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Las motos que se usaron en la guerra de Malvinas

Redacción
Por Redacción
Además de las que se transportaron desde el continente, nuestras fuerzas armadas también utilizaron vehículos de los británicos.

Uno de los libros más profundos y detallados sobre la actuación de las fuerzas armadas argentinas en la guerra por la recuperación de nuestras Islas Malvinas es “Comando en acción”, escrito por el catedrático e investigador Isidoro J. Ruíz Moreno.

En esa obra se puede conocer todo el desarrollo y participación nacional en el conflicto. De ese contenido hay un apartado sobre la utilización de motocicletas en la guerra, especialmente las que llevaron desde el continente las fuerzas argentinas y las que encontraron en Malvinas.

Aquí compartimos ese capítulo: “Para la época el ejército argentino contaba con una flota de la reconocida Zanella Surumpio, con un motor dos tiempos de 125cc, que no cumplía del todo con las exigencias militares. Si bien era una todoterreno, tenía componentes poco confiables, era bastante ruidosa y contaba con suspensiones algo rígidas.

A las Malvinas, los militares argentinos algunos llevaron ejemplares para ser usados para mensajería; aunque una vez en la isla se incautaron a los británicos unas Can Am Bombardier 250. Dichos vehículos sí estaban preparados y tenían los elementos necesarios para un soldado. Otro reconocido modelo de la guerra es la Kawasaki KE 125 que utilizaron las fuerzas de nuestro país. La Compañía de Comandos 602 recibió la misión de destacar sus hombres en la zona de Monte Kent, y esperar el inminente asalto británico, para dejarse sobrepasar e infiltrarse en su retaguardia.

El 8 de Junio la Fuerza Aérea argentina atacó a 2 buques de transportes que se encontraban prestos para desembarcar efectivos en bahía Agradable, y se decidió anticipar la operación. Todo marchó mal desde un principio; el enemigo se había adelantado, pues dominaba la zona, y los comandos argentinos sufrieron grandes bajas.

El desastre se agravó cuando un helicóptero Puma que transportaba comandos de la Gendarmería Argentina se estrelló e incendió, ya que fue alcanzado por la defensa aérea inglesa.

Siete gendarmes murieron consumidos por las llamas en las entrañas del pájaro de metal. Ésa es la guerra, donde la fortuna cambia a cada momento. Los comandos sobrevivientes quedaron ilesos, heridos y aislados de Puerto Argentino.

Sus compañeros decidieron efectuar una incursión para rescatarlos. Sobre motos todo terreno, la Compañía de Comandos 601 se dirigió hacia el Monte Kent. Por detrás sólo marchaban la decisión y el valor encarnado en un puñado de hombres audaces, después de todo, eran comandos. 1- Más aún, los británicos no permanecieron inactivos, apenas alcanzaron el Monte Kent comenzaron un intenso y bien dirigido fuego de morteros. Una de las motos fue despeñada por la explosión de un proyectil, milagrosamente su conductor salió ileso del evento y montó en la moto de un compañero. El fuego se intensificó, continuar no era prudente, el enemigo dominaba la situación y la sorpresa se había perdido. Hicieron virar las motos y emprendieron el regreso. Pero la incursión no fue en vano, aprovechando la distracción creada, los comandos de la Compañía 602 lograron perder contacto y volver con la masa de sus hombres a Puerto Argentino. Dos heridos quedaron rezagados e imposibilitados de moverse.

En la noche, se inició una nueva y arriesgada operación de rescate. Ese grupo de rescate vivió momentos de gran tensión y peligro, lograron localizar a los heridos y montarlos en las ágiles motocicletas sin ser localizados por los británicos. En retorno, el enemigo se percató de la acción, lo que provocó un denso fuego de artillería y mortero.

Aceleraron las motos atravesando el valle y tratando de dejar el peligro atrás, pero la artillería corrigió el fuego, martillando el húmedo suelo. 2- Al aparecer las posiciones argentinas, el peligro quedó atrás, aumentaron la velocidad, pasaron por el corredor existente en los campos minados frente al Batallón de Infantería de Marina 5 y cuando arribaron a la posición de la Armada, un oficial, con gesto preocupado, les dijo que el corredor había sido cerrado media hora antes.

