Un nuevo ingreso a los tesoros publicados en el blog Bahía Sin Fondo de Patricio Donato que nos lleva a los inicios de los ferrocarriles, con una particularidad: sus recorridos en nuestras islas.
El blog de Patricio Donato tiene una riqueza incalculable en cuando a la investigación seria de nuestra Patagonia. Especialmente, con documentación y estudio de fuentes, el sitio nos permite introducirnos en historias deslumbrantes. En este caso, un artículo publicado con el título “Trenes a vela: usando el viento para desplazarse (incluso en Malvinas)”, Donato nos comparte «una breve curiosidad que encontré en un minúsculo recorte y que, como de costumbre, cuando empecé a tirar del hilo encontré que era más extenso de lo que creía. Yo sabía que los ferrocarriles había sido impulsados durante décadas por máquinas de vapor, luego por máquinas Diesel, y finalmente por sistemas de tracción eléctricos. Lo que no tenía idea era que entre las primeras fuentes de energía que se consideraron para impulsar un vehículo por las vías férreas estaba el viento. Sí, efectivamente, hubo épocas en las cuales los trenes se impulsaron a vela, como lo habían hecho los barcos en el mar durante siglos.
Al parecer, uno de los primeros casos registrados de un tren, o mejor dicho, un único vagón de tren, impulsado por energía eólica, es el de la línea Baltimore-Ohio en la década de 1830. Se trataba, casi literalmente, de una cesta con un mástil y una vela, que rodaba por un par de raíles. Fue creada por un tal Evan Thomas (en algunos sitios se dice que era hermano del presidente, pero no hubo ningún presidente de EE.UU. con ese apellido), luego de un viaje al Reino Unido, donde conoció al novedoso concepto de ferrocarril. Este vehículo se lo conocía como Aeolus (Eolo), y si bien podía desplazarse a velocidades de hasta 40 km/h, necesitaba un viento fuerte (y a favor) para poder impulsarse con regularidad.
Años después aparecen otros ejemplos de trenes, si puede llamárselos de esa forma, impulsados por el viento. En la Wikipedia encontramos alguna referencia a los «Sail bogeys» o «Sail trolleys», que fueron empleados en diversos lugares. Entre esos ejemplos podemos encontrar uno más que curioso, ya que este sistema de locomoción fue empleado ni más ni menos que en las Islas Malvinas (Arg). Al parecer en la década de 1920 la línea férrea Camber, construida para abastecer de insumos a una estación radiotelegráfica usada durante la Primera Guerra Mundial, cayó en desuso. A medida que dejaron de circular las pequeñas locomotoras de trocha angosta (610 mm), los lugareños comenzaron a usar la línea férrea para desplazarse con sencillos carritos con velas, que permitían moverse con mucha facilidad hacia el Este (el viento predominante es del Oeste), pero que no eran tan prácticos para recorrer el camino de retorno. Existen algunas fotos y reproducciones en estampillas conmemorativas, que testimonian el uso de estos «trenes a vela». Recomiendo darle un vistazo a la web de Histarmar donde hay bastante material sobre el «Camber Railway».
Para quien desee profundizar en este tema, que como mencioné antes tiene mucho material, recomiendo revisar algunos de los enlaces que están en el texto. Por mi parte, me despido hasta la próxima entrada… que no tengo ni idea de que tema va a tratar.
Pasó Hoy recomienda la lectura de todos los artículos del blog BAHÍA SIN FONDO