A solo tres meses de la asunción del presidente Santiago Peña, el Gobierno de Paraguay se encuentra en medio de un escándalo diplomático tras la firma de memorándums de entendimiento con los Estados Unidos de Kailasa, un país que, según se descubrió posteriormente, no existe. La polémica condujo a la renuncia del ministro de Agricultura y Ganadería, Arnaldo Chamorro, quien encabezó la negociación.
El memorándum, firmado el 16 de octubre, buscaba establecer una relación de ayuda a Paraguay por parte de la autodenominada «Primera Nación Soberana para los Hindúes». Aunque no se detectaron cláusulas controvertidas ni irregularidades, se reveló que Kailasa no tiene existencia como Estado.
Chamorro, destituido esta semana, admitió su falta de conocimiento sobre la historia del país inexistente, cuyo nombre proviene de una montaña del Himalaya asociada a la tradición del dios Shiva.
El exministro se fotografió en la firma del acuerdo con representantes de Nithyananda Paramashivam, un gurú prófugo de la justicia india acusado de abusos sexuales. La vergüenza no se limita al ámbito ministerial, ya que Kailasa también firmó acuerdos con dos municipios paraguayos.
La situación insólita trasciende las fronteras de Paraguay, ya que Kailasa participó en debates en la ONU en Ginebra. El organismo declaró que ignorará las declaraciones de los representantes de Kailasa, que participaron en debates sobre la representación de las mujeres en los sistemas de toma de decisiones y desarrollo sostenible.
La presunta embajadora de Kailasa, Vijayapriya Nithyananda, tomó la palabra en un comité de la ONU, y representantes del país ficticio también estuvieron presentes en debates anteriores. Además, se informó que Kailasa afirmó haber firmado un acuerdo con la ciudad estadounidense de Denver.