El grupo de rescate había cruzado por un campo minado activado sin sufrir las consecuencias desagradables de pisar una mina. Sin duda, la fortuna acompaña a los audaces.”

El libro se encuentra en venta en diferentes plataformas y también se puede descargar en el formato PDF.

Sobre el libro

El investigador José Luis Tello de la Universidad Nacional de Cuyo publicó en 2013 un artículo en la Revista de Historia Americana y Argentina, analizando el libro «Comandos en acción, del historiador Isidoro Ruiz Moreno» donde aseguró que la edición «debe ser considerada una obra fundamental para el estudio de las acciones bélicas del conflicto del Atlántico Sur (1982). Escrita en 1984, apenas dos años después de la guerra, fue reeditada en varias oportunidades, siendo la
última en 2012.

Aunque sus obras abarcan diversos aspectos del pasado nacional, son de destacar sus notables aportes a la historia militar argentina, con obras tales como La Revolución del 55, 1994; Historia de los Granaderos a Caballo (en colaboración), 1986, La neutralidad argentina en la Segunda
Guerra, 1977; La Marina revolucionaria, 1998; e Historia del Regimiento 1 de Infantería. Patricios de Buenos Aires (en colaboración), 2000; a las que se debe agregar la presente obra.
A lo largo de más de 450 páginas, Ruiz Moreno describe y analiza el desarrollo no solo de las acciones propias de las dos Compañías de Comandos que participaron en la guerra, la 601 y la 602, dirigidas por los mayores Mario Castagneto la primera y Aldo Rico la segunda, sino también,
y de manera bastante detallada, los acontecimientos que formaron parte del conflicto en su totalidad.
La obra se encuentra dividida en una breve presentación y 3 partes principales, que incluyen 32 capítulos, a los que se agrega un apéndice con los nombres de los integrantes de las Compañías de Comandos y los datos que caracterizaron su accionar individual, tales como las distinciones
recibidas. De allí se deduce que ambas unidades se encuentran entre las más condecoradas de la guerra.

Comandos en acción es una obra de naturaleza compleja, en la que conviven un estilo claramente épico, en lo que respecta al relato concreto de los combates de los comandos argentinos, en los que se muestran y destacan virtudes típicamente militares como la valentía y el heroísmo, con un estilo técnico-descriptivo, en el cual se deja lugar a la fría descripción de
los aspectos tal vez más áridos de la guerra, como son la estrategia adoptada por los mandos militares, el número de efectivos involucrados y su disposición táctica en el campo de batalla.
Capítulos imperdibles son el XI, “Ataques aéreos sobre Howard”, en el que se relata el derribo en Gran Malvina de un Harrier británico y las acciones defensivas antiaéreas asumidas por los comandos; el XVIII, “Sangre en la nieve”, en el cual se describe con impactante estilo el
combate de Top Malo House, entre una sección de la Compañía de Comandos 602 y efectivos británicos de élite del Cuadro de Guerra para la Montaña y el Ártico; y el XXV, “Enfrentamiento con Comandos británicos”, donde se refleja lo ocurrido en el único combate del conflicto entre
comandos de ambos bandos.
El esfuerzo de los comandos, la preparación previa de los mismos, su brillante desempeño en el campo de batalla, las privaciones sufridas durante el transcurso de las hostilidades, la desaparición física de algunos de los comandos más caracterizados, como la del sargento Mario Cisnero, el popular Perro, son relatados con impresionante realismo y dramatismo, y
transportan al lector a los días de la guerra, a los campos de batalla de
Malvinas.
Retomando las primeras líneas de la presente reseña, Comandos en acción es una obra fundamental sobre la guerra de Malvinas, no solo por la amplia información y el detallado análisis que nos muestra con respecto al conflicto sino, también, a nuestro humilde entender, por el sentido profundamente patriótico con la que fue escrita. Leer Comandos en acción
es compartir con los protagonistas de la gesta del Atlántico Sur lo esencial de la guerra y de la profesión de las armas: la defensa de la propia tierra como motor principal de aquellos que sienten al ejercicio de la milicia como una vocación y no como un mero oficio.»

ATE
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