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Juan no podrá descansar en paz y es responsabilidad de todos

Pancho Casado
Por Pancho Casado
Juan no podrá descansar en paz y es responsabilidad de todos. El análisis editorial de la resolución judicial. Foto: Archivo

No es un día fácil hoy. No es un secreto para nadie la profunda relación personal, profesional, de afecto, de respeto que tenía con Juan Caliani. No me voy a cansar de decir la calidad de persona y de profesional que era Juan. Es este un momento de mucha angustia y dolor, de mucha gente, por su inexplicable e injustificable partida. Nos lo arrebataron y no quiero ponerme ni cerca de sus padres, familia y todos sus afectos imprescindibles más cercanos.

Hoy me siento avergonzado, siento que le hemos fallado a Juan, que somos todos –o muchos- unos hipócritas.

Ayer al mediodía conocimos la decisión del poder judicial de Neuquén sobre la situación de los dos delincuentes confesos, declarados responsables de la muerte brutal de Juan. Desde ayer al mediodía me estoy preguntando y no encuentro respuesta. Desde ayer al mediodía me están intentando convencer que lo decidido sería lo correcto, lo posible, lo legal. Desde ayer al mediodía siento que todos son unos hipócritas ¿o seremos todos unos hipócritas, por lo que decimos o por lo que no hacemos?

El juez penal de menores Dardo Bordón, decidió no hacer nada con los asesinos confesos de Juan. Sí, decidió no hacer nada, porque nadie podrá creer que mandarlos a la casa, para que los padres los cuiden, para que hagan si quieren un tratamiento, para que reflexionen sobre sus malas acciones, puede ser “algo” .

Pero el juez penal de menores Dardo Bordón no tomó solo esas ridículas decisiones porque se le ocurrieron, no, se las propusieron el fiscal penal de menores German Martin y la defensora penal de menores Mariela Borgia (que además ni siquiera es la titular, es adjunta).

Juez Dardo Bordón, fiscal German Martin, defensora Mariela Borgia: son cómplices de no haber hecho nada. La parodia de aplicación del “peso de la ley penal juvenil” ofende la memoria de Juan Caliani. Los hace cómplices de pisotear su memoria, su ejemplo y el sacrificio doloroso de su partida criminal.

Ahí tenemos en carne viva, en directo ante nuestros sentidos lo que implica este fuero penal juvenil especializado que ha dado como respuesta la nada misma, todo un despliegue de organismos estatales para cuidar a los asesinos, que es lo que son, delincuentes asesinos menores de  18 años.

No me vengan con que es el diseño de la Ley 2302 de protección integral de derechos de niños, niñas y adolescentes, no me vengan que es lo que tenemos obligado como país por haber suscripto las convenciones de vaya a saber qué, convenciones que no sirvieron de nada para proteger la vida de Juan.

Todo el fuero penal juvenil de Neuquén debería sentir vergüenza, al menos sepan que nos dan vergüenza,  escuchen los comentarios, lean los comentarios, sepan que no representan a ninguna persona de bien de esta provincia con su proceder.

No intenten explicarme que la decisión del juez Borbón, a partir del acuerdo del fiscal German Martín con la defensora Mariela Borgia es el máximo posible del régimen penal juvenil provincial. Ni lo intenten. Ustedes, con su proceder, no han hecho más que demostrar que debe ser reducida la edad de imputabilidad de los asesinos confesos, no de los “menores”, sino de los delincuentes asesinos menores de edad.

Ustedes con su pasividad han sido los mejores militantes para demostrar a la sociedad que se tiene que bajar la edad de imputabilidad, para que la sociedad no tenga que caer en manos como las de ustedes, que cómodamente amparados –según ustedes dicen y creen- en una ley, no hacen nada, dejan delitos terribles impunes.

No crean ni por un momento que la comunidad neuquina los avala. No los avalamos.

Tuvieron una oportunidad de mostrar que en algún lugar hay sanciones, que en algún lugar hay justicia, pero la desaprovecharon, y la pasividad es lo peor de todo.

El fiscal penal de menores podría haber sido más activo, más inquisitivo, menos tolerante, más severo, pero no, se conformó con poco, en la cómoda, no se le cruzó por la cabeza al fiscal de menores hacer  planteos de inconstitucionalidad contra ese régimen penal juvenil propio de un jardincito de infantes para resolver problemas de golosinas.

Claro, los del fuero penal juvenil con tan poco trabajo que tienen, se preocupan más para que los inviten a conferencias y notas periodísticas que por tomar las acciones necesarias para pacificar y llevar tranquilidad a la sociedad.

Estos delincuentes criminales asesinos que mataron a Juan, en eso que ustedes han llamado “homicidio en ocasión de robo”, no merecen ser tratados como niños, niñas o adolescentes vulnerables. ¡Por favor!

Ustedes se han equivocado mal y en su error han pisoteado la memoria de Juan, el dolor de su familia y la necesidad de justicia de toda la sociedad.

El fiscal de menores pudo y debió hacer otra cosa. Los fiscales saben muy bien cómo sortear las leyes que tienen que aplicar cuando no desean hacerlo.

Por favor, no me vengan con cuentos ni excusas.

La defensora de menores debió reclamar medidas de encierro más severas, no debió consentir el acuerdo de tratamiento, reflexión, pero claro, ella debe sentir que “ganó”. Su defendido terminó absuelto en un formato de detención domiciliaria vigilada. Un bochorno.

