Hace unos diez años, Maxi le mandó un mail a Mauro “Pitu” Blazquez diciéndole “me cansé del suelo, quiero volar”. ¿Y lo fuiste a ver?, le pregunté. “Sí, me dio una dirección. Así que cuando llegué, parecía una cita. Había tres personas en sillas de ruedas. Uno era Maxi, que estaba en un grupo de danza. Eso fue un miércoles. Ellos me conocían porque yo había sido finalista de «Talento Argentino», ya era algo conocida en la televisión. Y eso fue un miércoles, y el domingo llegamos a la escuela de acrobacia para intentar hacer volar a personas con discapacidad. Busqué en YouTube, pero no había antecedentes a nivel mundial de personas con discapacidad haciendo acrobacia aérea. Así que empezamos a crear, rompiendo límites, estructuras, viendo lo que se podía y lo que no. Así que comenzamos a crear números de acrobacia inclusiva, como lo llamamos nosotros”.
Cómo no querer recordar aquella entrevista que realizamos junto a Sergio Sarachu cuando teníamos el espacio de radio y televisión en 24/7 Noticias de Neuquén. Cómo no volver a sentir ese golpe de vida en el corazón en el diálogo que mantuvimos con los protagonistas de esta historia que conmueve al mundo desde Bahía Blanca.
Recuerdo que fue una noche mágica, el 23 de febrero de 2022, y a la que vuelvo cuando se presenta algún obstáculo en la vida. Además, sigo teniendo información sobre ellos: por ejemplo, hace un año Maxi pudo volar otra vez, en este caso desde un avión con un paracaídas, en una acción coordinada por Skydive Bahía – Paracaidismo Bahía Blanca.
En aquella charla, que está completa en el video que acompaña esta nota, “Pitu” nos contó que esa historia comenzó con el armado de un espectáculo de acrobacia aérea en un “mensaje hermoso, no solo para las personas que nos creemos «normales», sino para las personas con discapacidad, para que se den cuenta de que pueden hacer un montón de cosas”, nos dijo.
“Nos costó mucho llegar. La gente no está acostumbrada a ver la discapacidad de esta manera. Queríamos mostrar un mensaje de superación, imaginate, una persona en silla de ruedas haciendo acrobacia a 5 o 6 metros de altura. Claramente es un mensaje increíble de superación. Después de esos dos años y medio, decidimos hacer una obra llamada ´Hermosamente Diferentes´, que ganamos una Estrella de Mar en Mar del Plata al mejor espectáculo de variedades. Y eso también dio trabajo a los chicos, pensar que Maxi, Mariana, Pablito o los chicos ciegos no habían trabajado nunca antes. La única vez que tienen trabajo es cuando se suben al escenario y cobran como artistas”, nos contó “Pitu”.
En una charla que nos conmovió a todos, le pregunté qué le genera esta movida con arte, deporte e inclusión: Mirá, muchas veces me dicen que soy una persona solidaria, o un ángel, como dice Maxi. Pero la verdad es que yo me llevo el doble. Hoy, después del cine, me fui con Maxi, la pasamos genial y me voy a dormir feliz. O cuando hacemos una función y la gente se para a aplaudir durante 20 minutos, yo me llevo el doble. Para mí, esto es disfrutar con amigos. Llevo ocho años con amigos con discapacidad y me permitió conocerlos. Esa es la verdadera inclusión: conocer a la persona. La inclusión no es solo ayudar, es ver al otro como es, sin prejuicios. Yo, hoy, tengo una amistad con Maxi, que comenzó hace 8 años, y la verdad, es un privilegio”.
“Es eso, al final. La inclusión empieza con conocer, con mostrar. Si no lo mostramos, el miedo y la ignorancia hacen que todo sea más difícil. Si desde chicos viéramos personas con discapacidad de forma natural, eso cambiaría. Pero si no se muestran, no se aprenden a integrar. Eso es lo que falta: visibilidad. Que todos aprendamos a naturalizar la discapacidad. No es un tema de ser buenos o malos, es un tema de educar a las personas desde pequeños.”
Les dejo aquí la entrevista completa, para volver y volver a mirar y aprender tanto de estas personas y de la vida, que por más oscuro que parezca el horizonte, ahí están ellos para iluminarlo todo.
Espero que les guste y ¡hasta la próxima!
