amor y de un sueño que crece cada día. Como dice Inés, “Más allá del dinero, lo más lindo es ver a la gente contenta, ver cómo mis velas los emocionan, y saber que lo que hago, lo hago bien”.
Con velas que cuentan historias, aromas que inspiran y una dedicación que se siente en cada detalle, IAromas sigue iluminando los hogares y los corazones de quienes descubren esta propuesta tan única.
Para conocer más sobre el emprendimiento, podes encontrarla en Instagram como IAromas_