El Presupuesto neuquino 2024 fue aprobado en la Legislatura. Este presupuesto, de 2.062.608 billones de pesos, con gastos totales de 1.956.050 billones de pesos, prepara la transición entre la actual administración y el gobernador electo Rolando Figueroa.
El proceso de elaboración y aprobación del presupuesto estuvo marcado por intensas negociaciones desde hace semanas. Figueroa solicitó incluir «artículos flexibles» para adaptarse a posibles cambios futuros sin interrumpir la funcionalidad del Estado.
Las áreas significativas fueron la educación, 524.427 millones de pesos; la infraestructura, con una asignación de 254.814 millones de pesos; la salud, con 279.756 millones de pesos; y la seguridad, con 143.171 millones de pesos. Una parte considerable del gasto corriente, se destina al pago de salarios del personal del Estado provincial.
El presupuesto se beneficiará enormemente de los ingresos generados por Vaca Muerta, el yacimiento de petróleo y gas, por no decir la formación geológica, que ha transformado la economía neuquina. Se espera que para 2028, la producción de petróleo y gas se triplique, lo que podría aumentar significativamente los ingresos provinciales. Las regalías, que representaban el 30% en presupuestos anteriores, se proyectan a que alcancen el 40% en 2024.
La aprobación del presupuesto en la Legislatura no fue un proceso sencillo. A pesar de recibir un apoyo mayoritario con 28 votos a favor y tres en contra, hubo momentos de debate y discusión sobre varios aspectos. Los diputados del Frente de Izquierda, por ejemplo, expresaron su oposición, centrando su crítica en el modelo de financiamiento y la carga de la deuda pública. La diputada Blanca López criticó el enfoque en las petroleras y señaló deficiencias en áreas como educación y salud.
Además, se plantearon cuestiones específicas sobre el artículo 46 del presupuesto, que permite el uso de recursos del Fondo de Estabilización para pagar deuda, generando controversia entre algunos legisladores. El diputado César Gass, aunque apoyó el presupuesto en general, mostró su desacuerdo con la redacción de este artículo.
La diputada Lorena Parrilli, generó un momento de tensión. Aunque votó a favor del presupuesto, expresó una fuerte discrepancia con varios de sus aspectos. Específicamente, criticó el nivel de endeudamiento que el presupuesto imponía a la provincia, argumentando que este grado de dependencia financiera era insostenible y continuaría siéndolo bajo las nuevas disposiciones. Su preocupación se centró, al igual que el diputado Gass, en el artículo 46.
El gasto corriente del presupuesto, estimado en 1,61 billones de pesos, se destinará en un 62% al pago de salarios del personal del Estado provincial; Un 22% irá a transferencias corrientes, incluida la coparticipación a municipios; el 11% se asignará a bienes y servicios; y el 4% se destinará al pago de intereses y gastos de deuda.
En términos de ingresos corrientes, se prevé que estos provengan en un 41% de las regalías y canon extraordinario de producción, un 31% de los impuestos provinciales, un 21% de los impuestos nacionales, y un 7% de otros recursos.
Más allá del presupuesto, la Legislatura abordó otros temas importantes, incluyendo la aprobación de la ley que permite la reelección sucesiva de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Este cambio permitirá a la presidenta actual, Soledad Gennari, buscar un segundo mandato.
La sesión legislativa también fue escenario de protestas por parte de ANEL, el sindicato de los empleados legislativos.