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La pasión artesanal de Cushion Deco y Textil: manteles, cortinas y mucho más

Natalia Giselle Martínez
Por Natalia Giselle Martínez
La pasión por la costura llevó a esta emprendedora a montar su propio negocio. Foto: gentileza

Detrás de cada puntada, Daniela Ibáñez encuentra la satisfacción de crear algo único con sus propias manos. Lo que comenzó como un pasatiempo, con una máquina de coser prestada, se convirtió en un floreciente emprendimiento desde su taller en casa. Con un amor por la costura, Daniela transformó su pasión en un negocio que hoy es un éxito rotundo.

«Siempre me gustó coser, hacer cosas para mi casa, como fundas y caminitos”, recuerda la emprendedora. Una vez, su hermana le prestó la maquina de coser, empezó a decorar su casa y luego comenzó a vender. Los primeros cliente fueron su circulo más cercano, amigos, familiares y vecinas.

Con una mezcla de intuición y aprendizaje autodidacta, Daniela comenzó a experimentar con distintos proyectos. «Empecé a hacer cortinas, luego delantales, y con el tiempo, hasta fundas para sillones,» explica. Además, la emprendedora comenta que su camino fue de aprendizaje, muchas veces volver hacer todo de nuevo y que esto le permitió crecer. «Cuando no me salía algo, me frustraba, pero lo dejaba, tomaba un café, y al día siguiente lo retomaba. Al final, siempre lograba que saliera bien”.

Con el tiempo, armó su taller en un rincón de la casa, donde tiene las telas, los hilos y las máquinas industriales. Ella comenta que cada vez que está en la máquina, las horas pasan muy rápido; suele estar allí todo el día. Su familia le lleva la comida o le prepara unos mates con algo rico para compartir.

Cushion Deco y Textil, se destaca por los delantales, almohadones, cortinas, sillas, fundas de sillón, caminitos y mantas.

Clientas fieles

La calidad de sus productos generó varias clientas fieles, esto generó un crecimiento tanto personal como emprendedora, «muchos de mis clientes son personas que ya me compraron antes o que me recomendaron. Me escriben mucho por Instagram, y siempre trato de satisfacer sus pedidos”, cuenta Daniela.

Además de la venta directa, Daniela participó en ferias locales, donde la interacción con otros emprendedores le permitió ampliar su red y aprender de las experiencias de otros. «Me encanta ir a ferias. La última fue un éxito, llevé de todo y terminé agotada, pero valió la pena», comenta.

A pesar de los logros, la emprendedora mira hacia adelante, soñando con expandir su taller y añadir nuevas líneas de productos. «Siempre estoy buscando qué más puedo hacer, qué más puedo aprender. Quiero seguir creciendo y ofrecer cosas nuevas, porque cuando haces algo que te apasiona, siempre encuentras la manera de hacerlo bien,» reflexiona.

La trayectoria de Daniela Ibáñez es un inspirador testimonio de cómo la pasión por un oficio puede llevar a la creación de un emprendimiento exitoso. Su dedicación y el apoyo de su familia fue fundamental para el crecimiento de su negocio textil, que sigue ganando reconocimiento en Plottier y más allá.

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ATE
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Técnica Superior en Periodismo Institucional y Técnica Superior en Periodismo Deportivo. Egresada del Instituto Séneca, Neuquén.
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