El juez era la última esperanza para no homologar este acuerdo absurdo, solo beneficioso para los criminales, para los asesinos, para los que no tuvieron miramiento alguno para matar a Juan cuando estaban robando.

La vida para ellos no vale y no valdrá jamás nada de nada. La ley que no podemos comprender no es buena para la sociedad. La ley que no podemos entender, no refleja lo que la sociedad necesita. La ley que solo sirve para dar trabajo muy bien pago a algunos que trabajan poco, y cuando hacen como que trabajan terminan con estas decisiones absurdas, no tiene nada de bueno para una sociedad.

Las leyes que no tienen nada de bueno para la sociedad, deben ser modificadas o derogadas.

Lamento con el corazón, que la muerte injusta de Juan me haya mostrado con tanta claridad la mentira de todo lo que argumentan los que dicen defender la vulnerabilidad de los menores. Acá han dejado libres a dos delincuentes asesinos, y han ordenado que cantidad de personas los cuiden, los atiendan, los controlen. Les debería dar vergüenza, a mí me da vergüenza vivir en esta sociedad con estos funcionarios que con su indiferencia y pasividad manosean el dolor familiar y no permiten que Juan descanse en paz.

¿Qué piensan los señores legisladores?

El señor ministro de Justicia, el Fiscal General y la policía que hicieron un trabajo ejemplar para arrestarlos y ahora los tienen que cuidar a estos asesinos.

No seamos hipócritas y asumamos el compromiso de modificar las leyes que haya que modificar y pidamos explicaciones a los funcionarios que haya que pedir,  por Juan, por su memoria, por su familia y por todos nosotros. 

A otro tema

Ayer se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa y cada año se establece un lema para celebrar esta efeméride a favor de la libertad de prensa. El lema para 2024 es “Prensa para el planeta: el periodismo ante la crisis ambiental”, dedicado a la importancia del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental en todo el mundo.

Hoy vamos a hablar nuevamente de la fragilidad de Vaca Muerta. El geólogo Javier Groso nos confirmó que los movimientos sísmicos que se registran en Añelo y Sauzal Bonito suceden por el agua que se inyecta en la tierra.

Groso dijo que las empresas saben que la sismicidad está asociada a la fractura hidráulica, lo que debiera ser más tenido en cuenta por parte de los organismos oficiales.

El peligro se centra en que las empresas petroleras utilizarían estos pozos sumideros para inyectar en la tierra agua que se saca de las fracturas hidráulicas, -sólo menos del 10% se trata- y debiera ser algo más tenido en cuenta por parte de los organismos oficiales.

¿Hay ya algún indicador en un pozo control o monitor que muestre que se hayan transmitido componentes contaminantes a las napas freáticas?

La respuesta ha sido no. ¿Qué ocurre? Cuando inyectas un pozo para fracturar, le estás inyectando cerca de 100 millones de litros de agua, ese 10% que se puede llegar a recuperar, hoy ni siquiera lo recuperan las empresas porque el agua es muy barata. Entonces siguen usando agua nueva que es más fácil de ponerle los componentes, de la arena y funciona mejor.

Nos decía Groso que, de esos 100 millones, van a volver aproximadamente unos 50 o 60 millones que ya no se pueden tratar y que hay que meter en los pozos sumideros. Clave el rol de los pozos sumideros.

Es probable que los pozos sumideros tampoco inyectan agua contaminada a 100 metros ni a 200. Lo hacen a 1.200 metros, a 800, a 1.600, principalmente en la formación Centenario. ¿Es probable que haya una migración de esos contaminantes hacia las napas superficiales? Es una de las posibilidades.

Por eso decimos que deben tener un monitoreo más que importante por parte del Estado, porque una vez que se contamine una napa superficial, un acuífero superficial, remediarlo es imposible.

Entonces sí, efectivamente, los pozos sumideros tienen un rol clave. Que haya pozos sumideros como el área Lindero Atravesado, cerca del Mari Menuco a 1.000 metros del lago, por ejemplo, es una cuestión a tener en cuenta a futuro.

No es sólo es la inyección en los pozos sumideros la que genera la sismicidad sino que también durante las operaciones de fractura, donde se está inyectando a mucha presión, también ahí es cuando se generan los sismos.

Es decir, hay una simultaneidad entre la fractura y los sismos que están ocurriendo esta semana.

La generación de residuos no tiene precedentes en la historia hidrocarburífera de Neuquén. Los no convencionales generan mucho más que los convencionales,  pero lo más importante es que hoy las empresas en materia de sismicidad se autorregulan.

El Estado no participa de esa regulación. El Estado neuquino no participa de esa regulación, entonces, está en manos de las empresas.

Pero las empresas, puertas adentro saben que son los que generan los sismos y por eso tienen los semáforos antisísmicos. Hay preocupación del Estado, pero esa preocupación, no se materializa.

El secretario de Energía debería preocuparse mucho más por todo esto y la verdad no lo hace, ninguna empresa tiene la sismicidad inducida como un impacto ambiental. Sin embargo, las empresas tienen un semáforo sísmico y aquí la contradicción porque no hay una normativa que regule la sismicidad en la provincia o que la vea como un problema ambiental.

De seguir creciendo en la medida que lo está haciendo y con la cantidad de sismos que hay, los efectos ambientales pueden ser impredecibles.

ATE
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