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La primera vacuna argentina contra el COVID-19 llega a las farmacias

Redacción
Por Redacción
La vacuna ARVAC contra COVID-19 fue desarrollada por especialistas del CONICET, de la UNSAM y de la Fundación Pablo Cassará, donde participaron más de 600 profesionales y 2.000 voluntarios. Foto: Capital 21

En un hito para la ciencia argentina, la vacuna ARVAC, desarrollada íntegramente en el país, estará disponible en farmacias de todo el país como dosis de refuerzo contra el COVID-19. Fue creada por científicos del CONICET, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y la Fundación Pablo Cassará, y aprobada por la ANMAT.

ARVAC se basa en tecnología de proteínas recombinantes, similar a la utilizada durante 30 años para la vacuna contra la Hepatitis B, lo que garantiza baja reactogenicidad y alta estabilidad. Jorge Cassará, Director Comercial del Laboratorio Pablo Cassará, destacó que la vacuna “es ideal para la etapa de pospandemia por su estabilidad a temperaturas de 2 a 8°C y su baja incidencia de efectos adversos”.

La vacuna estará disponible inicialmente en el mercado privado a un precio de $23.000. Ricardo Pesenti, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), afirmó que la disponibilidad en farmacias “facilitará el acceso a la vacunación” y destacó que “los farmacéuticos están capacitados para brindar este servicio y registrar las vacunaciones”.

La Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) recomendó la incorporación de la vacuna contra COVID-19 al Calendario Nacional de Vacunación (CNV). Se prevé que ARVAC sea incluida oficialmente en 2025, aunque ya se están realizando gestiones para que la seguridad social otorgue una cobertura significativa, especialmente para los grupos de riesgo.

Juliana Cassataro, directora del proyecto ARVAC e investigadora del CONICET y de la UNSAM con integrantes de su laboratorio. Foto: UNSAM

Juliana Cassataro, directora del proyecto ARVAC, subrayó la importancia de los refuerzos para mantener una alta respuesta inmune contra las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2. “Con este proyecto, se nos cumplió un sueño, ya que pudimos ver cómo un desarrollo científico se convirtió en un medicamento que se transfiere a la sociedad para cuidar la salud de la población”, comentó.

El desarrollo de ARVAC involucró a más de 600 científicos y profesionales de 18 instituciones del país. Los ensayos clínicos financiados por la Agencia I+D+i, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Laboratorio Cassará, confirmaron que la vacuna es segura y eficaz como refuerzo contra diferentes variantes del virus SARS-CoV-2.

El virus SARS-CoV-2 sigue mutando, y ARVAC está preparada para adaptarse a nuevas variantes. Según Cassataro: “La vacuna ya fue adaptada siete veces, y el laboratorio está listo para realizar nuevas adaptaciones en tan solo cuatro meses si aparece una nueva variante de preocupación”.

ATE
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