Neuquén es una provincia que se destaca por la riqueza derivada de la explotación de hidrocarburos. Sin embargo, al mismo tiempo, se caracteriza por su diversidad geográfica que incluye zonas cordilleranas, ríos, lagos, fauna y flora. En estas tierras, se ocultan tesoros que cuentan historias sumamente interesantes por descubrir. No obstante, desentrañar estos secretos requiere disposición y voluntad para la búsqueda. En este contexto, surge una figura vibrante e intrigante: Hernán Cesari, conocido en YouTube y en redes sociales como Hell Detector, el buscador de oro.
En una entrevista radial en la emisora AM Cumbre 1400, reveló cómo fueron sus inicios. Al principió expresó: “no entendía nada, no sabía, empecé a mirar los videos, ingresé también a un grupo de Buenos Aires, que son muy famosos, que se llama Detección Aventura, donde está un muchacho que se llama Cristian Efex, él es youtuber, hace muchos videos, gente muy copada, muy piola. Me empezó a explicar, ahí me compré mi primer detector, muy rudimentario. Me acuerdo, un detector usado y ahí arranqué”.
En el diálogo en el programa Contigo, Pan y Cebolla conducido por Mario Nico González, Alejandra Brusain y Nicolas Minissini, relató que su primera búsqueda tuvo lugar en el patio de su abuela. Mencionó que lo primero que encontró fueron objetos no deseados, y en un momento llegó a sospechar que el detector usado que había comprado estaba defectuoso, pensando que había sido estafado. Sin embargo, más tarde comprendió que la búsqueda de tesoros es más compleja de lo que inicialmente percibió. Afirmó que, a pesar de los desafíos, es una actividad gratificante.
Al mismo tiempo, alentó a aquellos que deseen incursionar en esta actividad: «Una vez que le agarrás la mano, al principio solo sacarás basura. Por eso, siempre recomiendo a quienes estén interesados en esta actividad que no se frustren al inicio, ya que lo primero que encontrarán serán objetos como tapitas, alambres y demás».
Asimismo, resaltó una experiencia fascinante durante su búsqueda de tesoros en Neuquén. Mientras exploraba en el Parque Norte, detectó numerosas monedas de la década del 50. Esta situación cobró especial interés cuando fue contactado por una señora que compartió una historia conmovedora: su padre había sido el encargado de la construcción de ese parque en la década del 50, y durante ese tiempo le habían robado sus herramientas. Ante esto, el buscador de oro accedió de inmediato y le prometió devolverle las herramientas, compromiso que cumplió puntualmente. En este contexto, expresó: «La actividad no se trata solo de detectar cosas, sino también conectar con las historias y devolver objetos valiosos a sus dueños o sus familiares, en este caso”.
Historias como estas abundan en la experiencia del buscador de oro, quien ha alcanzado tal popularidad que en más de una ocasión ha sido contactado desde diversas partes de la Argentina, e incluso de otros países por personas que han perdido objetos. Además, enfatizó sobre su pasión: «La detección de metales no se limita a hallar cosas valiosas, sino también a devolver objetos perdidos a sus dueños». Precisamente, destacó que este acto le brinda una satisfacción aún mayor que encontrar un tesoro, ya que siente que está contribuyendo positivamente a la vida de los demás. Este sentido de altruismo es lo que define de manera destacada su historia como individuo inmerso en un mundo lleno de misterios por descubrir.