La ciudad de Villa María, Córdoba, aún no sale del estupor que causó el femicidio y posterior suicidio de un instructor de tiro de 43 años, porque además estaban en el lugar las hijas de la pareja, de 5 y 9 años.
De acuerdo con la reconstrucción que realizó la policía ante los medios de comunicación, este viernes aproximadamente a las 18, Martín Ferreras citó a su esposa Cecilia Ermácora al domicilio que ocupaba en forma temporaria, en virtud de la crisis y posible separación de la pareja.
Al lugar, ubicado en el barrio Centro Norte de la ciudad cordobesa, llegó la mujer de 40 años con sus hijas de 5 y 9, para dar respuesta a la cita del hombre. En un determinado momento la discusión comenzó a subir de tono y Ferreras se puso violento, a tal punto que ambas niñas salieron corriendo de la vivienda a pedir ayuda.
Las pequeñas encontraron a una pareja de gendarmes que justo pasaban por el lugar y cuando se aproximaban al lugar, escucharon dos detonaciones de escopeta. Ante esa situación, uno de ellos se quedó afuera con las pequeñas y el otro ingresó, para encontrarse con el horror: el hombre había ultimado a la mujer y luego se quitó la vida de un disparo en la cabeza.
La llegada de los efectivos policiales no hizo más que constatar el sangriento cuadro y preservar del horror a las pequeñas niñas que fueron atendidas por personal médico y luego por familiares que se acercaron a la vivienda. La causa quedó a cargo del fiscal de Tercer Turno, René Bosio.