Desde córdoba vino a trabajar a un yacimiento y sin saberlo, ahí había trabajado su abuelo, que murió antes que ella naciera. Un emocionante reencuentro con sus raíces.
En su casa de Córdoba siempre se habló mucho del abuelo, que trabajó en los inicios de los yacimientos de YPF en la Patagonia. Es más, allí en Comodoro Rivadavia también nació su padre, que luego emigró hacia el centro del país.
Ella, la geóloga Yamila Julio, no dudó cuando fue convocada por la empresa nacional para trabajar en la ciudad chubutense, hace unos diez años. Con esos recuerdos en mente, comenzó a pedir viejos legajos, historias que la llevaran a su abuelo Santos Julio y no fue fácil hallar datos de aquellos tiempos. Hasta que encontró un expediente con la firma de él, de su trabajo en el mismo lugar adonde ahora Yamila desempeña sus tareas.
Sin saberlo, el paisaje, las tareas y el lugar, son los mismos entre el abuelo y la nieta.
La historia
“Estoy acá desde hace 10 años. Me vine con YPF directo de Córdoba a Comodoro. Estaba buscando un cambio, mientras trabajaba. Estaba en una consultora y daba clases en la secundaria”, señaló. Además de las razones que enumeró, también tuvo su influencia venir a la Patagonia, al lugar adonde nació su padre (ya fallecido) y donde el abuelo Santos trabajó tanto en aquellos primeros años del petróleo en Chubut.
“Me vine sola, no lo pensé, más allá de que estaba lejos, no conocía nada, de entrada dije sí me voy. Cuando me lo ofrecieron estaba decidida, donde fuera me venía con YPF”, relató.
La geóloga, que en estos diez años también fue madre de una niña, recordó que “cuando vine acá pregunté por la base de datos para conocer su historia, pero me dijeron que no había. Pasaron unos meses, me llama mi hermana y me dice sabés que lo llamaron a papá -mi papá falleció también-. Se estaban juntando los compañeros del secundario y querían reunirse con él. Buscaron la guía telefónica, éramos pocos con el apellido Julio, y una era la casa de mi mamá”.
En medio de la emoción, recordó que “entonces, me pasó el contacto de este señor que era compañero de papá, que vivía acá y que vive cerca de donde yo vivo actualmente, a siete cuadras. Empecé a mandar mails, fui un día a la casa, conocí a su esposa, me mostró fotos de mi papá, del colegio, que yo no tenía porque no tenía esa parte de la historia de mi viejo, dónde había vivido acá, en el kilómetro 3. Y yo empecé a trabajar en un proyecto de reparación de pozos viejos y vi legajos, donde está contada la historia de cada uno y un día revisando esos legajos viejos encuentro uno que en una parte está firmada por mi abuelo, decía Santos Julio.”
“Ahí vi que mi abuelo había estado en el sector de segmentación, lo vi en un poquitos legajos, pero ahí ya sabía de él y había trabajado en el mismo yacimiento en el que yo trabajaba”, contó Yamila.
El reencuentro con esa parte de la raíz de origen de su familia también la llevó a descubrir por qué su amor por la empresa nacional, por el trabajo petrolero y por la Patagonia. Comodoro Rivadavia, el lugar adonde vivieron sus abuelos y adonde nació su padre, ahora la tiene a ella como una habitante más, junto a su familia.
Quizás el presente de la industria petrolera de esa región no es la que se proyectaba en aquellos años de su abuelo, especialmente por la aparición del sistema no convencional de extracción de petróleo y gas del yacimiento neuquino de Vaca Muerta.
Ese apogeo de la cuenca de Neuquén ha puesto en crisis a la industria petrolera tradicional chubutense que deberá reorientar su producción y aceptar nuevos desafíos.
Pero lo que une a todas las cuencas petroleras de la Patagonia, desde Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Río Negro, es esa raíz que la empresa YPF fijó en aquellas generaciones donde el trabajo y el futuro estaban por hacerse. Aquellas familias “Ypefianas” que se aventuraron a nuestras tierras patagónicas para amasar un presente y un futuro para sus hijas e hijos, marca a fuego a esas regiones.
A tal punto es fuerte esa raíz que esta joven geóloga dejó todo en Córdoba para postularse a una decena de cargos en la Patagonia y fue la única seleccionada para trabajar en Comodoro Rivadavia. Y no en cualquier yacimiento, en el mismo donde su abuelo Santos llevó a cabo las primeras tareas de explotación petrolera en Chubut.
Si es cierto que la sangre tira, a la par está también empujando a las raíces el trabajo petrolero de YPF en la Patagonia.
Con información propia, de YPF-Chubut y YPF en Primera Persona.