La reciente autorización de ingreso de una considerable flota de buques pesqueros chinos a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina generó la atención por parte de las autoridades nacionales y la opinión pública estos últimos días. Esta medida, adoptada por la Armada Argentina en respuesta a un pedido de las autoridades marítimas de la República Popular de China, tenía como fin proteger a la flota ante un severo temporal que amenazaba su seguridad en alta mar.
Inicialmente, la flota, compuesta por 260 buques pesqueros, fue autorizada a refugiarse de un temporal con olas de hasta 7 metros y vientos superiores a los 100 kilómetros por hora. Esta autorización se enmarcó en lo que se denomina «paso inocente», bajo el cual los buques extranjeros pueden ingresar a la ZEE de otro país siempre y cuando no realicen actividades de pesca, mantengan apagadas las luces propias para la pesca, y guarden las artes de pesca a bordo, sobre cubierta y debidamente aseguradas, conforme a lo establecido por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar).
Para garantizar el cumplimiento de estas condiciones, la Armada Argentina, a través del Comando Conjunto Marítimo y con la asistencia de la Escuadrilla de Vigilancia Marítima, desplegó vuelos de exploración y observación utilizando aeronaves Beechcraft B-200. Estos vuelos permitieron monitorear la actividad de la flota china, asegurando que ninguna embarcación realizara tareas de pesca dentro de la ZEE argentina. Las tareas de vigilancia incluyeron la verificación de la velocidad de los pesqueros, análisis de patrones de navegación, y el uso de sistemas automáticos de identificación (AIS) y fotos satelitales proporcionadas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) para supervisar las embarcaciones.
La Armada expresó a través del sitio Gaceta Marinera que: “La actividad se realizó a los efectos de constatar que la totalidad de los 260 buques pesqueros chinos autorizados a ingresar por la Armada Argentina, ante un temporal de gran magnitud (olas de 7 metros y vientos de más de 100 km/h), hayan abandonado el área asignada por esta Fuerza y se encontraran fuera de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE)”.
Añadiendo: “Como autoridad marítima nacional SAR, la Armada Argentina otorgó el permiso para el ingreso y permanencia en un sector delimitado al lateral del Golfo San Jorge, alejado de los caladeros de pesca. Esta autorización fue brindada tras el pedido de la autoridad recíproca de la República Popular de China para que sus buques pesqueros, que se encontraban en el área adyacente, ingresaran dentro del límite establecido por la milla doscientos”.
Además de estas medidas, se destacó el uso de tecnologías avanzadas como el programa «POLLUX», desarrollado por la Armada Argentina para la fusión de datos, que permite determinar el nombre de cada buque y compartir esta información con centrales de operación en tierra y unidades de superficie desplegadas en el litoral marítimo. Esta estrategia de vigilancia se complementa con el Sistema Integrado de Control de Actividades Pesqueras (SICAP) y el Plan de Acción Nacional para prevenir, desalentar y eliminar la Pesca Ilegal, No Declarada, No Reglamentada (INDNR), reforzando así el compromiso de Argentina con la protección de su biodiversidad marina y la sostenibilidad de sus recursos pesqueros.
Es importante mencionar el incremento de 800% en la actividad pesquera de buques chinos en el límite del Mar Argentino durante la última década, según un informe del Círculo de Políticas Ambientales basado en datos de la plataforma Global Fishing Watch. Aunque generalmente estas flotas operan fuera de la jurisdicción argentina, su presencia y actividades cercanas a la ZEE tienen un impacto considerable en el ecosistema marino, afectando las actividades de los pescadores locales, la seguridad alimentaria y las fuentes de empleo relacionadas con la pesca.
Finalmente la flota de buques pesqueros chinos se retiró de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) Argentina después de haber sido autorizada a refugiarse temporalmente. Las tareas de control y vigilancia realizadas por la Armada Argentina, a través del Comando Conjunto Marítimo y la Escuadrilla de Vigilancia Marítima, confirmaron que todos los buques habían abandonado el área asignada y se encontraban fuera de la ZEE argentina, asegurando así que no realizaran actividades de pesca durante su estancia temporal en aguas nacionales. La eficacia de estas medidas de vigilancia garantizó el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales relacionadas con la pesca y la protección del espacio marítimo de nuestro país.