Este espacio de El Diario de Vanesa me permite todas las semanas encontrarme con personas, historias, lugares que nos llenan de esos otros mundos que están a nuestro alrededor y por diferentes razones, no nos detenemos a valorar.
Pero en este caso, la emoción fue más fuerte porque me encontré con una mujer que vivió la crueldad de una guerra, que sanó heridas de jóvenes producidas por la pólvora, pero también por la desesperación de encontrarse en un momento de la historia en el que nunca pensaron. Ella muy joven atendiendo y conteniendo a soldados y oficiales de su misma edad, en el rompehielos Irizar, transformado en hospital de guerra en aquel mes de junio de 1982.
Silvia Barrera, que aun sigue en actividad como enfermera en el hospital de Campo de Mayo, recorre en el video que acompaña esta charla, toda su vida. Aquel momento en que piden voluntarias para ir a la guerra por la recuperación de nuestras Islas Malvinas, el viaje junto a sus cinco compañeras, la estadía en Río Gallegos, la llegada con el buque hospital hasta metros de la costa de Puerto Argentino, la atención de los heridos, la captura de la nave por parte de las tropas británicas y el regreso al continente.
Cada una de las etapas que marcaron la vida de Silvia y de nuestro país, contada con un aplomo y profundidad que por momentos mueve a la emoción de quien la escucha, a un deseo de abrazarla fuertemente para sumarnos a la historia de una de las tantas mujeres que vivieron de cerca aquel conflicto.
En este 2 de abril, a 42 años del inicio de aquella guerra, el testimonio de esta mujer es más que necesario, luego de que fueran ocultadas por la historia y porque es fundamental que se conozca de primera mano lo valioso que es su aporte para la verdadera historia de Malvinas.
Como mujer, no les voy a ocultar que me enorgulleció conocer y dialogar con Silvia. Esa sensación de que ante cada una de sus palabras, la pasión por sanar heridas (propias y ajenas) y el deseo constante de enarbolar la verdad sobre la historia más dura de nuestro país, se veían en sus ojos. Esa mirada que de pronto aterriza sobre la del otro para dejar allí los pertrechos más humanos que puede tener una guerra. Esos ojos que, de pronto, miran al cielo para abrazar a quienes perdieron la vida en ese territorio nuestro y luego en estos 42 años.
Silvia Barrera, junto a otras mujeres de la guerra de Malvinas, también tiene un gran desafío que lo desarrollan a lo largo y lo ancho del país: contar sus historias, pero más allá de las personas, la participación de las mujeres en el conflicto. Porque si por años se ocultó lo que pasó en la guerra, en el caso de las mujeres fue doblemente ocultada su participación.
En los últimos años llevan a cabo actividades de difusión, concientización y especialmente entre niños y niñas en escuelas, a las que asisten gustosamente.
Además de los reconocimientos y condecoraciones que Silvia tiene como Veterana de Guerra de Malvinas, también hay escuelas que llevan su nombre, como la primaria 205 de Toay, en La Pampa.
En la charla, también recordó su participación en el gran homenaje y desfile que se realizó en la ciudad de Neuquén, el año pasado, donde Veteranos y Veteranas de todo el país participaron de actividades especiales.
Les dejo aquí el video con la charla, emocionante, que tuvimos con Silvia Barrera, en este día tan especial:
¡Será hasta la próxima!